#EspañaEnLaHistoria. 11 de septiembre de 1541. Inés Suárez, decisiva en la defensa de Santiago de Chile

#EspañaEnLaHistoria. 11 de septiembre de 1541. Inés Suárez, decisiva en la defensa de Santiago de Chile

En 1541, la ciudad de Santiago de Chile no era más que una pequeña aglomeración de edificios de madera, construidos en un punto elevado, junto al rio Mapocho y débilmente defendida por una frágil empalizada. El 9 de septiembre, su fundador Pedro Valdivia había salido en expedición dejando para su defensa a tan solo 55 soldados. Los indígenas lo sabían y decidieron organizar un ataque empleando varios miles de efectivos. Difícil de evaluar, pero se estima entre dos mil y ocho mil. Lo que no sabían es que en su interior se encontraba también una mujer: Inés de Suarez.

¿Quién era esta mujer? ¿La esposa de algún dignatario? ¿Una noble de alta alcurnia? Nada más lejos de la realidad. Era una costurera nacida en Plasencia que llegó a Santiago en la expedición de fundación, en calidad de compañera sentimental de Pedro de Valdivia. Una mujer de humildes orígenes que había conseguido participar en la expedición de forma no totalmente legal, no podía ser un ser normal. Inés de Suarez no lo era y los indígenas en rebelión no contaban con ello.

En la ciudad habían quedado, custodiados por los soldados, siete caciques. Los rebeldes reclamaban su liberación. Los defensores, cuando el mismo 10 de septiembre se dieron cuenta del ejército hostil que se les venía encima, propusieron aceptarlo como muestra de buena voluntad. A ello se opuso enérgicamente Inés, que tenía un carácter de lo más fuerte, ya que logró imponerse en un consejo de guerra donde el más pusilánime de los participantes podía vanagloriarse de haber realizado hechos inverosímiles.

Durante todo el día 10, los españoles utilizaron las fuerzas a caballo para evitar el acercamiento de los indígenas a las frágiles empalizadas, pero al caer la noche tuvieron que reagruparse en el interior del cercado y sufrieron un ataque con flechas incendiarias que provocaban fuegos constantemente. Al alba del día 11, nadie en la ciudad pensaba en ver el atardecer. Solo pensaban en la mejor forma de morir y algunos propusieron de nuevo, la liberación de los caciques. De nuevo la acción de Inés fue decisiva. No se sabe muy bien si de su propia mano o bajo sus órdenes directas, el caso es que se cortaron las cabezas de los siete caciques que fueron lanzadas a la multitud atacante por encima de las empalizadas. Al mismo tiempo se ordenó una salida general, que ahuyentó a los atacantes. Cuando Valdivia regresó de su expedición, la situación estaba bajo control.

En otra ocasión contaremos el epilogo de la historia, ya que, recordemos, Pedro estaba legalmente casado con otra mujer en España y esto, que no era infrecuente en aquella época, no podía ser obviado para alguien que ostentaba los títulos de Gobernador y Capitán General.

De todas formas quedémonos con la idea principal: Inés de Suarez, una mujer de orígenes humildes, de trayectoria humana muy difícil, fue decisiva en el mantenimiento de Santiago de Chile bajo el control del Imperio Español y en la presencia de España en este magnífico país del sur de América.

Manuel de Francisco

http://alfonsosolerhistoria.blogspot.com/2013/05/ines-suarez.html

#EspañaEnLaHistoria. Primera guerra civil castellana

#EspañaEnLaHistoria. Primera guerra civil castellana

En estos tiempos en los cuales se insiste tanto en el «empoderamiento» de la mujer, echar la vista atrás en la historia y encontrarse con la esposa de Alfonso XI de Castilla, María de Portugal, de un lado y a la amante del rey Leonor de Guzmán es hallar un ejemplo palpable  y sangriento de la presencia activa de la mujer en el devenir de los pueblos.

