Los impulsores del referéndum, la asociación En nombre de la familia, lograron 740.000 firmas (el 20% del electorado) apoyando la consulta, que nació para oponerse al adoctrinamiento sexual en los colegios y como oposición al proyecto de ley gubernamental para equiparar el matrimonio a las uniones homosexuales. Sin embargo, la consulta no es vinculante.
Los croatas no se dejaron llevar por la publicidad gubernamental, que apoyó al lobby gay. El primer ministro, el socialdemócrata Zoran Milanovic, llamó a votar «no» y calificó la consulta de discriminatoria, “homófoba” y “anticristiana”. A su lado se posicionó el presidente Ivo Josipovic (SDP), que también criticó el referéndum. Por su parte, los democristianos de la HDZ (principal partido de la oposición), la Iglesia católica y asociaciones ciudadanas la apoyaron.
No es discriminatorio
Aunque la participación ha sido inferior al 40%, en este país balcánico basta con reunir una mayoría simple de votos a favor, independientemente del índice de participación. La pregunta que los croatas debían responder en las urnas era: “¿Está usted a favor de que en la Constitución se introduzca la definición del matrimonio como unión entre hombre y mujer?”. La respuesta afirmativa ya existe en la Ley de Familia, pero la ley fundamental de este Estado no incluía dicha definición. En Croacia existe un reconocimiento jurídico a las parejas del mismo sexo, pero el Ejecutivo está trabajando ahora en una ley de unión civil que se votará en el Parlamento a principios de 2014.
Según Lino Zonji, uno de los organizadores de la iniciativa, la definición del matrimonio como la unión entre una mujer y un hombre “está perfectamente en línea con el derecho internacional y no constituye un acto de discriminación”.