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A lo largo de 2012, la persecución a los cristianos en China se ha intensificado, según un nuevo informe de China Aid, una organización con sede en Texas que monitorea la libertad religiosa.

El número de casos de persecución aumentó en 2012, por séptimo año consecutivo. Pero a pesar de la persecución, el cristianismo está creciendo en China, ganando más y más adeptos.

Si el gobierno chino logra sus deseos, la religión no se practicará en absoluto dentro de sus fronteras. Pekín teme a una autoridad superior, y también le horroriza cualquier grupo que sea capaz de organizarse, sobre todo en torno a una ideología o creencia.

Pero como le ha sido imposible erradicar la religión, China está intentando controlarla, creando una burocracia religiosa que supervise toda práctica religiosa. La Administración Estatal de Asuntos Religiosos tiene autoridad sobre las iglesias católica y protestante, pudiendo elegir a sus líderes,  decidir con qué frecuencia se hacen los servicios de adoración, supervisar las actividades, e incluso censurar el contenido de los sermones.

Es comprensible que muchos cristianos chinos no se sientan cómodos con la influencia que ejerce el gobierno dentro de la iglesia. Por ello, millones de católicos y protestantes están ejerciendo su fe fuera del marco oficial, en iglesias subterráneas o en casas.

Algunos cristianos chinos asisten a iglesias no autorizadas. El crecimiento de estas iglesias no oficiales también se ha producido en función de la demanda y estas iglesias han cubierta la necesidad de los cristianos de participar, aprender y compartir su fe. China Aid informa que el año pasado, Pekín se centró especialmente en la erradicación de estas iglesias.

Este esfuerzo de Pekín por erradicar estas iglesias sitúa  los cristianos en una situación insostenible. Aunque la persecución ha empeorado, los cristianos han hecho progresos en el último año.

En este contexto, el informe de China Aid adquiere mayor relevancia. No sólo porque documenta los abusos de China sobre su ciudadanos, sino también porque amplifica los avances de los cristianos chinos a pesar de la persecución, lo que demuestra su fe y perseverancia.

Fuente: National Review

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