Te contamos ¿qué recoge la Carta de la UE sobre el derecho a la vida? y las consecuencias de la proposición de Macron
Este miércoles 19 de enero, el presidente francés Emmanuel Macron durante su intervención ante los miembros del Parlamento Europeo en Estrasburgo (este de Francia) ha instado a revisar la carta de derechos para incluir al aborto como derecho fundamental.
Macron, que asumió la presidencia rotatoria del Consejo de Europa, y que preside desde el 1 de enero y hasta el 30 de junio de 2022 se propone según sus palabras «actualizar» la Carta de Derechos Fundamentales de la UE, «para ser más explícitos en el reconocimiento del derecho al aborto o en la protección del medio ambiente», dijo.
Macron quiere dejar su impronta en la presidencia del Consejo de Europa para según él «dar nueva vida al pilar del derecho que forja esta Europa de valores fuertes.»
Los valores fuertes a los que hace alusión el mandatario francés, deberían ser defender la familia, la vida y la dignidad de la persona, que por supuesto, olvida mencionar. Y sin embargo si está preocupado por dar categoría de derecho fundamental al aborto, contraponiendo el supremo derecho de la vida.
Como esta realidad es indefendible, necesita envolver este atentado contra la vida humana, con algo más decoroso, como son los nuevos postulados de la defensa del medio ambiente, que quiere también explícitamente incluir en la Carta de Derechos Fundamentales de la UE.
¿Qué recoge la Carta de la UE sobre el derecho a la vida?
La Carta de la UE, ratificada por los Estados miembros en el año 2000, reconoce el derecho a la vida en su artículo 2.1: «Toda persona tiene derecho a la vida», y explicita que «Nadie podrá ser condenado a la pena de muerte ni ejecutado». Para poder incluir el «derecho» al aborto tendrán que reformular el derecho fundamental a vivir de toda persona, abriendo así la puerta a otros atentados contra la vida humana, como el supuesto «derecho» al suicidio asistido (eutanasia) dando carta de naturaleza a poder decidir libremente sobre el don sagrado de vida. Y desprotegiendo así a los más débiles: los bebés no nacidos en el vientre de una madre, los ancianos, muchas veces solos y desamparados, y a cargo del Estado, familia u otra institución, y otras personas en situación de vulnerabilidad. Ésta es una peligrosa pendiente en la que ya lleva muchos años inmersa la UE, en contra de los principios cristianos en los que se inspiraron los padres fundadores de la Unión Europea.
Conviene recordar, que las ideas primigenias de la formación de una Europa unida nacen de una visión cristiana de la misma, sobre todo por parte de Robert Schuman, ya beatificado por la Iglesia Católica y en proceso de canonización,
y Alcide de Gasperi, en proceso de beatificación. En este trabajo se analiza la visión cristiana de ambos políticos, junto a las ideas de Konrad Adenauer, el padre del milagro económico alemán de la postguerra, y Jean Monnet. Unas ideas cristianas que contrastan con la redacción de la actual Constitución europea que culminará el proceso de integración europeo, tanto desde una visión económica con la formación de una Unión Económica y Monetaria (UEM) como, en un futuro, desde la política. Fuente: UNISCI Discussion Papers, Nº 14 (Mayo / May 2007)
Macron hizo esta declaración, un día después de que el órgano legislativo de la Unión Europea eligiera a la política maltesa pro-vida Roberta Metsola como su nueva presidenta. Metsola sucede a David Sassoli, fallecido el 11 de enero a la edad de 65 años. Su elección fue bien recibida por los obispos de la UE y los líderes de la Iglesia maltesa, pero ella ya se ha encargado de asegurar que piensa sostener la postura proabortista de la Eurocámara.
El Parlamento Europeo votó en junio de 2021 a favor de un informe que describe el aborto como «atención sanitaria esencial» y que pretende redefinir la objeción de conciencia como una «denegación de atención médica».
Los miembros de la asamblea votaron por 378 votos a favor, 255 en contra y 42 abstenciones para adoptar el texto, conocido como el Informe Matić, en una sesión plenaria en Bruselas, Bélgica.
El informe también declaró que las violaciones de «la salud y los derechos sexuales y reproductivos» son «una forma de violencia contra las mujeres y las niñas.»
La mayoría de los 27 Estados miembros de la UE permiten el aborto a petición o por amplios motivos sociales, excepto Malta y Polonia, que cuentan con sólidas leyes provida.
El 1 de enero, Francia asumió la presidencia rotatoria del Consejo de la Unión Europea, que negocia y adopta las leyes de la UE con el Parlamento Europeo.
Fuente: Infocatólica y Europa Press