Nov 29, 2017 | Actualidad
(Del libro “Un día, una historia”, de Jaime Retena, promovido por la Fundación Villacisneros)
Santa Teresa de Jesús (1515-1582), también conocida como Santa Teresa de Ávila, por su origen, termina de escribir Las Moradas (1577).
Primera Doctora de la Iglesia Católica, mística y escritora, Santa Teresa fue la fundadora de las Carmelitas Descalzas. Desde niña, Santa Teresa leyó muchos libros de caballerías y de vidas de santos. En 1534, con 19 años, ingresó en la Orden de las Carmelitas. Pronto, Santa Teresa comenzó a sentir grandes favores espirituales y en 1558 su primer rapto y la visión del infierno. Por ello quiso fundar en Ávila un monasterio para la estricta observancia de la regla de su orden carmelita, que comprendía la obligación de la pobreza, de la soledad y del silencio.
Junto a San Juan de la Cruz fundó la Orden de los Carmelitas Descalzos, erigiendo 18 conventos por España.
Cultivó la poesía lírico-religiosa, aunque sus principales obras son en prosa. Destacan el Libro de la Vida, las Relaciones, las Fundaciones, Camino de Perfección, así como más de 400 cartas. Su cuerpo reposa en la villa de Alba de Tormes.
Nov 28, 2017 | Actualidad
(Del blog «Almanaque de la Historia de España«) El 28 de noviembre de 1568 Fray Juan de Yepes conoce a Santa Teresa de Ávila en Medina del Campo. Dicho encuentro será crucial para el fraile, que se convertirá en el mejor aliado de la monja y la otra gran referencia de la poesía mística española.
Juan de Yepes nace en Fontiveros, en una familia sobrada de amor pero carente de todo lo demás. Su padre había sido un próspero comerciante pero su familia le repudió al casarse sin consultar con una chica de poco futuro. Juan crece en un contexto de extrema pobreza y queda huérfano a temprana edad, pudiendo acceder a la educación elemental gracias a la beneficencia. Como el niño aprende con facilidad, prolonga sus estudios junto a los jesuitas.
A los veintiún años ingresa en la Orden de los Carmelitas y estudia en la Universidad de Salamanca. Su opción por los carmelitas tras un primer contacto con los jesuitas refleja la inclinación de San Juan por una vida ascética y contemplativa. Precisamente su encuentro con Santa Teresa se produce en un momento en el que el fraile se plantea la búsqueda de una orden más rigurosa en sus votos, como la de los monjes cartujos. Santa Teresa estaba inmersa en la profunda reforma del Carmelo y su fuerte espíritu y convicción conmueven a Fray Juan, que decide participar de la empresa. Esa decisión le llevará a pasar penurias como el encierro que sufre en Toledo durante casi un año por parte de los carmelitas, opuestos a la reforma. La huida de Fray Juan es propia de un guión cinematográfico. Se gana con su docilidad la confianza del carcelero y logra descolgarse desde su celda usando dos mantas. A partir de entonces su figura ganará fama en el proceso de reforma.
De la experiencia del cautiverio saldrá uno de los grandes símbolos de su poesía, la Noche oscura. Junto a esta, Cántico espiritual y Llama de amor viva serán sus más celebradas composiciones. No hubo muchas más. Su poesía fue la precisa, como si extendiera a su obra también el talante ascético. Junto a Santa Teresa, San Juan de la Cruz ocupa el podio de la poesía mística universal.
Nov 25, 2017 | Actualidad
(Del libro “Un día, una historia”, de Jaime Retena, promovido por la Fundación Villacisneros)
San Juan de la Cruz (1542-1591) funda el primer convento masculino de los Carmelitas Descalzos y cambia su nombre por el de Fray Juan de la Cruz (1568).
Procedente de Ávila y con origen social muy humilde, estudió en Medina del Campo y Salamanca. Llevó una vida de gran austeridad y conoció a los 25 años a Santa Teresa de Jesús. Ambos propusieron la reforma de los Carmelitas y se unieron a los descalzos, ya que éstos propugnaban una vida monacal de mayor rigor y pureza. Los conflictos con los Carmelitas calzados le valieron nueve meses de encierro en un convento en Toledo.
Fue en esa circunstancia cuando empezó a escribir. Su producción poética es corta y a pesar de ello alcanza con ella un lugar en la lírica universal. Compuso tres grandes poemas: Cántico espiritual, Noche oscura y Llama de amor viva, además de otra veintena de poemas. Sus obras se enfocan principalmente hacia temas místicos y fueron publicadas a título póstumo.
Murió en Úbeda, en 1591, lugar en que se guardan sus reliquias, aunque está enterrado en Segovia. Benedicto XIII lo canonizó en 1726 y Pío XI lo declaró en 1926, Doctor de la Iglesia Universal.