Se trata de los Siervos de Dios Mateo Casals, sacerdote profeso, Teófilo Casajús, Escolástico profeso, Fernando Saperas, hermano profeso, y 106 compañeros de la Congregación de los Misioneros Hijos del Inmaculado Corazón de la Virgen María (claretianos), asesinados por odio a la fe durante la guerra civil en España entre 1936 y 1937.
También autorizó el milagro para canonizar al Beato Faustino Míguez, sacerdote profeso de la Orden de los Clérigos Regulares Pobres de la Madre de Dios de las Escuelas Pías (Esculapios), Fundador de la Congregación de las Hermanas Calasancias Hijas de la Divina Pastora.
Por último firmó los decretos referidos a virtudes heroicas de dos Siervos de Dios españoles: María Rafaela del Sagrado Corazón de Jesús (en el siglo Sebastiana Lladó y Sala), (1814-1899), fundadora de la Congregación de los Misioneros de los Sagrados Corazones de Jesús y María; y de Isidoro Zorzano Ledesma, (1902-1943) laico, de la Prelatura Personal de la Santa Cruz y del Opus Dei.
(Fuente: Agencia SIC).