La esposa, madre del legítimo sucesor Pedro I de Castilla, se topó con la decisiva presencia de la amante de su marido, la cual, fértil hasta darle diez bastardos, apostó por su hijo Enrique de Trastámara. El rey Pedro, enfrentado a la nobleza, tuvo que sufrir el constante intento de recorte de sus atribuciones amen de su capacidad de desarrollo político.

Esa nobleza castellana, mientras tanto, apoyaba las aspiraciones del bastardo Enrique, tanto así que el pueblo se apercibió de que estaban puestas en peligro la vigencia de una serie de leyes promulgadas en las Cortes de Valladolid en 1351, facilitadoras del comercio, la artesanía y la seguridad en los caminos y villas castellanas. Tales fueron las razones por las cuales se le dio al Rey Pedro el sobrenombre de Justiciero, fruto de un gobierno popular a instancias de su amante, María de Padilla. Mas tal sobrenombre tuvo poco éxito; al enterarse de la traición de su antiguo favorito, Juan Alfonso de Albuquerque, promotor de una rebelión con hermanos bastardos con el rey de Aragón Pedro IV, Pedro acudió a Toledo donde castigó con todo rigor a los sublevados, incluidos tres hermanastros bastardos, mutando desde este momento el Justiciero por el Cruel.

Enrique, regresado de Francia, depuso al Rey Pedro y se proclamó rey en el monasterio de las Huelgas. A partir de tal hecho, acaecido en 1366, Pedro el Cruel logra reunir un gran ejército integrado por castellanos adeptos, moros y judíos, dejando de lado la defección del Príncipe Negro, Eduardo de Lancaster, horrorizado por la cruenta conducta de su entonces aliado, el Rey Pedro. Ese acudió con su ejército en búsqueda de su hermanastro, hallándolo bajo las almenas del castillo de Montiel, Ciudad Real. La batalla fue sangrienta, logrando Enrique reducir a la impotencia a las fuerzas  de Pedro, obligándole a refugiarse en el interior de la fortaleza el 14 de marzo de 1369.

Pedro I, desesperado, intentó un acuerdo negociado pretendiendo rendirse a Bertrand Du Guesclin, condestable francés, entonces experto comandante francés del ejército de Enrique. Creyéndole más asequible a sus deseos, Pedro se dejó guiar, ingenuamente, hasta el campamento de Enrique para, sin apercibirse, presentarlo el francés ante su mismísimo hermano, el Rey bastardo. Ambos se enfrascaron en furibunda lucha a muerte, y, Pedro casi logra la de su hermanastro, colocándose encima de él para apuñalarlo. Sin embargo, en ese preciso instante surgía de la boca del condestable una frase que ha pasado a la historia; «Yo no pongo ni quito a rey: solo ayudo a mi señor», al tiempo que provocaba que Pedro cayese a los pies de Enrique. Este, sin miramiento alguno, lo acuchilló repetidas veces hasta provocarle la muerte.

El cuerpo de Pedro el Cruel fue decapitado, su cabeza lanzada a un camino y el resto colocado entre dos tablas y colgado de las murallas del castillo de Montiel, para general conocimiento del coste de rebelarse contra el que ya era Rey de toda Castilla, con el nombre de Enrique II. Enrique de Trastámara recompensó a sus aliados, pero supo también defender los intereses del reino de León y Castilla.

En política interior, inició la reconstrucción del reino; protegió a los judíos y moros, empero haberse rebelado durante la guerra civil; trasformó la administración real, convocando numerosas Cortes. Asimismo incorporó definitivamente al patrimonio real el señorío de Vizcaya tras la muerte de su hermano Tello de Castilla. Falleció el 30 de mayo de 1379, y mientras sus entrañas están sepultadas en la Catedral de Santo Domingo de la Calzada, en la Capilla de los Reyes Nuevos de la Catedral de Toledo, reposan sus restos mortales.

