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Las mujeres en España representan más de la mitad de la población. Se alzan las voces de algunas que pretenden “revindicar” sus derechos con acciones violentas y ofensivas. ¿Es esto lo que queremos para la sociedad?

María Menéndez, Presidenta de la Asociación de Familias Numerosas de Madrid afirma que “Para corromper y manipular a la sociedad basta con manipular a la mujer”. Insiste en que más que “revindicar” es necesario “legislar a favor de la maternidad, del matrimonio y de la familia, tres ámbitos donde es importante e insustituible el papel de la mujer».

Esta madre de nueve hijos comparte su visión sobre los temas polémicos acerca de la mujer en una entrevista exclusiva para Enraizados.

El feminismo al principio buscó defender derechos fundamentales de la mujer, se desvió y tenemos féminas que se desnudan para llamar la atención. ¿Cómo podemos reconducirlo?

Parece contradictorio buscar la igualdad mostrando lo característico de la mujer. En lo que somos iguales, hombre y mujer, es en la dignidad de personas. Si desechamos esa dignidad no podremos reconducir los derechos de las mujeres como personas.

Una manera sería legislar a favor de la Maternidad, del Matrimonio y de la Familia, tres ámbitos donde es importante e insustituible el papel de la mujer.

¿Qué opina sobre las reivindicaciones de las Femen?

Las Femen reivindican, en cambio, su salida de la maternidad, del matrimonio y de la familia. Van contra la dignidad de la mujer. Se imponen y quieren dominar, hacen lo mismo que lo que denuncian.

¿Qué piensa de las políticas de conciliación de la vida familiar y laboral para hombres y mujeres en Europa? ¿Cree que son suficientes? ¿Qué incluiría o quitaría?

Son bastante escasas, a excepción de algunas empresas privadas, la conciliación es casi inexistente. Además, solo se entiende para que el hombre haga lo mismo que la mujer y se desdibujen sus papeles. No creo en la conciliación que dice que después de un parto, el hombre se queda con el bebé y la mujer se incorpora al trabajo.

Son claramente insuficientes y presionan para elegir: o trabajar o quedarse en casa y esto último está mal visto. Debía fomentarse la complementariedad de la vocación familiar con la vocación profesional, para quien la tenga y la quiera desarrollar.

¿Cómo comunicar que la realización de la mujer al complementarse con el hombre conlleva crecimiento y no es un rol de dependencia?

El hombre y la mujer es “la unidad de dos”, no solo es el uno con el otro sino también el uno para el otro. La mejor forma de comunicar esto es el ejemplo: matrimonios que duren en el tiempo, familias estables.

 ¿Cómo comunicar la vocación de servicio, de entrega, de generosidad de sacrificio a las mujeres, hombres, hijos e  hijas en medio de una sociedad a la que pensar en los demás antes que en uno mismo le supone violencia?

Pues mostrando nuestras familias a la sociedad. Que se vea que el papel de padre es de servicio al hijo, que el del hijo es de servicio también al hermano y al padre, que el papel del profesor es de servicio al alumno… Lo que tengo lo empleo en mantener a la familia, a los hijos, no dejar de tener más hijos para mantener un status.

¿Crees que existe un desequilibrio en la sociedad porque la mujer no se encuentra a sí misma y se ha empeñado en ser igual al  hombre? ¿Cómo hacer una revolución femenina en pleno siglo XXI?

La justa oposición a la dominación del hombre sobre la mujer no puede conducir a la “masculinización” de la mujer. Cuando lo hace es cuando se encuentra perdida, no se encuentra, mejor dicho.

No es que haya que hacer una revolución en este siglo XXI, es que seguimos luchando para que la dignidad de la mujer sea igual a la del hombre, como personas que son. Mientras se acuse a la mujer por infidelidad y al hombre no, estaremos pendientes de hacer una revolución femenina, pero no para que nos dejen ser infieles sino para que el hombre se esfuerce en la fidelidad en el matrimonio, por ejemplo.

Otro ejemplo, la lapidación a las mujeres, se lucha contra ello defendiendo la libertad de la mujer para hacer lo que quiera, pero no se defiende el error de la lapidación por ser una manera injusta de que el pecado cometido sea culpa solo de la mujer.

O en los casos de aborto, cuando el hombre deja sola a la mujer, ella paga por su pecado, pero solamente paga ella y paga sola.

¿Cuál consideras qué es la principal aportación que puede hacer la mujer a la sociedad? ¿Crees que hay una característica o una palabra para definirla?

Su principal aportación es la maternidad, complementa al hombre, formando así una familia. Esto da la consistencia a la sociedad para ser equilibrada, justa y ordenada.

¿Cuál es el reto principal al que te enfrentas como madre de familia?

Levantarme todos los días con la misma fuerza y la misma ilusión y la misma alegría de volver a empezar de nuevo cada día en el cuidado y educación de mis nueve hijos, junto con mi marido.

¿Qué aconsejarías a las mujeres jóvenes que quieren casarse y tener hijos pero que no se animan porque creen que la “sociedad y el dinero no lo permiten”?

Una cosa es que las circunstancias y los tiempos marquen nuestro modo de vivir y otra cosa es que el mundo nos diga lo que tenemos que hacer y el dinero marque nuestras prioridades. Formar una familia supone un esfuerzo pero merece la pena; es más, es casi lo único que merece la pena.

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