[emailpetition id=»141″] Quizás has estado al tanto de las noticias dolorosas que nos han llegado desde Australia: el Cardenal Pell, hasta hace poco responsable de las finanzas vaticanas y miembro del Comité creado por el Papa Francisco, ha sido condenado en un Tribunal de Primera Instancia por unos presuntos abusos sexuales a unos menores de edad hace más de veinte años.
Compartimos seguro que contigo, el deseo de estar cerca de las víctimas, y de ayudarlas en todo aquello que podamos. Todo lo que se haga para ayudarles será poco. Yo personalmente me siento incapaz de ayudarles como se merecen y, seguramente, debo sentirme más impelido a ello.
Sentimos también repugnancia ante cualquier abuso y aunque son menores porcentualmente en la Iglesia que en otras realidades, nos duele mucho más los cometidos por miembros de la Iglesia y más por los ordenados. Pedimos para ellos la condena justa que su comportamiento merece y deseamos su arrepentimiento ara que alcancen el perdón de Dios.
Pero la verdad exige investigar todos los casos y tratarlos conforme a lo que sucedió y no por las filias o fobias que la sociedad puede sentir hacia la Iglesia Católica en general o ante alguno de sus representantes en particular.
Pide un juicio justo para el Cardenal Pell
Investigando el caso del Cardenal Pell, no hay más remedio que concluir que su caso no ha sido juzgado rectamente. Lo explica bastante bien Pablo Ginés en Religión en Libertad.
Se trata de un caso donde solo hay una prueba de cargo: el testimonio del presunto perjudicado. En muchos casos puede suceder así, pues este tipo de agresiones pueden hacerse buscando sitos sin testigos.
Pero no es este caso, que presuntamente se cometió en la sacristía de la Catedral después de una Misa solemne. Muchos juristas señalan que el proceso no ha sido justo y que debe ser revisado.
Pide un juicio justo para el Cardenal Pell
Tu petición llegará al embajador en España de Australia y a los nuncios en Australia y en España. También lo haremos llegar al Cardenal
Nosotros no podemos ni debemos declarar culpable o inocente al cardenal Pell. Pero sí debemos exigir un juicio justo.
Es de interés para el Cardenal indudablemente. Pero también para toda la Iglesia, para todos los católicos y para la misma Australia. Dada la naturaleza del juicio, hay una sospecha fundada de que la condena por parte del jurado popular, después de que en un juicio anterior otro jurado concluyera que no había prueba ninguna, se fundamenta en el clima de persecución existente en Australia contra el catolicismo.
Esta sospecha fundada no puede ser admitida por Australia. Debe garantizar un juicio justo.
Pídelo ahora firmando aquí
Estos son algunos de los indicios que invitan a pensar en la debilidad de la condena:
“Estando aún revestido con los ropajes litúrgicos, mientras su maestro de ceremonias, por lo general siempre a su lado, se ausentaba un instante (en vez de ayudarle con los ropajes) y confiando en que el sacristán de la catedral no entrara en la sacristía.
Para cualquier católico que haya acudido a una misa solemne con un obispo, que al finalizar suele estar rodeado de su equipo y asediado por gente que quiere saludar, la historia suena más que rara. O como dijo el abogado defensor: «Sólo un loco intentaría violar a dos chicos en una sacristía justo después de una misa solemne de domingo».
Toda la acusación se basa en sólo la declaración de uno de esos chicos (el otro murió por sobredosis en 2014 y nunca dijo nada sobre el tema).
Este único testigo y denunciante pide que no se dé a conocer su nombre ni identidad: ningún periodista le ha entrevistado, ni ha investigado su vida, motivaciones, etc…
Durante más de dos años, todos los australianos han sabido que Pell era juzgado por abusos sexuales, lo han visto en televisión rodeado de policías… y no han salido más testigos ni más acusaciones sustanciadas.
En abril, la juez Belinda Wallington descartó la mitad de las acusaciones contra Pell. Y ahora se ha sabido que otras acusaciones, supuestamente referidas a su etapa previa en la diócesis de Ballarat, como sacerdote, tampoco tienen sustancia ni llegan a ningún sitio.” (Pablo Ginés, Religión en Libertad).
Pide un juicio justo para el Cardenal Pell
Recibe un fuerte abrazo,
José Castro Velarde, presidente de Enraizados
P.D1: Si quieres leer más sobre el tema, te dejo aquí algunos enlaces
Persecución a la Iglesia católica: https://www.elmundo.es/opinion/2019/03/07/5c7fd0defdddff27868b457d.html
https://www.eurekastreet.com.au/article/truth-and-justice-after-the-pell-verdict
P.D2: Y no olvides de firmar aquí.
Si creemos y queremos ser hijos de Dios, cumplir sus mandamientos y hacer todo lo que nos enseñan el la Biblia, es palabra de Dios.