Una vez le escuché decir al Arzobispo Asenjo que la mayor matanza de cristianos desde los tiempos de Nerón fue la que tuvo lugar durante la locura colectiva de la guerra civil española. Y no dejaba de ser cierto, pero puede que hoy ese macabro y repugnante ranking se haya alterado con las matazas de cristianos en el Estado Islámico de Siria e Irak y en los paises de África donde el fundamentalismo ha entrado en la espiral de asesinar a las personas que no profesan su religión. Menos el Vaticano – ese estado con el que muchos quieren romper el concordato- Europa y el Mundo están más pendientes de la deuda griega que de esta tragedia o la de Lampedusa.
En Sevilla la hermandad, Santa Marta, convocó el día 17 una vigilia de oración para pedir por el cese de este holocausto. Otras secundaron la organizada un día antes por la delegación diocesana de misiones en la Parroquia de Santa Cruz. Fueron actos como el de la Esperanza de Triana el pasado verano que se aplicó por la paz en el mundo, coincidiendo con los bombardeos de Gaza u otros que se han celebrado en momentos puntuales. Suelen ser convocatorias en las que participa sobre todo gente joven, que es la que más concienciada, pero de afluencia limitada. Es decir, toda la masa social que rodea a las cofradías no acude. Pero cuando entra en juego el poder de las imágenes, la historia ya es otra. Basta recordar la muchedumbre que acompañó al Cachorro aquel sábado de Cuaresma de 2010 cuando salió para pedir por Haití o el Via Crucis del año pasado por la paz en el mundo.
Ni el que escribe esto es un predicador ni lo pretende. Pero si se cree en el poder de la oración, ya se va tarde en convocar algo masivo y multitudinario ante el holocausto contemporáneo que están sufriendo miles de cristianos en Asia y en África. Santa Marta lo entendió así. La hermana de Lázaro, Martha de Betania representa la actividad frente a la contemplación de su hermana Miryam. Hoy hace falta que este mundo sea más el de Marta que el de María. Por eso, sus hermanos de San Andrés mandaron a Martha a Siria, y a Irak, y a África. Porque el holocausto, continúa.