El 5 de diciembre del año 633 comenzó el IV Concilio de Toledo bajo el reinado del rey Sisenando. Este concilio giró en torno a la obra y las propuestas del intelectual más brillante de su época, San Isidoro de Sevilla. Huérfano de padre desde muy joven, la educación de San Isidoro fue encomendada a su hermano San Leandro, cuya rectitud y severidad chocarían con los anhelos del chiquillo. Cuentan que Isidoro llegó a escaparse y tras vagar y holgazanear a su antojo, se detuvo ante una reveladora imagen: al pie de un pozo observó cómo la cuerda conseguía hacer surco en la dura piedra y comprendió que la voluntad y la constancia podían vencer desde la sencillez los más duros obstáculos. Desde entonces se aplicó con devoción al estudio y con inteligencia despierta y una prodigiosa memoria se convirtió en el gran sabio de su tiempo.
Fruto de su propia experiencia, la gran inquietud de San Isidoro fue la instrucción de sus semejantes, pues en la formación encontraba buen aposento la virtud. Creó una gran biblioteca en Sevilla, para recuperar el saber clásico, y reformó la Escuela fundada por San Leandro. Como lección magistral dejó para la posteridad su gran obra, Etimologías, una auténtica enciclopedia de saber antiguo. También escribió el Laudes Hispaniae, el primer ejemplo de patrotismo español de nuestra literatura. San Isidoro compone una obra pionera de exaltación a la patria llena de belleza y lirismo.
Es precisamente ese amor a España lo que le lleva a celebrar el IV Concilio de Toledo. Cree que la monarquía debe reforzarse y protegerse del regicidio, práctica demasiado habitual entre los godos. Con este fin vierte San Isidoro su gran doctrina política: la legitimidad del rey radica en su virtud o en su máxima latina: Rex eris si recte facis. El rey arbitrario perdía su derecho a reinar mientras que el monarca recto y virtuoso quedaba plenamente legitimado, por lo que el regicidio, la conspiración o cualquier otra forma de usurpación del poder serían calificados como crímenes execrables. La aportación de San Isidoro a la doctrina política de su tiempo encontró una repercusión inusitada, y el IV Concilio de Toledo se convirtió en referencia moral para toda la cristiandad europea.
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También, el 5 de diciembre de:
- 1082: Fallece asesinado Ramón Berenguer II, conde de Barcelona.
- 1522: Con la rendición de Játiva queda sofocada la rebelión de las germanías de Valencia.
(Fuente: Blog «Almanaque de la Historia de España«)