#EspañaEnLaHistoria. Embajada Castellana a Samarkanda

#EspañaEnLaHistoria. Embajada Castellana a Samarkanda

El 17 de septiembre de 1388, en virtud del tratado de Bayona, el futuro Enrique III se casó en la Catedral de San Antolín de Palencia con su prima Catalina de Lancáster, hija de Juan de Gante, duque de Lancaster, y de Constanza de Castilla, por lo tanto descendiente de Pedro I el Cruel; esto permitió solucionar el conflicto dinástico tras la muerte de Pedro, afianzar la Casa de Trastámara y establecer la paz entre Inglaterra y Castilla.

Príncipe de Asturias

Simultáneamente a su boda, con el beneplácito de las cortes de Briviesca, recibió el título de Príncipe de Asturias, siendo el primero en llevar dicho título, pues anteriormente los primogénitos de los reyes castellanos se habían llamado infantes mayores. En octubre de 1390, su padre, el rey Juan, murió en Alcalá como consecuencia de una caída del caballo y Enrique fue proclamado rey. Tras un período de regencias, asumió el poder efectivo el 2 de agosto de 1393.

Dejando de lado otros acontecimientos en el reinado de Enrique, nos ocuparemos brevemente de un hecho llamativo.  En 1403, el Rey envió una segunda embajada al emir turco-mongol Tamorlán, figurando al frente de ella Ruy Gonzalez de Clavijo y un dominico, Alfonso Páez de Santamaría, conocedor de lenguas extranjeras, prolongado viaje y del cual nos queda un relato, Embajada a Tamorlán. La obra, en cualquier caso, está escrita con un estilo claro y directo, que se hace más vivo y suelto en sus últimos capítulos, incluso buscando la complicidad del lector. Todo ello convierte a la Embajada a Tamorlán en uno de los libros de viaje más amenos e interesantes de la literatura medieval española

Los expedicionarios enviados por Enrique III se embarcaron en el Puerto de Santa María el día 21 de mayo de 1403, en un periplo rumbo a Trebisonda, en las proximidades del Mar Negro. Con escala en Málaga, Ibiza y Mallorca, las goletas se abastecieron en el puerto napolitano de Gaeta, para continuar la navegación con escala en Rodas y atracar en Pera, donde el mal tiempo les retuvo durante el invierno. Mejoradas las condiciones de navegación, salieron hacia el Mar Negro para llegar al puerto de destino, Trebisonda.

La segunda etapa, con destino final en Samarcanda, se inició el 8 de septiembre de 1404. Atravesados Arzinjan, Turis y Teheran, cruzado el tío Briamo, llegaron a la corte de Tamorlán donde fueron recibidos por el propio Khan, que expresó su gran alegría de recibir la embajada del Rey Enrique, llamándole «hijo». Durante cerca de dos meses y medio, González de Clavijo y sus compañeros residieron en Samarcanda, fascinados por el trato que se les daba y por las maravillas que allí contemplaban; palacios, vidrieras, alfombras, piedras preciosas. El 21 de noviembre de 1404, tras las confusas noticias que difundían la muerte del anciano Tamorlán, los embajadores emprendieron el viaje de regreso a España, más largo y penoso que el trayecto de ida. El 28 de febrero de 1405 arribaron nuevamente a Turis, en donde se vieron forzados a permanecer hasta finales de agosto. Llegaron a Trebisonda el 17 de septiembre, para tocar  la ciudad de Pera el 22 de octubre. Alcanzaron  Sicilia y  Gaeta, para anclar en el puerto de Génova por la mala mar, hasta que en marzo de 1406 llegaron a las costas de Sanlúcar de Barrameda, para arribar a finales del dicho mes a Alcalá de Henares, después de cerca de tres años de haber partido desde Puerto de Santa María.

