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La semana pasada veía la luz Movimiento Ciudadano, presentado por Albert Rivera, impulsor del partido político Ciutadans, por el escritor Juan Carlos Girauta y por Antonio Asunción, exministro socialista, de los pocos que han dimitido en nuestra actual democracia.
El movimiento, señala en lo que denomina el “Compromiso”:
“Nos enfrentamos a varias graves crisis superpuestas: la económica, la institucional, la territorial, la ética. Como resultado, grandes segmentos sociales han desarrollado una preocupante desconfianza hacia nuestro sistema democrático. Necesitamos una reforma profunda de nuestro país…
Las reformas que proponemos reforzarán los pilares de nuestra democracia y de nuestra nación. Son objetivos urgentes: democratizar los partidos políticos, … conseguir un sistema de representación que devuelva el poder a los ciudadanos, …; asegurar una efectiva división de poderes, …; reformar las administraciones públicas poniéndolas realmente al servicio de los ciudadanos y las empresas, asegurando los servicios públicos esenciales y suprimiendo burocracias y duplicidades…. defendemos la aprobación de un Pacto Nacional por la Educación…
La nueva etapa exige cerrar y enterrar el capítulo de las dos Españas, así como las luchas territoriales, para que crezca sin cortapisas la nación de ciudadanos libres e iguales ante la ley”.
En palabras de sus impulsores y de su “Compromiso”, este Movimiento quiere contribuir a acabar con las llamadas dos Españas, con los conflictos territoriales y con la división entre españoles. Habrá que ir viendo las propuestas concretas que quiere ofrecer, pero en su puesta en marcha defiende muchas de las que, desde nuestra Asociación, hemos apoyado y apoyaremos. En este sentido, colaboraremos con todo aquello que puede unirnos, pero también queremos hacerles llegar una propuesta: la de acabar también con la falsa lucha entre creyentes y no creyentes, lucha que realmente no existe sino en las ideologías del poder político.
La inmensa mayoría de los ciudadanos de España apoya, respeta y reconoce la labor de los creyentes que, individual o institucionalmente, trabajan por el bien común de todos los españoles. Por ello, pedimos a Movimiento Ciudadano que también tenga entre sus objetivos acabar con esta falsa división e incluso combate entre creyentes y no creyentes, o más bien entre poder político y creyentes.
Que los diferentes Gobiernos reconozcan y defiendan la libertad religiosa y de conciencia de todos los ciudadanos y que promueva una abierta colaboración de los creyentes y de las confesiones religiosas precisamente para que puedan ayudar a conseguir y crear un referente ético para la sociedad.
Los miles de voluntarios de Cáritas, de Manos Unidas, las miles de monjas dedicadas al servicio de los demás en la educación, en los necesitados, en los asilos, con los ancianos y enfermos. Los miles y miles de obras promovidos por la Iglesia merecen el reconocimiento y apoyo del Gobierno, sea éste quien sea. Figuras como la de los miles de misioneros desperdigados por todo el mundo, donando íntegramente sus vidas y personas a los demás, mensajes como los de la Madre Teresa de Calcuta o el Papa Francisco y sus antecesores, son palabras de vida y de referencia social para una nación que no pueden desperdiciarse.