Francisco Gilet

Fuente:

Valdeón Baruque, Julio: Pedro I el Cruel y Enrique de Trastámara: ¿la primera guerra civil española?, Aguilar, 2003.

 

#EspañaEnLaHistoria. Beatriz de la Cueva es nombrada Gobernador de Guatemala

#EspañaEnLaHistoria. Beatriz de la Cueva es nombrada Gobernador de Guatemala

Tal día como hoy, en 1541, el Cabildo Guatemalteco nombró a Beatriz de la Cueva Gobernador y Capitán General de Guatemala. No nos confundan los nombres. La Capitanía de Guatemala llegó a abarcar las actuales Repúblicas de Guatemala, Belice, El Salvador, Honduras, Nicaragua y Costa Rica, además del estado mexicano de Chiapas y las actuales provincias panameñas de Chiriquí y Bocas del Toro. La sede se encontraba en la actual Antigua Guatemala y basta observar los edificios de la época de gestión española para darse cuenta de la importancia de la ciudad y del cargo.

¿Cómo rayos llegó una mujer a semejante cargo y a mediados del siglo XVI?

Beatriz de la Cueva nació en 1490 en la ciudad de Úbeda​ en el Reino de Jaén. No. No es una errata del autor. El reino de Jaén existía en esta época y era simplemente el nombre de una de las jurisdicciones administrativas de la época.

No se conoce la formación que recibió, pero debió ser muy esmerada y no se limitó a lo que el vulgo cree que era la norma en la España de 1490. Sabía leer y escribir y conocía lo suficiente de leyes para desenvolverse con soltura a la hora de redactar codicilos y proclamas. El caso es que su hermana mayor, Francisca de la Cueva, se había casado con Pedro de Alvarado, uno de los que participaron en la conquista del Imperio Azteca. Francisca falleció nada más desembarcar en América. La mortandad entre españoles era de igual calibre que entre los indígenas. Ambos no estaban preparados para entrar en contacto con patógenos de ambos lados del Atlántico.

Beatriz aprovechó la ocasión y convenció a Pedro que casarse con ella era un buen negocio. Se casaron, organizaron una expedición a Guatemala y una vez allí, Pedro se fue hacia el norte a la conquista de nuevas tierras (no había tenido bastantes aventuras) y Beatriz se quedó en Guatemala.

A Pedro se le acabó la buena suerte y murió luchando en el centro del actual México durante la llamada guerra del Mixton. Entonces ocurrió lo extraordinario. Reunido el Cabildo de Guatemala, se nombró Gobernador y Capitán General a Beatriz de la Cueva. No era un nombramiento desde la cúspide del imperio, era un acuerdo votado legalmente (hoy diríamos democráticamente) entre los vecinos de la ciudad. A pesar de lo poco que sabemos de Beatriz, no cabe duda que era una persona muy capaz como político.

De sus capacidades como gestoras, no sabemos nada. Dos días después de su nombramiento, unas fuertes lluvias provocaron un alud que arrasó la capilla donde Beatriz se había refugiado con su sequito. Parece que no hubo sobrevivientes.

Sirvan estas líneas como homenaje a las mujeres españolas que contribuyeron positivamente a la epopeya de ultramar. No eran en absoluto floreros y sus tareas no tenían más límite que sus capacidades e imaginación.

Manuel de Francisco

Fuentes:

La primera gobernadora de Guatemala

 

 

#EspañaEnLaHistoria. Camino a Lisboa

#EspañaEnLaHistoria. Camino a Lisboa

El conflicto que se vivía ya desde hace años en las Molucas no lo decidirían las victorias sino el desgaste de las fuerzas y en especial la falta de abastecimiento de los contendientes.

El día 22 de Mayo llegaron de Malaca, para socorro de los portugueses de Terrenate, seis navíos, que constaban de un galeote, un bergantín, tres navíos y un junco grande, al  mando del capitán Gonzalo García de Acevedo. Condujo esta armada 150 hombres, y todos los que estaban en la fortaleza eran 190.

