«Vandenbeusch es un sacerdote Fidei donum de la diócesis de Nanterre, en las afueras de París. Está aquí desde hace unos tres años y se ocupa principalmente de la acogida de las familias de refugiados de Nigeria», ha puntualizado el Vicario General.
El Padre Georges no es el único misionero que sufre secuestro o amenazas por vivir con los más pobres y predicar a Cristo, muchos de ellos en países donde no se respeta a los cristianos. Sacerdotes, religiosos, religiosas y laicos dejan cada año su vida, normalmente en países con una vida acomodada, por esta vocación.
Recemos por la pronta liberación del Padre Georges y por todos los cristianos perseguidos en el mundo.