Mañana empieza el mes de febrero. Y comenzarás a ver anuncios de “regalos para enamorados” por todas partes (si no los estás viendo ya…).
Ya sabes, es el mes de San Valentín, de los enamorados.
Pero el amor de verdad es de aquellos que deciden casarse para siempre, de los matrimonios fieles.
Por ello, febrero, en Enraizados, va a ser el mes del matrimonio con un lema: “La belleza del amor esponsal”.
(Atención a nuestros correos y las redes sociales, porque durante todo el mes vas a encontrar artículos, imágenes para compartir y actividades sobre qué significa el matrimonio).
Para comenzar a prepararlo, comenzamos con dos concursos:
Con el primero de ellos, queremos dar a conocer testimonios de fidelidad y entrega en matrimonios. Por ello, podrán participar todos los hijos de matrimonios que lleven más de 20 años casados.
El ganador se llevará los libros «La espiritualidad conyugal según Juan Pablo II» e «Isabel la Cruzada» y la película «Poveda».
El tema del certamen es el amor y el compromiso entre esposos, dejando libertad para que cada participante exprese lo que significa para él esta celebración en relación con el testimonio dado por sus padres.
La técnica para inscribirse será libre: vídeo, audios, carta, poema, dibujo, álbum, etc.
Se admiten trabajos colectivos (de varios hijos) pero solo uno por matrimonio.
Te dejo el enlace para que los participantes se inscriban.
Y aquí tienes las bases completas.
(Acuérdate de decírselo a tus hijos, sobrinos, etc.)
Y recuerda enviarnos el trabajo antes del 1 de marzo.
Con el segundo, queremos que los niños nos muestren el amor entre su padre y su madre a través de dibujos.
Habrá dos premios: para menores de 9 años y para niños de entre 10 y 15 años. Cada ganador se llevará el libro «La espiritualidad conyugal según Juan Pablo II» para sus padres y un libro para él.
En el mismo enlace tienes las bases completas.
El plazo para enviar los dibujos es también hasta el 1 de marzo.
Y aquí se pueden inscribir los participantes.
¡Díselo a los niños que haya a tu alrededor para que participen!
Como cristianos, debemos dar a conocer el matrimonio para toda la vida.
No es una utopía, es real.
Mostremos, entre todos, la belleza del amor esponsal.