Se acercaba la salida de Tidori de la nao Florida, del mando de Álvaro de Sayavedra, con destino á Nueva España, y el capitán Hernando de la Torre participaba por ése buque á S. M., con fecha de 11 de Junio de 1528, el Diario de todo el viage desde la salida de la Coruña, y los acaecimientos ocurridos en Molucas hasta aquella fecha

[FERNÁNDEZ DE NAVARRETE, p. 120]

Ante la falta de medios humanos y equipamiento, los capitanes Hernando de la Torre y Álvaro de Saavedra solo podían tomar dos medidas, el primero defenderse y el segundo informar a la mayor brevedad posible de los hechos que ocurrían en estas latitudes.

La nao Florida partió hacia Nueva España en junio de 1528 pero solo pudo llegar hasta la isla de los Ladrones (la actual Guam), la falta de agua y las condiciones de la nave les hizo imposible continuar el viaje volviendo a Tidori el 19 de noviembre de 1528.

Pero no se podía perder tiempo, ¡había que intentarlo nuevamente!

Al regreso de la nao de inmediato comenzaron las reparaciones que se requerían con toda urgencia, una vez finalizadas resultaba imprescindible regresar e informar al Emperador, al ser esencial conseguir la ayuda básica que permitiese mantener la presencia en esas tierras.

Por parte de Hernando de la Torre se propuso el regreso por el cabo de Buena Esperanza, pero Álvaro de Saavedra no dudaba en regresar a Nueva España; finalmente prevaleció el criterio de este segundo abandonando Tidori por segunda vez en mayo de 1529.

Como es ahora conocido el ‘tornaviaje’, no se lograría hasta 1565 por parte de otro de los protagonistas que estaban viviendo estos épicos años en las Molucas, Andrés de Urdaneta, por lo que como es de esperar la nao Florida no conseguiría el regreso a Nueva España como deseaba Álvaro de Saavedra, volviendo a Tidori el 8 de diciembre de 1529, en esta ocasión sin Saavedra muerto en el viaje.

Durante ese tiempo los acontecimientos se habían acelerado, los portugueses bajo el mando de D. Jorge de Meneses habían infringido graves daños a los castellanos que tuvieron que ir retrocediendo y abandonando los diferentes fuertes y naves, por lo que buena parte de los supervivientes de la nao Florida fueron capturados por las fuerzas portuguesas. El resto se reunió con los hombres mandados por Hernando de la Torre, Alonso de los Ríos y Andrés de Urdaneta, que se reagruparon en Gilolo al tomar los portugueses el control de Tidori.

Debido a enfermedades, hambre, ataques y contraataques en 1533 tan solo quedaban 17 castellanos cuando a través del portugués Tristán de Taide, recién llegado de la Península, se le hizo llegar la siguiente información a Hernando de la Torre (Tratado de Zaragoza de 1529):

“Los Malucos eran del Rey de Portugal, porque el Emperador se los había cedido por 30 años, por haberle dado mucho dinero para ayuda de la guerra de Italia. Hernando de la Torre vio aquellos papeles, y él y los castellanos se fueron con los portugueses á su fortaleza”.

[FERNÁNDEZ DE NAVARRETE, p. 151]

Finalmente, Hernando de la Torre embarcó para la India como primer paso de su regreso a España el 16 de febrero de 1534, según su propio diario.

Pero en las Molucas todavía quedaron Andrés de Urdaneta y Macías de Poyo, que no iniciarían su retorno hasta un año más tarde, partiendo de aquellas islas el 15 de febrero de 1535.

Llegando Andrés de Urdaneta y Macías de Poyo en la nao San Roque a Lisboa en julio de 1536, después llegaría Francisco de París y por último en la nao Gallega alcanzaría Lisboa Hernando de la Torre.

¡Habían transcurrido 11 años desde aquel lejano 24 de julio de 1525 en el que antes del amanecer abandonaban el puerto de La Coruña!

