#EspañaEnLaHistoria. Batalla de Lepanto. Comienza la batalla

#EspañaEnLaHistoria. Batalla de Lepanto. Comienza la batalla

Ya con las dos flotas en orden de batalla, los cristianos a remo y los otomanos con todo el trapo desplegado, en el último instante el viento del Este roló al Oeste deteniendo el avance de la flota turca y lo que era más importante provocando que en la batalla el humo de la artillería cristiana se les echara encima.

 

Fuera por lo que fuese lo que al final ocurrió es que la batalla se dividió en tres partes, las primeras unidades en chocar fueron la del ala izquierda cristiana al mando de Barbariego y la de Siroco por los otomanos, el objetivo de estos segundos era doblar al ala cristiana acercándose a la costa todo lo posible, por parte de los cristianos sus esfuerzos eran evitar dicha superación, en el combate las galeras otomanas dejan un hueco entre ellos y el centro que es aprovechado por el veneciano Marco Quirini que con las naves del Papado y de Génova logran penetrar por el hueco superando a las turcas, estas probablemente por la cercanía a la costa en lugar de servirles de apoyo para su defensa su proximidad se convirtió en una insoportable tentación que les llevó a echarse a la playa y huir del combate.

Con la victoria en el ala izquierda cristiana el combate se desplaza al centro donde la flota turca choca contra el muro formado por las 6 galeazas que hacen dudar a algunas de las galeras enemigas y separarse rompiendo la formación a todas ellas, a partir de ese momento el objetivo es buscar a las capitanas de uno y otro bando, al final la Sultana y la Real entran en combate y con ellas el resto apoyando las unas a la primera y las contrarias a la segunda.

El combate entre la Sultana y la Real es confuso en unas ocasiones la victoria se decanta por un bando y en el siguiente por el otro.

Al final la llegada de la flota de Don Álvaro de Bazán reforzando a la Real con 200 hombres hace caer la balanza de la parte cristiana dando fin al combate con la muerte de Alí, al igual que la muerte de Siroco había dado fin al combate en el ala izquierda.

 

Pero…

Durante todo este tiempo, ¿Qué estaba ocurriendo en el ala contraria?

Uluch Alí al mando del cuerno izquierdo otomano viendo su superioridad en naves, mas de 90 entre galeras y galeotas, toma rumbo Sur-Suroeste tratando de superar a la flota de Juan Andrea Doria forzando a este a seguirle y dando lugar a una de las principales controversias de la batalla, unos autores afirman que fue un error de Doria y otros que fue un acierto, el hecho es que Uluch Alí empujo a Doria hasta el punto que el otomano pudo girar en redondo logrando poner proa a la batalla echándose encima del centro cristiano.

El tremendo golpe se lo llevaron las galeras de Malta y de Saboya que fueron arrasadas y así hubiese seguido sucediendo con el resto de la flota cristiana salvo por la aparición del grupo de Cardona y la reserva de Bazán que dio tiempo a que regresaran las naves de Doria poniendo en fuga a Uluch Alí con solo 16 galeras, abandonando las capturas realizadas.

Con la huida de Uluch Alí finalizaba la batalla y empezaba el recuento de bajas propias y contrarias, se calculan unas 40 (12 en combate) naves cristianas perdidas y unos 8000 hombres, frente a casi 200 (130 capturadas útiles) naves turcas y 30000 hombres muertos y 5000 prisioneros, liberándose unos 12000 cautivos cristianos.

 

Algunos autores enumeran algunas claves de la victoria cristiana:

  • Mayor poder artillero de las naves.
  • Mayor uso de las armas de fuego frente al mayor uso del arco y flecha por parte otomana.
  • Mayor dotación de fuerzas en las galeras cristianas.
  • Mayor protección de los soldados cristianos con peto, rodela, casco,…
  • Don Juan de Austria haciendo caso a la recomendación de Don García de Toledo había rebajado los espolones de las naves cristianas esperando hasta el último momento a abrir fuego con la artillería sobre la flota otomana.
  • Sobre las galeazas unos las ponen como clave de la victoria y otros no las dan tanta relevancia.

 

En cualquier caso la victoria cristiana se produjo y tuvo las consecuencias que la Historia nos ha enseñado.

Aunque la Santa Liga oficialmente permaneció hasta 1574 la verdad es que ya tuvo poca actividad pero para España significó que la presión y el apoyo otomano sobre las plazas del norte de África desaparecieron al igual que se redujo la presión sobre la costa del Levante Español y especialmente el apoyo a los moriscos.

Ninguna flota otomana ya se aventuró al Mediterráneo Occidental aunque la piratería berberisca continuó como ya se ha indicado hasta la paz conseguida en el reinado de Carlos III con Marruecos, Argel y Túnez.