Al mismo tiempo, la Iglesia y los creyentes debemos dialogar con los poderes públicos sanando nuestras convicciones de errores que puedan tener y que se hayan adherido a nuestra forma de actuar sin que formen parte de nuestra fe, desarrollando aquel sano diálogo que nos enseñó Benedicto XVI:
«Su papel [de la religión] consiste más bien en ayudar a purificar e iluminar la aplicación de la razón al descubrimiento de principios morales objetivos. Este papel “corrector” de la religión respecto a la razón no siempre ha sido bienvenido, en parte debido a expresiones deformadas de la religión, tales como el sectarismo y el fundamentalismo, que pueden ser percibidas como generadoras de serios problemas sociales. Y a su vez, dichas distorsiones de la religión surgen cuando se presta una atención insuficiente al papel purificador y vertebrador de la razón respecto a la religión. Se trata de un proceso en doble sentido. Sin la ayuda correctora de la religión, la razón puede ser también presa de distorsiones, como cuando es manipulada por las ideologías o se aplica de forma parcial en detrimento de la consideración plena de la dignidad de la persona humana. Después de todo, dicho abuso de la razón fue lo que provocó la trata de esclavos en primer lugar y otros muchos males sociales, en particular la difusión de las ideologías totalitarias del siglo XX. Por eso deseo indicar que el mundo de la razón y el mundo de la fe —el mundo de la racionalidad secular y el mundo de las creencias religiosas— necesitan uno de otro y no deberían tener miedo de entablar un diálogo profundo y continuo, por el bien de nuestra civilización.
En otras palabras, la religión no es un problema que los legisladores deban solucionar, sino una contribución vital al debate nacional. Desde este punto de vista, no puedo menos que manifestar mi preocupación por la creciente marginación de la religión, especialmente del cristianismo, en algunas partes, incluso en naciones que otorgan un gran énfasis a la tolerancia. Hay algunos que desean que la voz de la religión se silencie, o al menos que se relegue a la esfera meramente privada. Hay quienes esgrimen que la celebración pública de fiestas como la Navidad deberían suprimirse según la discutible convicción de que ésta ofende a los miembros de otras religiones o de ninguna. Y hay otros que sostienen —paradójicamente con la intención de suprimir la discriminación— que a los cristianos que desempeñan un papel público se les debería pedir a veces que actuaran contra su conciencia. Éstos son signos preocupantes de un fracaso en el aprecio no sólo de los derechos de los creyentes a la libertad de conciencia y a la libertad religiosa, sino también del legítimo papel de la religión en la vida pública. Quisiera invitar a todos ustedes, por tanto, en sus respectivos campos de influencia, a buscar medios de promoción y fomento del diálogo entre fe y razón en todos los ámbitos de la vida nacional».
(Benedicto XVI, Encuentro representantes de la sociedad británica, Westminster Hall – City of Westminster, 17-septiembre-2010).
Por todo ello, pedimos a Movimiento Ciudadano, como ciudadanos de pleno derecho que somos y a través de nuestra Asociación Enraizados, que tengan a bien considerar superar esta fractura creada artificialmente entre creyentes y poder político, reconociendo y promoviendo la actuación para la consecución del bien común, y el carácter indispensable de la religión como referente ético y transcendente para el conjunto de la sociedad al mismo tiempo que, con la razón y el poder al servicio de la sociedad, se ayuda a purificar la religión de su tentación totalitaria o fundamentalista.
Es importante mantener los principios éticos morales y naturales del ser humano. Cuando se pretende despojarles de lo antedicho, la sociedad española degenera en sus más nobles hábitos: la defensa de la familia; la educación integral del individuo y, por consiguiente, el respeto. No son valores relativos, son absolutos, pues si relativizamos los valores auténticos, al final nada es completamente sano ni perjudicial. Hay que tener claro el sentido común de las cosas cuando lleva a un camino de perdición, o cuando el enfoque de la vida, nos conduce a la prosperidad del ser humano.
Fdo.- Santos Herrero
Estoy de acuerdo que una sociedad sin principios ni volores morales, es una sociedad fracasada,asesina, corrupta, perversa…como se está demostrando…
Tendríamos, con este nuevo partido, la gran aportunidad de romper de una vez esa tendencia, no explícita pero muy española, de que: «ciudadano creyente, ciudadano aprovechategui que va a su bola para hacer proselitismo». Falsedad total, como lo está denunciando continuamente el Papa Francisco. No queremos hacer prosélitos. Simplemene queremos aportar, como los demás, el enorme potencial del cristianismo, avalado por siglos de historia y fundamentado en profundos y trascendentes valores éticos y morales ,como piezas de consistencia y «engarce». Sin estos, todo se desmorona, quedando en un nuevo montaje o intentona social fracasada y en el que, como siempre, se atribuiría a la sempiterna crítica de los unos para los otros, incapaces de examinarse y mirarse a sí mismo.
