“España y Europa no puede mirar permanentemente para otro lado ante la falta de libertad religiosa en China”
Este viernes, 27 de octubre, se celebra el Día de la Libertad Religiosa
Al menos dos obispos están privados de libertad en el país asiático
“La libertad religiosa es la prueba de algodón del resto de derechos, ya que incumbe lo más intrínseco de la persona, es decir, sus creencias”, afirma el presidente de Enraizados
Este 27 de octubre se celebra el Día de la Libertad Religiosa. En China, uno de los países más poderosos del mundo, sigue sin existir y los fieles cada vez están más vigilados y perseguidos. El país comunista solo permite cinco creencias: budistas, taoístas, musulmanes, católicos y protestantes. Otras, como los cristianos ortodoxos, están prohibidas. Las religiones permitidas cuentan con “asociaciones patrióticas” que son fuertemente vigiladas. Si no se está dentro de estos grupos oficiales, son creyentes clandestinos, que son perseguidos abiertamente.
En el caso de la Iglesia Católica, al menos dos obispos están privados de libertad. Son Monseñor Ma Daqin, obispo de Shanghái, en arresto domiciliario desde su ordenación en julio de 2012, y Monseñor Shao Zhumin, prelado coadjutor de la diócesis de Wenzhou, que se cree que está bajo vigilancia policial, junto con otros dos sacerdotes, desde mayo de este año.
Cristianos protestantes también están encarcelados, como es el caso de la pastora Xinhai Shizhen, su hija Xu Yuqing y su nieto de tres años Xu Shouwang, de tres años, arrestados a finales de septiembre. La policía china ha demolido además numerosas cruces y registra templos católicos y protestantes constantemente.
El presidente Xi Yinping, que ya es llamado “el Mao del siglo XXI”, ha implantado la “chinización” de las religiones y la “independencia de la influencia extranjera y la sumisión al Partido Comunista” de estas desde la entrada en vigor en 2015 de la Ley de Seguridad Nacional. En septiembre de este año, estas reglas fueron endurecidas.
José Castro Velarde, presidente de la Asociación Enraizados, afirma que “España y Europa no pueden mirar permanentemente para otro lado ante la falta de libertad religiosa en China. Cuando se realizan acuerdos comerciales con este poderoso país, se obvia los ataques a los derechos humanos y la falta de libertades, como la libertad religiosa”.
“Por ello, pedimos a España, la Unión Europea y los organismos internacionales que hagan un esfuerzo diplomático y apliquen medidas a China para que mejore la libertad religiosa en el país”, prosigue Castro Velarde. “Mientras tanto, muchos creyentes están sufriendo. La libertad religiosa y de conciencia es la prueba de algodón del resto de derechos, ya que incumbe lo más intrínseco de la persona, es decir, sus creencias”, concluye.
La Asociación Enraizados ha pedido en numerosas ocasiones al Gobierno de España, a la Unión Europea y a Naciones Unidas que medien y pidan la libertad de los cristianos privados de libertad.