 

Vicente Medina

 

BIBLIOGRAFÍA

PARES, Portal de Archivos Españoles:

Tratado de Alcáçovas, 1479

Tratado de Tordesilllas, 1494

 Tratado de Zaragoza, 1529

FERNÁNDEZ DE NAVARRETE, Martín,

Colección de los Viajes y Descubrimientos que hicieron por Mar los Españoles: Segundo Viaje al Maluco, El del Comendador Fr. García de Loaisa

 

#EspañaEnLaHistoria. Beatriz de la Cueva es nombrada Gobernador de Guatemala

#EspañaEnLaHistoria. 4 de septiembre de 1781. Fundación de la ciudad de Los Ángeles

Todo el mundo conoce que Los Ángeles es una importante ciudad de los Estados Unidos. Algunos conocerán que es la capital de facto del estado de California y que es la sede de Hollywood, aunque pocos conocerán su origen. Como cualquier zote puede sospechar, su nombre no es precisamente anglosajón y por tanto su origen debe tener algo que ver con la cultura hispánica. Si nos remontáramos al 4 de septiembre de 1781 y nos situáramos en el mismo punto de la foto, nos encontraríamos con un pequeño grupo de españoles, agotados y malnutridos, que estaban celebrando misa en un humilde cobijo que ellos mismos habían construido recientemente. Estos son los origines de la actual ciudad de Los Ángeles.

El grupo fundador estaba formado por 63 hombres, o sea, no era en absoluto una gran expedición, y estaba comandado por el enérgico Gaspar de Portala y ayudado en el ámbito espiritual por el fraile Juan Crespi. El mismo día de su llegada, un terremoto sacudió la zona, pero esto no arredró a los expedicionarios, nada supersticiosos, que simplemente valoraron las posibilidades del lugar y decidieron señalarlo como un lugar óptimo para fundar una ciudad, cosa que realizó Felipe de Neve pocos años mas tarde.

El nombre completo de la pequeña ciudad fue el de “Pueblo de Nuestra Señora la Reina de los Ángeles de la Porciúncula”, pero cuando los anglosajones ocuparon el lugar debido a la desidia del gobierno mejicano, casi ochenta años mas tarde, el nombre quedó como lo conocemos actualmente.

Hay muchos aspectos que se pueden resaltar de esta expedición, pero nos gustaría subrayar sobre todo el origen de los fundadores de Los Ángeles. Gaspar de Portala era natural de Balaguer, en Cataluña, y Juan Crespi había nacido en la isla de Mallorca. O sea, cuando algunos dicen que Cataluña no tuvo ningún papel en la epopeya americana y que fue una acción meramente castellana, te encuentras con que los fundadores de la capital de uno de los mayores estados de EE.UU. habían nacido en regiones de habla catalana.

La construcción de la pequeña capilla no fue más que el preludio de la fundación de la ciudad realizada por Felipe de Neve. Nos gustaría destacar también la composición del pequeño grupo fundador. Neve acompañó a once familias y les ayudó a establecerse. En total eran 44 personas. Si los fundadores hubieran sido anglosajones, todos hubieran sido europeos y si algún indígena hubiera participado, lo hubiera hecho en calidad de criado, no como jefe de familia. Aquí hubo dos españoles, cuatro indígenas, un mestizo, dos negros y dos mulatos. En cuanto a las once esposas, eran todas mulatas o indias. Evidentemente los 22 niños, un producto multiétnico de todas esas combinaciones. Este pequeño pueblecito, alrededor de la plaza Olvera, es hoy el centro histórico de la ciudad de Los Ángeles, la conocida como Olvera Street.

Creemos que el proyecto español era mucho más humano que la posterior colonización anglosajona, que destruyó todo rastro de las anteriores culturas.

Manuel de Francisco

Fuentes:

La fundación de Los Ángeles

Juan Crespi

 

 

 

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