Con respeto a la libertad de conciencia y religiosa, reconociendo la dignidad de toda vida y la familia como célula básica de la sociedad, con una nueva ley electoral y en el horizonte la Doctrina Social de la Iglesia, el MOVIMIENTO CIUDADANO será realmente REGENERADOR y podrá proporcionar a todos los españoles en su rica variedad, una justa igualdad de oportunidades…!
¡Ojalá y en verdad demos testimonio con nuestra vida cotidiana!
totalmente de acuerdo con «Enraizados».
La Fe es un referente moral indispensable para el buen funcionamiento de la sociedad y de sus ciudadanos y debe ser valorada y respetada por todos los poderes públicos.
Este partido político debe defender, ¡a tope!, la unidad indivisible de España, la supresión de las Autonomías, causa de disgregación, de separación ¡y de un aumento sin límite de la corrupción!, matrimonio exclusivo entre hombre y mujer, de ninguna manera la legalización de ningún tipo de la homosexualidad, aborto cero, eutanasia cero, derecho de los padres a la decidir la educación de los hijos, una sola cámara de representantes, a los cuales hemos de poder elegir, ¡uno a uno!, los ciudadanos, y una reducción drástica en el número de representantes, y pudiendo aprobar precisamente los ciudadanos todas las condiciones de ingresos y laborales de los legisladores. Los legisladores sólo podrán opinar y, en su caso, «vendernos» su propuesta de condiciones laborales y dede ingresos. Y que los partidos políticos y los sindicatos vivan, fundamentalmente, de sus representados.
José Antonio V.N.A.
Mi adhesión sería plena y entusiasta si este Movimiento Ciudadano se prpusiera, entre sus objetivos, la abolición de una Constitución atea, aborticida y cuya ambigüedad ha dado lugar a que mi Patria esté corriendo el riesgo de desaparecer como Nación. Sí, así de perniciosa y nefasta ha resultado la que, como la de 1812 se llamó la Pepa, debiera ser llamada la Colasa: su refrendo popular tuvo lugar el día de San Nicolás de 1978.
Fe, Vida, Familia y Bien Común. Doctrina Social de la Iglesia.
Historticamente las religiones, o mejor dicho los hombres que que dicen profesarlas han tratado de dividir a los pueblos, jamas votare a ningun partido politico, ni le apoyare sino respeta mis creencias religiosas, jamas, ni mis creencias ni las de mis hermanos, sean Catolicos o no. Solo se sobrevivira si nos unimos en la diversidad!!!
Es algo elemental. «Que tiempos son estos en que vivimos, que hay que defender lo obvio» Bertolt Brecht decía esta frase refiriéndose a la necesidad de defender lo obvio ante quienes deberían de salvaguardarlo por principio moral y legal.
Entre los escasísimos «políticos» que usan el témino PATRIA(casi en DESUSO)refiriéndose a ESPAÑA, el que me parece más SINCERO, HONRADO y CAPAZ es ALBERTO.
Desde Madrid, yo le daré mi voto para PRESIDENTE del GOBIERNO DE ESPAÑA.
Muchos de mi PUEBLO de la Provincia de TOLEDO harán lo mismo.
¡ Alberto LIBÉRANOS!
Además de leyes, se necesita promover una nueva cultura que, desde un enfoque humano, no confesional, valore y defienda el derecho a la vida, el matrimonio natural y la familia. Las leyes son necesarias, pero no suficientes si detrás no existe buena información y una cultura positiva, no basada en el hedonismo ni el consumismo como la que existe ahora. Si existen leyes contra el asesinato y por el cine y la TV se promueve la violencia más extrema, por simple imitación los asesinatos no harán más que aumentar, pues las leyes no son suficientes para frenarlos. Es mi humilde opinión.