Sin duda hubo intereses políticos que habían guiado a los embajadores de Enrique III hasta la exótica corte de Tamorlán, mas la relación de su viaje fascinó a los lectores de su época por las minuciosas descripciones de todos los territorios que recorrieron, sus novedosas noticias acerca de las costumbres y formas de vida orientales, sus agudas apreciaciones sobre las religiones y supersticiones asiáticas — desconocidas en Occidente —, su mezcla de rigor testimonial con fantasía libresca, su apasionada relación de los múltiples peligros sobrevenidos durante tan largo viaje y sus curiosas observaciones lingüísticas, fruto de la redacción de los embajadores o, cuando menos, de Clavijo y Alonso Páez de Santamaría y seguramente con intervención del diplomático tártaro Mohamad Alcagí. Aunque fue el famoso impresor Antonio de Sancha (1720-1790) quien, desde el privilegiado frontispicio del título, volvió a atribuir resueltamente la obra a un único autor (Historia del Gran Tamerlán e itinerario y narración del viaje y de la embajada que Ruy González de Clavijo le hizo). Sea como sea, Castilla dejó su impronta en la milenaria Samarcanda, antes persa, turca, árabe y hoy uzbeka, con un itinerario inaudito en pleno siglo XV.

Francisco Gilet.

Fuentes: 

  • LASSO DE LA VEGA, Ángel. «Viajeros españoles de la Edad Media», en Boletín de la Sociedad Geográfica de Madrid (Madrid), nº 12 (1882), págs. 227-257.
  • LÓPEZ ESTRADA, Francisco [ed.] Embajada a Tamorlán (Madrid: CSIC, 1943)
  • LÓPEZ ESTRADA, Francisco. «Viajeros españoles en Asia: la embajada de Enrique III a Tamorlán (1403-1406)», en Revista de la Universidad Complutense (Madrid), nº 3 (1981).
#EspañaEnLaHistoria.  29 de junio de 1776. Los padres Palou y Cambon fundan la ciudad de San Francisco

#EspañaEnLaHistoria. 29 de junio de 1776. Los padres Palou y Cambon fundan la ciudad de San Francisco

San Francisco

En el momento de celebrar la Eucaristía, Francisco Palou recorrió con la mirada los feligreses congregados. Apenas unas docenas de hombres agotados tras una caminata espectacular desde el lejano México. Hombre de recursos y precursor del nuevo impulso que España estaba dando en la colonización de las tierras de California, tenía los pies bien plantados en tierra y sabía el arduo trabajo que les esperaba.

Apenas unas horas antes, con la ayuda de unos marinos que el capitán Ayala le había enviado desde la nave San Carlos, se había construido un pobre cobijo que fue suficiente para la celebración y para dejar huella imborrable en el naciente territorio. Corría el 29 de junio de 1776 y este acontecimiento se considera como la fundación de la ciudad de San Francisco.

Los padres franciscanos Francisco Palou y Benito Cambón tenían orígenes totalmente distintos: el primero mallorquín y el segundo gallego; ambos españoles trabajando a las órdenes de Dios y del rey Carlos III. Este inteligente monarca comprendió la importancia de las tierras que se encontraban en la costa del Pacífico, hasta estas fechas fuera de los intereses más inmediatos de la Corona española. Hasta ahora el Océano Pacífico había sido el “Lago Español”, como lo denominaban los ingleses, y no hacía falta mucho esfuerzo para garantizar los intereses de España, que básicamente se limitaban a garantizar el comercio entre Manila y Acapulco. La llegada de nuevas potencias, fundamentalmente Rusia, desde el norte, llevó a Carlos III a impulsar esta tardía labor colonizadora.

Dada la características de las tierras, ricas en tierras de cultivo, pero sin organización política local, la labor se confió a los Franciscanos, que construyeron un modelo basado en la Misiones, que no eran otra cosa que haciendas agrícolas, donde imperaba la autarquía debido a la lejanía de la metrópolis.

Este modelo fue exitoso durante más de 50 años, hasta que la desidia de los gobiernos mexicanos, emancipados de España, hizo que fueran decayendo hasta que finalmente se perdieran incluso los territorios en manos de los Estados Unidos.

Como recuerdo de aquella epopeya, queda la Misión de San Francisco de Asís (Mission Dolores), todavía activa en la actual ciudad de San Francisco (California).

Fuentes:

The founding of San Francisco

La historiografía de California y la obra del padre Francisco Palou

San Francisco tiene raíces en Malpica

#EspañaEnLaHistoria. La Roldana

#EspañaEnLaHistoria. La Roldana

Luisa Ignacia Roldán Villavicencio, conocida como La Roldana, nació en Sevilla en 1652, quinta hija de Pedro Roldán, maestro escultor e imaginero. En 1671 se casó con uno de los oficiales del taller a pesar de la fuerte oposición de su padre, de cuyo matrimonio nacieron siete hijos, fallecidos cuatro a tierna edad.

