La Sra. Ministra de Educación, Isabel Celaá, católica dicen que es, ha vislumbrado otra vía de atacar a los católicos: modificar, en lo referente a la asignatura de Religión, lo establecido por la LOMCE. Lo que dice la Ley, a día de hoy: “La Religión confesional en Bachillerato pasa a formar parte como materia específica en los dos cursos, computándose ahora en la nota media para el acceso a la universidad o becas”.
Lo que la Sra. Ministra, católica dicen que es, quiere que diga la Ley: “Regular el ejercicio del derecho a una enseñanza de la religión confesional, sin que obligue a una asignatura alternativa ni interfiera en la nota media obtenida en enseñanzas académicas, en el marco de los Acuerdos con la Santa Sede”.
La Sra. Celaá, católica dicen que es, nos da la posibilidad de participar en “una consulta pública en la que se recabará la opinión de las personas y organizaciones más representativas potencialmente afectados por la futura norma”. El plazo expira el 10 de noviembre.
Por favor, escribe personalmente al Ministerio antes de ese día: consulta.seefp@mecd.es.
Más abajo te propongo un texto que puedes utilizar.
Quiero pedirte, si eres padre o educador o si defiendes la libertad de educación, que te movilices para pedir a la Sra. Ministra, católica dicen que es, que no se cargue de un plumazo la libertad de educar a los hijos según nuestras convicciones y la libertad religiosa.
Hay sindicatos y asociaciones que ya están enviando modelos de carta para enviar al correo indicado. Por parte de Enraizados, vamos a hacer el esfuerzo estos dos días para hacer llegar nuestra voz a través de correos. Piden nuestra opinión, démosla.
Escribe antes del 10 de noviembre a consulta.seefp@mecd.es para defender la asignatura de Religión.
Te propongo este texto, pero puedes adaptarlo:
“El/La que suscribe, D/Dña. xxxxxxxxxx, con DNI xxxxxxxx con domicilio en xxxxxx, c/xxxxxxxx y correo electrónico a efectos de notificación xxxxxxxx, ante la CONSULTA PÚBLICA PREVIA, abierta por el Ministerio de Educación y Formación Profesional, con fecha límite para la presentación de aportaciones de 10/11/2018, sobre el anteproyecto de Ley Orgánica de modificación de la actual Ley de Educación
APORTO LAS SIGUIENTES ALEGACIONES Y REFLEXIONES
1.La dimensión trascendente de la persona debe tener cabida en la escuela. Esta es la razón de que Filosofía recupere presencia en las aulas, como ha promovido el Gobierno. Y esta es la razón por la que la asignatura de Religión también debe permanecer en ellas.
2.Se debe superar la visión reduccionista de que la asignatura de Religión no puede tener nota porque se evalúa la fe. Cualquiera que se tome la molestia de indagar en las programaciones y en las didácticas actuales de esta asignatura, llegará a la conclusión de que no es así. Y no puede haber asignaturas de primera y de segunda categoría. Si todas las dimensiones de la persona son igualmente importantes, si estamos de acuerdo en que hay distintas competencias, todas las materias se deben impartir con similar profesionalidad y se les ha de conceder la misma importancia curricular. También a la Religión. Si los alumnos se esfuerzan y trabajan en Religión, ¿qué razón académica puede haber para no tener en cuenta esa nota en el expediente excluyéndola?
Adjudicar, además, como ocurre en algunas Comunidades Autónomas, tan solo 45 minutos semanales a la asignatura implica despreciar la asignatura y tratarla de forma diferenciada con respecto al resto de asignaturas.
La asignatura de Religión no es catequesis. En catequesis se enseña la “experiencia religiosa”. En Religión se enseña “el conocimiento religioso”.
3.Mientras que del resto de profesionales de la enseñanza se da por hecho que enseñan sin estar “contaminados” por sus creencias personales, en los profesores de Religión se presupone que “adoctrinan”, minusvalorándoles en su labor profesional y a pesar de ser profesionales con dos títulos (universitario y teológico). Esta discriminación también es palpable en otros ámbitos de su labor profesional. Por ejemplo, prohibiéndoles ejercer tutoría con alumnos, como si por el simple hecho de enseñar Religión les invalidara para cualquier otra tarea.
Con el referido cambio de en la Ley, además, se ponen en peligro miles de puestos de trabajo, tanto de profesores de Religión como de profesores de Ética.
4.También está en juego la libertad de educar a nuestros hijos según nuestras convicciones y la libertad religiosa, derechos reconocidos por la Constitución. Si se elimina la asignatura de Religión de la escuela, se estarían vulnerando estos derechos.
5.Según los acuerdos firmados con la Santa Sede, que es un tratado internacional y por tanto de obligado cumplimiento, la asignatura de Religión es de obligada oferta hasta Bachillerato inclusive. Si se elimina la asignatura en Bachillerato, se está incumpliendo este acuerdo.
Atentamente,
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Por favor, envía este texto, o las reflexiones que consideres oportunas, antes del sábado a consulta.seefp@mecd.es.
Muchas gracias por movilizarte para defender la asignatura de Religión