La libertad de creencia considero es una de las bases de la democracia. Algunos puntos como el aborto hay que eliminarlos. Como médico puedo asegurar que abortar es asesinar puesto que el embrión es un ser vivo.
Este partido político debe defender por encima de todo: la unidad inviolable de España, la supresión de las Autonomías, causa de disgregación y separación, el derecho a la libertad religiosa,la lucha contra el aborto, la lucha contra la eutanasia, y cambio de ley electoral.
Totalmente de acuerdo con el comentario de Paco.
Hay que defender a la familia y la vida. Matrimonio unión de un hombre y una mujer. No aceptación del aborto ni de la eutanasia. Respeto de la vida desde su concepción hasta la muerte natural. Defender la libertad religiosa y de conciencia.
Libertad de los padres a la educación de sus hijos
Tengo intencion de acudir a la sede y si se dan mas puntos de union que de discrepancia afiliarme. Tres puntos me resultan irrenunciables, el derecho a vivir, el derecho a mis ideas religiosas y tradicionales y el derecho a la justicia , como victima de terrorismo me gustaria saber si estan de acuerdo con el borron y cuenta nueva que profeSan algunos o por el contrario si la justicia esta por encima de acuerdos, mal llamados de paz.
Mi voto a favor de los objetivos planteados.
Me uno a los objetivos planteados.
Reitero lo dicho.
Me parece muy bien, pero yo lo sintetizaría en:
– Defensa de la familia y la vida, que incluye la no-redefinición del matrimonio y la prohibición del aborto.
– Defensa de la libertad religiosa, que incluye el respeto a todas las opciones y la defensa de la aconfesionalidad del Estado Español.
Creo que así quedan las cosas más claras y accesibles para mucha gente con quienes compartimos lo esencial.
Una sociedad sin principios éticos y moralidad, jamás podrá avanzar. El respeto a la vida y a la dignidad de las personas debe ser un principio básico para cualquier ideología, sea del signo que sea. Y un punto ineludible de cualquier programa de gobierno. La sociedad debe recuperar todos los principios y valores que se han perdido y que, por desgracia, nos han llevado a la situación actual. Los ciudadanos agradeceríamos enormemente la aparición de un partido que se esfuerce por recuperarlos. Y esta puede ser una buena ocasión.
Solo partiendo de la base elemental de una formacion constante y diaria en la fe y en el amor al projimo,como hijo de Dios,podremos construir una sociedad mas justa,menos deshumanizada y cruel,y desde luego mas acorde con la justicia,la solidaridad fraternal y el amor.Las ideologias y los movimientos que en nombre de falsas libertades solo contribuyen a traer dolor,muerte y tristeza,no son sino espejismos que ocultan una realidad mucho peor.Las divisiones entre españoles,la cultura de la muerte con un auge terrible del aborto,el desprecio hacia la Iglesia catolica y la intolerancia hacia la fe no son sino botones de muestra de una sociedad que camina a su propia destruccion.Por tanto si Movimiento Ciudadano,partiendo de esos principios dignos tiene en cuenta que por encima de todo,una recta conciencia esta influida por nuestro Creador,contaran con nuestro apoyo y solidaridad si en la practica luchan por tener en cuenta los derechos religiosos tan pisoteados por una ideologia totalitaria,amoral,que excluye al Sumo Hacedor de todos los planes de progreso y de avance hacia una sociedad mas justa y fraternal.
La religión no nos puede dividir. No hay que ser ateo para hacer política ‘Creo yo!Pero así como se defienden otras posturas éticas, defiendan a los que creemos que con una base moral cristiana de mirar por el prójimo, de no mentir, ni robar, ni fastidiar, de respetar, de no juzgar, ni hacer del dinero la base de nuestra vida… Cuando todo esto es el sentir y practicar en tu vida, no por capricho, ni porque te haya dado un !fluss! sino porque te lo pide tu modo de sentir… Habremos logrado mejores cimientos para hacer una política libre. ¡Defiéndannos para sus listas!!!