Desde que se presentó el proyecto de ley hasta hoy, han muerto 2200 españoles esperando una ley que nunca llega.

Te recuerdo, una vez más, lo que dice el Art. 15 de la Constitución española:

“Todos tienen derecho a la vida y a la integridad física y moral, sin que, en ningún caso, puedan ser sometidos a tortura ni a penas o tratos inhumanos o degradantes”.

¿Qué hay más inhumano y degradante que ver a 4500 personas padeciendo una enfermedad terminal, mientras se deja pasar el tiempo esperando a que mueran? 

Eso sí, se aprueba una ley de Eutanasia para que cuando estén física y emocionalmente destrozados, nadie sea el culpable de su muerte, sino que “legalmente” conste como un acto voluntario y todos puedan dormir tranquilos mientras se les induce al suicidio (art. 43 del código penal)

¿Acaso no es tortura que el sistema sanitario te pregunte si te puedes costear tu enfermedad sabiendo lo que conlleva la ELA? ¿Que se pregunte, sin vergüenza alguna, si tienes dinero para poner un respirador artificial en tu casa cuando te tienen que hacer una traqueotomía o morir? ¿Cuándo te dicen a la cara que lo mejor es que recurras a la eutanasia, sabiendo que el Gobierno ha bloqueado hasta 50 veces el desarrollo del proyecto de ley que te salvaría? 

España tiene el deber de proteger a sus ciudadanos. El Gobierno es responsable de que los impuestos que percibe por parte de los contribuyentes sean utilizados con responsabilidad, por y para el bien común. 

Se han gastado 167 millones euros en ayudas públicas al cine, 23 millones en implementar la agenda 20/30 (sólo en 2023), millones en subvenciones para  adoctrinar a nuestros hijos en la ideología de género y un largo etcétera vergonzante, mientras descubrimos que la trama de “Koldo” que salpica a varios exministros amasa 130 millones en una offshore de Luxemburgo. Dinero que podría salvar la vida de miles de enfermos de ELA en España durante más de 3 años.

Por favor, no dudes en enviar esta petición a tus contactos, amigos, conocidos, familiares, vecinos, a cuantos quieran escucharte. Denuncia en tus redes la pasividad del Gobierno que les está dejando morir ¡Corre la voz! ¡Involúcrate! Porque en tus manos y en las mías, en nuestra capacidad de informar exponencialmente de lo que está sucediendo, está luchar por la vida de estas 4500 personas.