Desde el Grupo Popular, Juan José Cardona y Ángel Sabroso, manifiestan su indignación y consideran que la actuación de la drag blasfema fue ofensiva
- El representante de Ciudadanos, Javier Amador, cree que no hubo ofensas y se compromete a pedir respeto
- Nueva Canarias desprecia a los 46.000 firmantes que se sintieron ofendidos por la actuación
El ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria se ha comprometido a pedir a las ‘drag queens’ que respeten los sentimientos religiosos en las próximas ediciones del Carnaval. De esta manera, se evitará la repetición de actuaciones como la de la drag blasfema en la última edición del concurso, que provocó las protestas de muchos católicos y produjo el rechazo de más de 46.000 firmantes en la plataforma Change.org.
Así lo ha manifestado la concejala de Presidencia, Cultura, Educación y Seguridad Ciudadana del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, Encarnación Galván, durante la reunión mantenida este jueves con representantes de la Asociación Enraizados y en la que también ha defendido la libertad de expresión de los participantes y de quienes protestan contra estas actuaciones.
La Asociación Enraizados celebra el compromiso del ayuntamiento y espera que las ofensas no vuelvan a repetirse en el futuro. Para Enraizados, la libertad de expresión y la “transgresión” deben tener sus límites para no vulnerar los derechos del resto de los ciudadanos, más aún cuando estos espectáculos se llevan a cabo con dinero público.
El Grupo Popular expresa su indignación
Asimismo, la Asociación Enraizados ha mantenido reuniones con distintos grupos municipales de Las Palmas de Gran Canaria para hacerles llegar las protestas y escuchar sus propuestas de cara a las futuras ediciones.
Los concejales Juan José Cardona y Ángel Sabroso, del Grupo Popular en el ayuntamiento, consideran que sí hubo ofensas a los sentimientos religiosos y manifiestan su indignación ante lo sucedido este año en el Concurso de Drag Queens. Según han manifestado durante la reunión, el Carnaval no puede ser utilizado como elemento de ofensa.
En este sentido, los concejales populares esperan que no vuelva a repetirse el error y aseguran que, en caso de gobernar en el ayuntamiento, establecerán mecanismos para permitir que la diversión y el respeto sean siempre compatibles. Para ello, aseguran, la alcaldía debería tomar nota y aprender desde este momento esta lección.
Ciudadanos cree que no hubo ofensas y se compromete a pedir respeto
A juicio del concejal de Ciudadanos, Javier Amador, la actuación de la drag blasfema no supuso una ofensa. No obstante, el representante del partido naranja ha manifestado su respeto y comprende que algunos espectadores sintieran heridos sus sentimientos religiosos. Por ello, Javier Amador se ha comprometido también a pedir a las drag que guarden respeto durante sus actuaciones en el futuro.
En este sentido, la Asociación Enraizados ha manifestado su discrepancia, ya que la actuación implicaba la mezcla de símbolos religiosos con una puesta en escena y unos textos claramente provocadores. Independientemente de las valoraciones judiciales, millones de católicos se sintieron ofendidos y así lo han manifestado en las redes y con sus firmas a través de la plataforma Change.
Nueva Canarias desprecia las 46.000 firmas
Por su parte, el representante de Nueva Canarias, considera que los más de 46.000 firmantes que han respaldado la petición de Enraizados a través de Change “no son muchos”. Además, ha tratado de minimizar la protesta argumentando que las firmas proceden de toda España.
A este respecto, la Asociación Enraizados lamenta que Nueva Canarias se guíe exclusivamente por los criterios numéricos, olvidando que por cada firmante que se moviliza son miles los que se sienten identificados. Asimismo, Enraizados considera preocupante que Nueva Canarias aplique una visión electoralista y se mueva simplemente en clave local, cuando la repercusión del Carnaval de Las Palmas es, como mínimo, nacional. Las consecuencias de este alcance nacional implican el apoyo de los medios de comunicación del resto de España y repercuten en el turismo de la localidad, algo que parece no importar a la formación nacionalista.