Todo el mundo conoce que Los Ángeles es una importante ciudad de los Estados Unidos. Algunos conocerán que es la capital de facto del estado de California y que es la sede de Hollywood, aunque pocos conocerán su origen. Como cualquier zote puede sospechar, su nombre no es precisamente anglosajón y por tanto su origen debe tener algo que ver con la cultura hispánica. Si nos remontáramos al 4 de septiembre de 1781 y nos situáramos en el mismo punto de la foto, nos encontraríamos con un pequeño grupo de españoles, agotados y malnutridos, que estaban celebrando misa en un humilde cobijo que ellos mismos habían construido recientemente. Estos son los origines de la actual ciudad de Los Ángeles.
El grupo fundador estaba formado por 63 hombres, o sea, no era en absoluto una gran expedición, y estaba comandado por el enérgico Gaspar de Portala y ayudado en el ámbito espiritual por el fraile Juan Crespi. El mismo día de su llegada, un terremoto sacudió la zona, pero esto no arredró a los expedicionarios, nada supersticiosos, que simplemente valoraron las posibilidades del lugar y decidieron señalarlo como un lugar óptimo para fundar una ciudad, cosa que realizó Felipe de Neve pocos años mas tarde.
El nombre completo de la pequeña ciudad fue el de “Pueblo de Nuestra Señora la Reina de los Ángeles de la Porciúncula”, pero cuando los anglosajones ocuparon el lugar debido a la desidia del gobierno mejicano, casi ochenta años mas tarde, el nombre quedó como lo conocemos actualmente.
Hay muchos aspectos que se pueden resaltar de esta expedición, pero nos gustaría subrayar sobre todo el origen de los fundadores de Los Ángeles. Gaspar de Portala era natural de Balaguer, en Cataluña, y Juan Crespi había nacido en la isla de Mallorca. O sea, cuando algunos dicen que Cataluña no tuvo ningún papel en la epopeya americana y que fue una acción meramente castellana, te encuentras con que los fundadores de la capital de uno de los mayores estados de EE.UU. habían nacido en regiones de habla catalana.
La construcción de la pequeña capilla no fue más que el preludio de la fundación de la ciudad realizada por Felipe de Neve. Nos gustaría destacar también la composición del pequeño grupo fundador. Neve acompañó a once familias y les ayudó a establecerse. En total eran 44 personas. Si los fundadores hubieran sido anglosajones, todos hubieran sido europeos y si algún indígena hubiera participado, lo hubiera hecho en calidad de criado, no como jefe de familia. Aquí hubo dos españoles, cuatro indígenas, un mestizo, dos negros y dos mulatos. En cuanto a las once esposas, eran todas mulatas o indias. Evidentemente los 22 niños, un producto multiétnico de todas esas combinaciones. Este pequeño pueblecito, alrededor de la plaza Olvera, es hoy el centro histórico de la ciudad de Los Ángeles, la conocida como Olvera Street.
Creemos que el proyecto español era mucho más humano que la posterior colonización anglosajona, que destruyó todo rastro de las anteriores culturas.
Manuel de Francisco
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