Entre los coautores del libro se encuentran destacados activistas provida como la portavoz de la plataforma Derecho a Vivir, Gádor Goya, y el presidente y fundador de HazteOir, Ignacio Arsuaga, pero la obra cuenta con artículos elaborados por personalidades de diferentes campos con el objetivo, según afirma la propia editorial, de mostrar la realidad del aborto “desde la objetividad de los datos”. De esta forma, ‘Aborto cero’ pretende ser una “propuesta de reflexión a la sociedad española ante un drama que ha costado más de un millón de vidas inocentes y que castiga nuestra economía con un 5% del PIB anual, afectando además gravemente el futuro de las pensiones y del Estado del Bienestar”.
Una de las personalidades que ha participado en la elaboración del libro es el obispo de San Sebastián, Monseñor José Ignacio Munilla. En su artículo, el prelado considera que en esta obra “se deja claro que la oposición al aborto es muy activa para evitar que este debate se cierre en falso de nuevo”. Munilla no ha dudado en ningún momento en asegurar que el anteproyecto de ley del aborto del Gobierno de Mariano Rajoy “sigue siendo injusto” porque en la defensa de la vida “no puede haber excepciones”, ni siquiera en los casos de violación ya que “una injusticia no se solventa con otra”.
El prólogo de ‘Aborto cero’ viene firmado por María San Gil, expresidenta del PP vasco, quien no duda en denunciar que en España “se eliminen con una violencia atroz, en silencio, aproximadamente 115.000 vidas humanas cada año en los establecimientos de la industria abortista. Pero San Gil va más allá y no duda en establecer un paralelismo entre la violencia terrorista y el aborto, ya que “la esencia del terrorismo consiste, precisamente, en negar al ‘otro’ el derecho a la vida. Para el terrorista, para el ideólogo del terrorismo, el asesinato se justifica en la existencia de un ‘otro’ que hostiga nuestra humanidad verdadera”. En este contexto, San Gil asegura que con el aborto “se asume la pavorosa lógica terrorista, según la cual las víctimas no son seres humanos y, por ello, su derecho a la vida se configura de manera distinta y tiene sus propios límites”. San Gil considera que no se puede invocar una mayoría favorable a esta práctica para defender la vigencia de la legislación actual ya que “una mayoría invocada para limitar el derecho a la vida, precisamente el de los seres humanos en su estado de mayor vulnerabilidad e indefensión, no es una democracia sino una pesadilla”.
Otra de las coautoras de la obra es Lola Velarde, directora de la oficina del Instituto de Política Familiar (IPF) en la ONU, quien, desde su residencia en Nueva York nos cuenta de primera mano que, pese a la presión que ejercen los lobbies abortistas dentro del seno de este organismo internacional, estas “poderosas fuerzas que patrocinan la cultura de la muerte se lamentan de no avanzar en su agenda como desearían”. Así, se deduce que, “en primer lugar, el aborto no es un derecho” ya que “en ninguno de los documentos internacionales de derechos humanos está reconocido como tal”, sino todo lo contrario. Además, “tampoco hay consenso internacional respecto a que el aborto forme parte de las ‘políticas de salud sexual y reproductiva’ que por el contrario más bien generan disensión y recelo en un elevado número de países, en la medida en que se va revelando su verdadero significado”.
Con Pablo Santana como coordinador, ‘Aborto cero’ recoge artículos elaborados desde muy diferentes campos del conocimiento como los redactados por José Luis Requero, magistrado de la Audiencia Nacional y exvocal del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ); Francisco José Contreras, catedrático de Filosofía del Derecho en la Universidad de Sevilla; Nicolás Jouve de la Barreda, catedrático de Genética en la Universidad de Alcalá de Henares desde 1979; y Esperanza Oña Sevilla, vicepresidenta segunda del Parlamento de Andalucía por el Partido Popular (PP) y médico de profesión.