Los detenidos son de nacionalidad chilena (tres), argentina e italiana. El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, ha explicado que se trata de un grupo anarquista «extremadamente peligroso».
Estos ataques terroristas no suceden por casualidad: como se ha visto, están muy bien organizados y su objetivo es amedrentar y molestar a los católicos.
«Esos ya no son lugares seguros», dijeron al reivindicar el atentado. Quieren meternos miedo, que dejemos de ir a las iglesias, pero la fe es más fuerte que la amenaza. Como ejemplo, tenemos a tantos cristianos perseguidos a lo largo del mundo, que viven su fe en Cristo en medio de persecuciones.
Pero frente al odio que ellos demuestran con estas acciones, nosotros solo podemos ofrecer perdón cristiano. Aunque sin quedarnos parados ante las injusticias.