Por parte de Venecia se produjo lo que ya se esperaba por todos los reinos cristianos, negoció con el turco acordando la paz, bastante vergonzosa, a cambio de mantener el comercio comprometiéndose a realizar elevados pagos anuales al Imperio Otomano a cambio de mantener un imperio comercial que tocaba a su fin herido mortalmente por la creación de las nuevas rutas comerciales que se iban abriendo por portugueses y españoles.

Y en general los reinos cristianos volvieron a lo que mejor se les daba y se les sigue dando como es…

¡Pelear entre ellos!

 

Vicente Medina

#EspañaEnLaHistoria. Batalla de Lepanto. Empieza la caza

#EspañaEnLaHistoria. Batalla de Lepanto. Empieza la caza

¡Ahora pongámonos la gorra de ese siglo!

Lo recuerdo para todos aquellos que tengan la tentación de juzgar a nuestros protagonistas llevando las tecnologías del siglo XXI al XVI.

La navegación, los medios técnicos, el conocimiento de la meteorología,… no se aproximaban ni de lejos a los actuales.

¡Y ni hablar de tener satélites ni llevar un GPS en la muñeca!

 

Pero, volviendo a la Historia.

La flota esperó en Mesina al regreso de Gil de Andrade que traía noticias desde el Levante y finalmente el 15 de septiembre decidieron enviar de avanzada hasta Tarento a César Ávalos donde debería esperar a la llegada de toda la flota posteriormente, desde ‘el tacón de la bota italiana’, darían el salto a la isla griega de Corfú buscando a la flota turca.

La marcha se establecía en 4 cuerpos, por delante de todos ellos 8 galeras exploradoras al mando de Don Juan de Cardona, el primer cuerpo al mando de Juan Andrea Doria con 54 galeras, el segundo mandado por Don Juan de Austria con 64 galeras, en tercer lugar con Agustino Barbariego y 53 galeras, y por último la flota de socorro o reserva con 30 galeras al mando de Don Álvaro de Bazán.

Cada uno de los tres primeros cuerpos navegaban con 2 galeazas por cada uno de ellos, las galeazas son mayores que las galeras y mucho más fuertemente artilladas constituyendo verdaderos ‘castillos flotantes’, quizás se inspiraron en el magnífico resultado proporcionado por el galeón veneciano de Alejandro Condulmiero en la batalla de Préveza que se comportó como toda una fortaleza flotante.

La flota navegaba lista para entrar en combate preparados para adoptar la formación en águila en el momento que fuese necesario: La cabeza del águila serían las 6 galeazas, el ala o cuerno izquierdo sería mandado por Barbariego, el cuerpo o centro por Don Juan y el cuerno derecho sería para Juan Andrea Doria.

A la llegada a Corfú por fin recibieron la información que la flota turca al mando de Alí Pachá se encontraba fondeada en el Golfo de Lepanto formado por 210 galeras y 63 galeotas, naves algo más pequeñas que las galeras, con 35.000 hombres, de los cuales 2.500 eran jenízaros.

Se organizaban igualmente en cuatro escuadras y en la batalla igualmente se dispondrían en formación de águila, pero en este caso sin disponer de la cabeza con las galeazas empleadas en el caso de la flota cristiana, el cuerno derecho al mando de Mahomet Siroco con 54 galeras y 2 galeotas, en el centro para Alí con 87 galeras y 8 galeotas, finalmente el cuerno izquierdo se dio al corsario Cara Hosia (Khodja) con 61 galeras y 32 galeotas. El socorro o reserva sería para Murat Dragut con 8 galeras y 21 galeotas o fustas, nave inferior en tamaño a la galeota.

En total por una y otra flota se podría hablar entre soldados, marinos y galeotes de unos 80.000 hombres por cada bando, algunos autores elevan la cifra total a 200.000 los que finalmente participaron en el combate.

La orden de uno y otro general era buscar, encontrar y combatir a la flota contraria pero el movimiento de cada uno de ellos fue diferente, mientras que Alí prefirió esperar en el golfo con la ventaja y protección de la artillería de la costa, Don Juan dio orden de descender por la costa griega en busca de la flota enemiga, encontrándose ambas el 07 de octubre de 1571.

Durante las jornadas de navegación la flota cristiana se encontró continuamente con viento en contra por lo que la flota de vela quedó atascada en Corfú mientras que las galeras navegaron hasta Lepanto a fuerza de remo.

Por el contrario la flota turca tuvo viento favorable en su aproximación a la cristiana ¡salvo en el último y más decisivo momento!

 

Ya no tenemos alternativa, ha llegado el día en que todo se decidirá.

¡Mañana será la Batalla de Lepanto!

 

Vicente Medina

 

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