Seguro que ya conoces el caso de Alfie Evans: Tiene casi dos añitos y una enfermedad rara. Las autoridades británicas e incluso el Tribunal Europeo de Derechos Humanos decidieron desconectarle de las máquinas y dejarle morir. Pero, milagrosamente, lleva tres días respirando por sí mismo.
Sus jóvenes padres están haciendo todo lo posible para salvar su vida. Han conseguido, entrevistándose con autoridades con el Papa Francisco, que un avión medicalizado esté disponible para llevarle al Hospital Bambino Gesú en Roma.
Por eso, hoy, jueves te pido que me acompañes a las 19:45 horas ante el Consulado de Reino Unido en Madrid (Castellana, 259) a rezar el rosario en una vigilia de oración para mover las conciencias de las autoridades judiciales de Gran Bretaña, para pedir por la vida de Alfie Evans y para que Dios soporte a sus padres, que están siendo un ejemplo para todos.
Concentraciones parecidas se han hecho y se harán en otras ciudades, y también en el Vaticano. En la concentración habrá personas que quizás no quieran rezar, pero creo que nosotros, como cristianos, debemos hacer lo mejor que podemos hacer por Alfie Evans: rezar.
Si vives en madrid, te espero esta tarde, a las 19:45, en Castellana, 259.
(Si no puedes acudir, únete en oración con nosotros rezando el rosario donde estés a esa hora).
Por favor, igual que rezamos juntos por el pequeño Alfie, me gustaría que el 25 de mayo también rezáramos porque Irlanda diga sí a la vida, pues ese día se celebra un referéndum que pretende derogar la octava enmienda que impide el aborto en Irlanda. Rezemos porque gane el no a que se derogue la ley, el sí es de los que dicen sí a la muerte y que se quite la ley. Se nota que el príncipe de este mundo está maquinando para imponer la cultura de la muerte, no le dejemos ganar.
Ojalá todos los padres de pacientes y quienes la conocen, tanto personal y profesionalmente, nos unamos en cadena de oración para elevar un plegaria al Altísimo, por su vida,y también por su familia, apoyándolos en este trance. «Señor, pon tu mano sanadora en la doctora confiamos en tu misericordia