En esta batalla cultural en la que estamos inmersos, algunos de nuestros políticos, entre ellos la ministra Irene Montero, dicen que rezar es un delito.

En su plan para eliminar cualquier rastro de Dios en nuestra sociedad han reformado hasta el código penal para imponer penas incluso de cárcel para las personas que recen ante cualquier abortorio.

Quieren que olvidemos que la vida es el mayor don y que como don siempre hay que protegerlo. Que es un derecho que hay que defender y que tenemos la responsabilidad de ayudar a los más débiles y vulnerables.

Están empeñados en imponernos una cultura de la muerte donde los más indefensos no tengan voz.

Y en su plan para ello ya se llega hasta a reformar el código penal para crear un delito concreto que pene rezar. Nos quieren cancelar, nos quieren callar y silenciar.

Un atentado en toda regla al derecho de la libertad de expresión y religiosa.

Y nosotros nos preguntamos ¿Qué será lo siguiente?

Creemos que como católicos no podemos quedarnos callados ante tal atropello contra nuestra libertad de expresión y religiosa y debemos ser conscientes de lo que nos estamos jugando.

Es por eso que asistiremos a la marcha que han convocado varias entidades, asociaciones y particulares con el lema #rezarnoesundelito, el día 26 de febrero.

Un acto de oración público que partirá a las 11.30 h de la plaza de Cuzco para ir hasta la clínica Dator, muy cercana, para allí rezar juntos el Rosario. Y no nos quedamos ahí, además hemos diseñado estas camisetas especiales con el lema #rezarnoesundelito y con el Sagrado Corazón de nuestro Señor Jesús para dar testimonio ese día y todos los demás de nuestra fe, de nuestras creencias. En definitiva, de que somos personas que apostamos y defendemos la vida por encima de todo.

 

Solicítala aquí

Puedes recogerla el mismo día 26 en la marcha entre las 11 y las 11.30, en la plaza de Cuzco, (en el exterior del edificio Cuzco IV) o te la enviamos a la dirección que nos des en los días siguientes a la concentración, a partir del 1 de marzo.

Porque los católicos debemos ser luz para el mundo. Debemos ser testigos del Evangelio, sin miedo y con la esperanza de construir un mundo mejor.

Es un hecho que el mal avanza y triunfa cuando “los buenos” no hacen nada.

Porque rezar no es un delito diga lo que diga la ministra Montero y sus colaboradores. Es más, el mundo necesita hoy más que nunca de la oración.

Pide aquí tu camiseta, no te quedes sin ella

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