«El examen completo de las palabras del obispo no permite entender razonablemente que el mismo estuviese provocando a la discriminación, al odio o a la violencia contra los homosexuales, ni que él mismo estuviese difundiendo informaciones injuriosas sobre los homosexuales en relación a su orientación sexual», afirma el auto de sobreseimiento firmado por Antonio Cervera.
La demanda había sido presentada por la asociación Preeminencia del Derecho y colectivos LGTB, en relación a una afirmación del obispo de Alcalá de Henares, cuando denunció los efectos de la propaganda de la homosexualidad entre los más jóvenes: «Piensan desde niños que tienen atracción hacia personas de su mismo sexo y, a veces, para comprobarlo se corrompen y se prostituyen o van a clubes de hombres nocturnos. Os aseguro que encuentran el infierno».
El juez declara que estas palabras «no contienen una injuria a los homosexuales en general ni tampoco una llamada a la discriminación por razón de su orientación sexual», y tampoco sugieren que todos los homosexuales se prostituyen, sino que eso ocurre «a veces» y «para comprobar una inclinación sexual».
Del mismo modo, la referencia a la homosexualidad como una «inclinación desordenada» se puede sostener, afirma el auto, «al amparo de la libertad religiosa» y «no equivale en sentido estricto ni a una provocación al odio ni tampoco a una injuria». RELIGIÓN EN LIBERTAD