Mons. Martin Wu Qinjing celebró su instalación pública como Obispo de Zhouzhi, China el pasado 10 de julio. El hecho, que podría parecer un suceso relativamente común, tiene un ingrediente particular y característico de las restricciones a la vida de la Iglesia en China: El prelado tuvo que esperar 10 años a que el Estado reconociera oficialmente su ministerio y le permitiera ejercerlo abiertamente. Mons. Wu fue ordenado Obispo en 2005 y desde entonces su labor fue restringida por las autoridades.
La instalación, finalmente celebrada tras el reconocimiento de la Asociación Católica Patriótica China (de carácter oficialista) y del Consejo de Obispos bajo control gubernamental, tuvo lugar en la Catedral de Zhouzhi y contó con la presencia de unos 70 sacerdotes, según informó la agencia Asia News. La ordenación episcopal de Mons. Wu, celebrada en 2005, permaneció en secreto hasta 2007 a causa de las presiones de las autoridades sobre el prelado, quien en septiembre de ese año fue arrestado y puesto en prisión domiciliaria en el Seminario Menor de Xi’an. Más adelante se le permitió salir dentro de la ciudad y realizar visitas ocasionales a su Diócesis, siendo necesario que sus sacerdotes y fieles tuvieran que ir a visitarlo de manera constante para posibilitar su gobierno de la Iglesia. Mons. Wu fue educado en el Seminario Menor de Zhouzhi y en el Seminario de Sheshan en Shanghai y ordenado sacerdote en 1996. Fue profesor del Seminario de Shaanxi en 1998 y viajó a Estados Unidos a formarse más profundamente en Liturgia, Espiritualidad y Dirección Espiritual. En 2005 regresó a China y fue nombrado Obispo, ministerio que finalmente puede ejercer abiertamente. Con información de Asia News. Fuente: GaudiumPress |