Anoche se nos heló el corazón al enterarnos de la noticia: un joven atacó varias iglesias en hora de Misa con un machete. Hubo varios heridos y, lamentablemente, agredió a Diego Valencia, sacristán, quien falleció en el acto.
La situación es per sé impactante, el odio llena nuestras calles y nosotros vivimos ajenos a él. Tanto que casi ni nos sorprende el enfoque que le dan los periodistas a la noticia:
– «Agresión en una iglesia, todavía se desconocen los motivos»
– «El sacristán de La Palma muere en un ataque a tres iglesias en algeciras»
– «Ataque con arma blanca en Algeciras»
Diego Valencia, sacristán de La Palma, no «muere», no ha «fallecido». Ha sido asesinado con un machete.
No hay un ataque en Algeciras, varias iglesias han sido atacadas.
Sí conocemos los motivos: es un ataque de odio por razón de fe.
Nosotros lo tenemos claro: «Bienaventurados vosotros cuando os insulten y os persigan y os calumnien de cualquier modo por mi causa» Y así queremos expresarlo para todos aquellos que pensáis igual, diga lo que diga la prensa obcecada en dejar de lado nuestras creencias.
Desde Enraizados exigimos una protección eficaz para garantizar el derecho a la libertad religiosa de los católicos. Como indican distintos informes los ataques a Iglesias, sacerdotes y fieles van en aumento. Desde el mismo Gobierno se ha declarado la guerra a muchas Cruces instaladas en nuestras calles y lugares públicos.
Para garantizar la libertad religiosa es necesario garantizar la seguridad de los fieles pero también valorar todo lo positivo que la fe aporta a nuestra vida comunitaria, como puede verse en la gratuidad de todos aquellos que, alentados por su fe en Cristo, dedican toda su vida o parte de ella a los más necesitados como ancianos, personas sin recursos, madres en dificultades, comedores sociales y un largo etcétera.
Desterrar a Dios y a los creyentes de la vida pública deja a nuestra sociedad inerte al no tener valores fuertes en los que cimentarse.
Debe desterrarse cualquier violencia y exigir a todos los creyentes que condenen este ataque, así como las prácticas discriminatorias contra otros creyentes y contra las mujeres que se producen tanto en nuestro país como fuera de él.
Agradecemos, en este sentido, la condena manifestada por la Junta Islámica de España pero es necesario que pidan a los países de origen de sus comunidades el pleno reconocimiento de la libertad religiosa. No tiene sentido que en muchos de sus países de procedencia no se pueda vivir la fe católica libremente ni se puedan eregir Iglesias.
España ha sido siempre una sociedad generosa y solidaria. Pero esta gratuidad debe ser compatible con cerrar nuestra casa a aquellos que solo vienen a causar problemas. Es deber de la autoridad velar por distinguir quien entra en nuestras fronteras y actuar con celeridad para evitar estos ataques en el futuro. – José Castro Velarde, presidente de Enraizados.
Esperamos que el Gobierno se pronuncie como es debido al respecto de este ataque. Que lo condene. Que se guarden días de luto en Algeciras y Cádiz.
Descanse en paz el alma de Diego Valencia que ahora se encuentra al lado del Padre. Rezamos por su alma y por su familia. Por todas las personas heridas, por su pronta recuperación.
D.E.P..,Y BRILLE PARA EL LA LUZ PERPETUA.
No fueron tres las iglesias atacadas, no es verdad. El sacristán fue a auxiliar a los niños en un aposento colindante a la sacristía. El atacante, asesino, drogadicto, jihadista, fue a por él creyendo que era el párroco.