Retomamos la Guerra de Sucesión portuguesa.

A continuación dos acciones en el cerco al castillo de San Gián, que si debemos hacer caso al autor resultaba ser el más poderoso de todo el reino de Portugal tanto por su construcción como por su estratégica posición, al igual que por el armamento que en él se tenía instalado por parte de sus defensores.

La primera de ellas protagonizada por el buen oficio de la artillería naval y los ‘reflejos tácticos’ de Don Álvaro de Bazán, que respondiendo con milimétrica perfección a la acción de la armada portuguesa que operaba desde la desembocadura del Tajo supo hacerles frente y detener los movimientos del poderoso galeón portugués Graxao, que trataba de aliviar la presión ejercida por la infantería del Tercio de Nápoles sobre las defensas del castillo y buscaba aprovechar la falta de apoyo de la artillería terrestre que todavía se estaba trasladando desde la posición del desembarco en Cascáis hacia las posiciones indicadas por el Duque en el sito del castillo.

 “…A los ocho de agosto partió el real desde Cascaes a Sant Gián de Hueras, que a la sazón estava por don Antonio, y junto a este pueblo havía un gran castillo en la marina, el qual es el más fuerte y artillado que hay en todo Portugal, porque de un lado le bate la mar y tiene la muralla muy gruessa y de buen edificio, está terrapleno de una banda a otra que parecía inexpugnable, y por la parte más alta rodeado de cestones junto a las almenas. Tenía este castillo veynte y dos pieças gruessas de batir, que algunas tenían por junto al fogón dos varas de medir de gruesso, y havía más de cien sacres y esmeriles, y mucha cantidad de ingenios de fuego en barriles con pólvora, pez y alcrevite, todo confacionado para arrojar de arriba quando le quisiessen dar asfalto. (…) Y luego por la mañana el galeón portugués llamado Graxao, que era el más gruesso de toda su armada, y traýa sesenta pieças en quatro hileras, dos por cada banda, començó a disparar con todas sus pieças, ansí a nuestra armada como a la infantería que andava cerca de la marina y del castillo, que por entonces nuestra artillería no havía llegado de Cascaes. Estava el tercio de Nápoles en cerco del castillo con buenas trincheras, de donde le mosqueteava para entretener hasta que llegasse de Cascaes nuestra artillería. Y a este tiempo, el Marqués de Santa Cruz imbió por un lado del castillo, arrimados, los tres galeones que havían sido ganados en Setúbar junto al castillo de Otán, los quales llegaron tan junto al castillo de Sant Gián que d’él ninguna pieça les podía hazer daño, por estar tan arrimados, y desde allí pelearon con los galeones de Portugal que estavan un gran trecho primero que los demás vaxeles de su armada, hasta que los hizieron retirar con ellos, y nuestros galeones se bolvieron a su armada. Y el tercio de Nápoles siempre mosqueteava a los del castillo, que a nadie dexavan asomar por las almenas, y a muchos derribaron en ellas de los que salían a hazer su tiro, y las pieças del castillo mataron aquel día en la campaña dos soldados del tercio de Lombardía, y otro quedó malherido…”

[DE ESCOBAR, Antonio – CAPÍTULO XXVII]

En el cruce del puente del Alcántara vimos el apoyo de la artillería de la fuerza naval. pero muy especialmente del arma de caballería sobre la infantería, combinación de armas que definiría la propia personalidad de los Tercios durante siglos con el trabajo conjunto de las armas de piqueros, arcabuceros, mosqueteros y caballería por todos los teatros bélicos europeos con el cada vez más extenso uso del arma de artillería que progresivamente iría tomando más peso en la historia bélica europea.

En los dos últimos hemos visto ejemplos de cobertura de fuego de la artillería naval en apoyo a la infantería en dos escenarios muy diferentes como son un desembarco y un cerco sobre un castillo.

Ahora veremos un caso diferente, dentro del sitio ya mencionado a San Gián de Hueras, como es la cobertura de la infantería a la artillería, eliminando el riesgo que suponen los tiradores ubicados en las elevadas defensas. al igual que dificultar la labor de los artilleros enemigos.

Escenas similares. ¿Cuántas veces no las habremos visto en las numerosísimas películas bélicas de Hollywood?Cuando el protagonista elimina de un certero disparo al francotirador enemigo desde una posición de elevado riesgo para su integridad personal.

