Una calle para Justo Ramón Piedrafita en Huesca
[emailpetition id=»116″]
Hace unos días te pedía que firmaras para que le concedieran una calle a los mártires que fueron beatificados el pasado sábado.
Con este motivo, nos escribió José Ramón, pidiéndonos que recogiéramos firmas para que le concedan una calle a su tío, Justo Ramón Piedrafita, uno de los mártires beatificados, en el lugar donde nació, Huesca.
¿Te gustaría que si uno de los mártires fuera un familiar tuyo se conociera su testimonio de perdón y amor, que se le reconociera en el lugar donde nació?
Por ello pedimos calles con los nombres de los mártires españoles del siglo XX. Son un ejemplo que debemos seguir en el siglo XXI. Pero si no se conocen sus vidas, ¿cómo vamos a seguir su ejemplo?
Firma aquí para pedir que Justo Ramón Piedrafita tenga una calle en Huesca
Este mártir fue detenido en Madrid en los primeros días de la Guerra Civil. Fue llevado a cuatro checas (cárceles) diferentes en las que fue torturado. Le fusilaron el 24 de agosto de 1936.
Sus “delitos” fueron:
- Haber prestado servicio militar en la Guardia Real hasta el advenimiento de la II República.
- Pertenecer a la junta de un sindicato católico.
- Dedicar parte de su tiempo a ayudar en un comedor de caridad.
Es decir, su fe y su compromiso…
Firma aquí para que Justo Ramón Piedrafita tenga una calle en Huesca
A pesar de que dejaba viuda y seis hijos, durante el encarcelamiento y ante el pelotón de fusilamiento, mostró gran fortaleza de ánimo y serenidad.
Sus pequeños tenían entre 12 años y 1 año. Les educaron en no guardar rencor a los asesinos de su padre. Es más, terminada la guerra, su mujer, María, supo que el delator de su marido estaba en una cárcel de Valencia. La animaban a vengarse, pero ella declinó cristianamente. En medio de penurias, sacó adelante a sus hijos.
A Justo le delató un compañero. Trabajaba de portero en la calle Zurbano, 53 y un portero de una finca vecina le denunció.
Pide una calle para este laico comprometido que murió por su fe y perdonando