El pasado domingo tuvo lugar en Madrid, la gran MANIFESTACIÓN EN DEFENSA DE LA VERDAD Y LA VIDA en la que participamos junto a NEOS y más de 200 asociaciones.
Como asociación que defiende los valores de la Doctrina Social de la Iglesia siempre tuvimos claro que había que estar en este proyecto y apoyarlo con todos los medios de los que disponíamos y así lo hicimos.
Y es que nos jugábamos y nos seguimos jugando mucho.
¡NOS JUGAMOS LA VIDA!
Conscientes de nuestra gran responsabilidad como testigos que debemos ser de nuestra fe y de nuestros principios y valores en nuestras realidades cotidianas, un grupo de amigos, voluntarios y simpatizantes de la asociación quedamos a primera hora para ir juntos desde San Bernardo hacia la cabecera de la marcha.
Todos unidos, con las camisetas de #rezarnoesdelito que tanto nos representa y que tanto defendemos y defenderemos, y con nuestra pancarta de la madre Teresa de Calcuta: «No los matéis. Dádmelos a mí», marchamos hacia la glorieta de Bilbao, punto de salida de la manifestación. Allí ya impresionaba el gran número de personas congregadas.
El ambiente era festivo y alegre pero se notaba la firmeza del mensaje que todos hemos querido transmitir al gobierno : No a la cultura de la muerte, Sí a la Vida siempre.
El domingo nos movilizamos para decir sí a la vida, sí al derecho a vivir, sí a la defensa de los más inocentes y, por supuesto, no a la cultura de la muerte, no al aborto, no a la eutanasia, no al totalitarismo ideológico no a la tergiversación de la biología humana tal cual es. Porque la verdad existe y no depende de la ideología de un gobierno.
Y porque queremos poder decidir los valores que reciben nuestros hijos y no queremos que les adoctrinen en las aulas de sus colegios. Porque queremos dejarles una sociedad fundamentada en los valores cristianos. Una sociedad que defiende la vida desde su concepción hasta su muerte natural y a la familia. Porque cada vida importa aunque nos digan lo contrario.
El domingo miles de personas llegadas desde todos los puntos de España dimos un paso hacia delante para cambiar de actitud.
Y fue grande, muy grande. para en un ambiente festivo y de alegría, decir todos a una voz: Basta ya de leyes que atentan contra la vida y la naturaleza humana.
Fue precioso e impactante ver como miles de jóvenes de todas las edades caminaban juntos por el derecho a la vida, pues es ese mismo camino el que justo tienen por delante. Cantando y con una sonrisa en la cara, alzando la voz con proclamas a favor de la vida y la familia.
Impresionaba ver también, la cantidad de personas de edades ya más avanzadas, muchos abuelos con sus nietos, que se unieron a la manifestación con ese gran espíritu de lucha que les caracteriza y que allí estaban transmitiéndonos a todos que la vida se defiende y que una sociedad que no lo hace, está abocada al fracaso.
Llegamos a Colón sobre las 13 horas y sobrecogía ver la plaza a rebosar. No cabía un alfiler. Más de 100.000 personas congregadas bajo un ideal: la defensa de la vida y la verdad.
Allí pudimos escuchar entre otros a Jaime Mayor Oreja y en un ambiente familiar, alegre y festivo disfrutar de la música del rapero católico Grilex.
Queremos dar las gracias a todos los asistentes por no mirar hacia otro lado y salir de la comodidad del sofá de casa y en especial a nuestros socios, voluntarios y amigos.
No nos olvidamos de todos aquellos que no pudieron venir por el motivo que fuera aunque les hubiera gustado y de aquellos que nos dijeron que encomendaban la manifestación y rezaban por sus frutos.
Y también, queremos dar las gracias a María San Gil y Jaime Mayor Oreja como propulsores del proyecto Neos y a todos los miembros de las asociaciones que participaron y sumaron esfuerzos. Juntos somos más fuertes.
Nosotros vamos a seguir defendiendo la vida, con mucha más fuerza si cabe. Salimos de esta gran manifestación con el ánimo alto y con el alma reforzada para continuar defendiendo una sociedad basada en la defensa de la vida y la familia. Una sociedad libre y donde los padres podamos elegir los valores morales que les transmitimos a nuestros hijos.
Una sociedad tolerante y donde pensar de forma diferente no sea motivo de cancelación. Una sociedad que defienda los principios de la Doctrina Social de la Iglesia que defendemos en Enraizados.
Porque la vida es un don. Viva la vida.