Pues en este caso nuestros protagonistas son soldados del Tercio de Nápoles y, como en las películas, tampoco nos faltan las bajas propias provocadas por los certeros defensores.

 “…Día de Sant Lorenço, a los diez de agosto, amaneció nuestra artillería plantada sobre el gran castillo de Sant Gián de Hueras, y en esse punto començó la batería con la puxança possible, y los del castillo hazían lo mismo, tenían en lo alto levantadas dos banderas, y el tercio de Nápoles que cerca d’él estava hazia gran estorvo y daño a los arcabuceros que de lo alto disparavan. Y estando en esto, disparó el castillo una gran pieça con la qual mató cinco mosqueteros del tercio de Nápoles, que a los dos d’ellos les llevó las cabeças, y a otro le dio por una hijada que le despedaçó el medio cuerpo, y la misma bala llevó a otro una pierna por la rodilla, y a otro un braço, de que murieron…”

[DE ESCOBAR, Antonio – CAPÍTULO XXVIII]

“…Haviendo durado la batería día y medio sin haver echo ningún effecto a causa del terrapleno, fue el Duque a reconocer el castillo y llevó consigo los ingenieros, y acordó de mudar la batería. Y a los once de agosto, quando amanecía, estava nuestra artillería duzientos passos más cerca del castillo por un lado a la parte de la marina para tentar por allí si estava también terrapleno, y batiole todo aquel día con veynte pieças. Y a puesta de sol, el Duque salió a ver la batería y a reconocer otra vez por aquella parte el castillo, del qual vino una gran bala que dio junto a donde el Duque estava, y quando anocheció tenía abierto el castillo por la parte alta de un gran lienço, que por aquel costado tenía, un boquerón que llegava ya del medio abaxo, y de ancho bien ocho varas de medir. Y el día siguiente, en siendo el alva, prosiguió la batería por la misma parte y le yva derribando y abriendo más abaxo, de manera que se descubría una plaça de armas, que en medio del castillo havía, encima del terrapleno, y también le havían derribado por una esquina otro gran pedaço. Y entendiose que la noche antes havían sacado del castillo dos barcas cargadas de muertos y heridos y los llevaron a Belén. Tenía el castillo una puerta falsa pequeña del otro cabo de la batería que salía a la marina, por la qual algunas vezes salían arcabuzeros por detrás de unas peñas y disparavan y bolvíanse al castillo. Y estando algunos de los nuestros junto a él, echaron de lo alto ingenios de fuego con que quemaron tres soldados de diez que havían ganado una peña que a una esquina d’él estava dentro en el mar, para ayudar a defender mejor desde allí que no le entrasse socorro ni pudiessen salir los de dentro. (…) Estava otro castillo frontero d’este dentro del mar, a tres millas, en una ysleta, el qual se llama San Miguel de Barra, y también estava rebelde. Éste defendía la entrada de la barra para que nuestras naves no tuviessen passo para llegar a pelear con el armada portuguesa, que estava cinco o seys millas más abaxo junto a la torre de Belén…”.

[DE ESCOBAR, Antonio – CAPÍTULO XXIX]

A lo largo del capítulo hemos estado viendo las operaciones desde una visión ‘técnica’ e histórica, pero resulta esencial resaltar la parte humana de los hechos, documentados por el autor del libro, destacados en los párrafos anteriores como es ‘el arriesgado oficio de soldado’ tanto en aquella época como en la actualidad.

Normalmente se destaca el heroísmo en las acciones bélicas, pero no se deben olvidar las bajas que en la mayoría de los casos no resultan tan heroicas como ya vimos en la huida al final de la Batalla de Alcántara y se ha vuelto a recordar en la toma del castillo de San Gián.

¡Vamos a por la última!

Terminamos en una semana.

Vicente Medina

 

BIBLIOGRAFÍA

  • DE ESCOBAR, Antonio

Relación de la felicíssima jornada… que hizo… don Felippe… en la conquista de Portugal, ed. de Amparo Alpañés Anexos de la Revista Lemir (2004) ISSN 1579-735X

  • HistoCast 150 – Álvaro de Bazán y las Islas Terceiras
  • GÓMEZ BELTRÁN, Antonio Luis

Islas Terceiras. Batalla Naval de San Miguel, ediciones Salamina

  • ASTRANA MARÍN, Luis

Vida ejemplar y heroica de Miguel de Cervantes Saavedra, Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes

 

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