Sagrado Corazón de Jesús, en ti pongo toda mi confianza y acudo a Ti porque eres mi refugio, mi esperanza, mi seguridad, el remedio de todos mis males, el alivio de mis miserias, la reparación de todas mis faltas, la paz y mi bendición.
Todo lo espero de tu bondad, pues de mi debilidad lo temo todo. Tú que conoces la pequeñez del corazón humano, necesitado de seguridades y de alientos, refuerza mi fe. Dame fuerza en mi debilidad, consuelo en mis penas y la gracia de amarte aquí en la tierra y de tenerte en la eternidad.
Te tomo, Sagrado Corazón, por el único objeto de mi amor, el protector de mi vida, el remedio de mi fragilidad y de mi inconstancia, el reparador de todos los defectos de mi vida, la seguridad de mi salvación y mi asilo en la hora de mi muerte.
Te pido también por los necesitados, por los que no creen en ti, por los corazones afligidos, por los enfermos y los agonizantes. Y también por mis hermanos, parientes, amigos, enemigos y bienhechores; por las personas que te encomiendo en mis oraciones y por toda la humanidad, para que los acojas a los méritos de tu Redención. Y recuerda también a las almas del purgatorio.
Te doy gracias por haberme creado, redimido, hecho cristiano y también por descubrirme que valgo la sangre de Cristo.
Ruego al Sagrado Corazón de Jesús que me ayude a cumplir su voluntad: amar y perdonar; tener misericordia y servir a los demás; no juzgar ni criticar; tener paciencia y humildad en mi debilidad para que mi vida te sea agradable, porque tú eres la razón de mi existencia.
Que el Sagrado Corazón nos haga comprender la esperanza a la que nos llama.
Sagrado Corazón de Jesús en vos confío.
Oración por E. L. Goicoechea, colaborador de Enraizados