Firma nuestra petición

    ¿Dónde está la elección si se oculta el daño?

    Informar sobre el “síndrome postaborto” no es manipular, es acompañar. No es culpabilizar, es advertir. ¿Acaso no advertimos constantemente de todo?: “Fumar mata” en las cajetillas de tabaco, “el exceso de azúcar contribuye a la obesidad, la diabetes y enfermedades del corazón”, el consumo excesivo de alcohol puede dañar gravemente su salud”, etc.

    Es pura hipocresía permitir que desde el gobierno, ayuntamientos y estamentos sanitarios se hable de sexo, aborto y libertad para cambiarse de sexo, pero se trate de silenciar el síndrome postaborto para no incomodar a la izquierda. Informar sólo de lo que conviene no es libertad, se llama manipulación.

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    Permíteme darte contexto, por si no te has enterado.

    Hace una semana, Vox consiguió que el Ayuntamiento de Madrid aprobase una moción para que se informara en los centros municipales sobre el “síndrome postaborto”. Una propuesta valiente, defendida con firmeza por Carla Toscano, que puso sobre la mesa una verdad muy incómoda: que el aborto deja huellas, muchas mujeres arrastran secuelas de por vida de dolor, culpa, ansiedad, insomnio, adicciones, depresión… Silenciar esto es inhumano.

    La izquierda mediática y política reaccionó con furia, no soportan que se rompa el relato “feliz” del aborto, y entonces el alcalde de Madrid, José Luis Martínez- Almeida, enfermo de corrección política, reculó diciendo cobardemente que el «síndrome postaborto» no es una categoría científica reconocida y matizó que la información a las mujeres que pretendan abortar, no sería obligatoria.

    Negar que el aborto deja graves heridas y secuelas es como decir que enterrar un cuerpo borra el crimen o que una herida invisible -en el alma o el corazón- no sangra. Dile al alcalde de Madrid lo que piensas.

    Si de verdad creen en la libertad de la mujer, ¿por qué callan el dolor del aborto? Ocultar el síndrome postaborto no protege, engaña. Y el engaño no es libertad: es violencia. Mucho hablar de derechos, pero callan las consecuencias. Silenciar el síndrome postaborto es dejar solas a las mujeres cuando más lo necesitan. Eso no es progresismo, se llama abandono.

    Por favor, envía esta petición a tus compañeros, amigos y familiares. Vamos a decirle entre todos al alcalde de Madrid, lo que nos parece su postura tibia, servil y sumisa con la que tan solo conseguirá que se pierdan más vidas y enfermen más mujeres.

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