Ocupó un lugar importante en su obra, la realización de «Belenes» o «Natividades», en los que solía representar al grupo de la Sagrada Familia, rodeados por ángeles. En algunos incluía la presencia de algún animal propio de los nacimientos, como corderos, la mula y el buey. En estas escenas se aprecia ya una tendencia al rococó. Entre sus obras más destacadas podemos encontrar imágenes de altar o de pasos procesionales en madera, en donde escenifica imágenes de la vida de la Virgen. Su obra está formada principalmente por esculturas de imaginería, junto con terracotas de pequeño formato realizadas sobre todo durante su estancia en Madrid y para la pequeña burguesía.

Época sevillana

En ese tiempo se acostumbraban encargos de «Dolorosas» para procesionar en la Semana Santa, no siendo extraño que Luisa Roldán realizara alguna, aunque no hay ningún documento que lo acredite. Sin embargo, una de la más cercanas a su estilo es la Virgen de la Regla, que pertenece a la Hermandad del Prendimiento, popularmente conocida como de «Los Panaderos». Otra obra atribuida por algunos autores a La Roldana, es la imagen de la Virgen de la Macarena, entre ellos el profesor Hernández Díaz, quien comenta el parecido con La Dolorosa de Sisante, obra de atribución segura a La Roldana.

Época gaditana
Ya instalada en Cádiz, con fecha 10 de marzo de 1687 recibió encargo de los diputados municipales de las fiestas de los Patronos de Cádiz, para la realización de las esculturas de San Servando y San Germán, en la actualidad veneradas en la catedral nueva de Cádiz. En la escultura de San Servando se encontró un documento en el cual se leía: «Diseñado por Pedro Roldán, hecho por Luisa Roldán y dorado y estofado por Luis Antonio de los Arcos».

Durante su estancia en Cádiz, realizó otras esculturas para la ciudad así como para poblaciones próximas, entre ellas está autentificada la imagen de Nuestra Señora de la Soledad de Puerto Real. En un documento de 3 de julio de 1688 consta la donación de dicha escultura, por parte del matrimonio De los Arcos-Roldán, al convento de los Padres Mínimos, solicitando la celebración de una misa cantada todos los viernes de dolores de la Virgen, por las almas del matrimonio y sus descendientes. El 23 de abril de 2016, y con motivo del LXXV Aniversario de la Reorganización de la Hermandad titular, el Excmo. Ayuntamiento de Puerto Real, le dedicó una Plaza con el nombre de «Imaginera Luisa Roldán».

En la Corte
A principios de 1689, con Carlos II, el matrimonio junto con dos hijos decidió trasladarse a Madrid, en busca del reconocimiento oficial y una mejor situación económica. De estos primeros tiempos en Madrid es la obra El descanso en la huida a Egipto, con temas iconográficos tomados de un dibujo de Miguel Ángel y de una obra del Veronés. Otro grupo en la misma línea que el anterior, es el de Los Desposorios místicos de Santa Catalina, obra firmada por la autora y que se encuentra en la Hispanic Society of America en Nueva York, en donde también se conserva la Muerte de la Magdalena.

Con la realización de estos pequeños grupos escultóricos, la familia sobrevivía mientras esperaba que el rey la nombrase escultora de cámara. Este nombramiento llegó con fecha 15 de octubre de 1692, lo que representó su prestigio oficial, pero no la mejora económica; los trabajos que efectuaba estaban mal pagados e incluso tenía dificultades para cobrar, pues en aquella época, la situación general del reino era mala por la deficiente administración y la corrupción.

Aunque se le asignó un salario de cien ducados anuales, el pago real no lo recibía, por lo que tuvo que hacer varias peticiones para conseguir mantener a su familia. Las peticiones fueron primero al propio rey, al que en el año 1693 le solicitó la concesión de una habitación en las casas del Tesoro, ya que ni siquiera con su «plaza de escultora pobre no tenía donde vivir ni ella ni sus hijos». Pasaron luego a ser dirigidas a la reina Mariana de Neoburgo, como la del año 1697 en la que recordaba que llevaba seis años a su servicio y pedía que le dieran «vestuario o una ayuda de costa o lo que fuese de su mayor agrado»; en otra carta del mismo año añadía: «por estar pobre y tener dos hijos, lo paso con grandes estrecheces pues muchos días falta para lo preciso para el sustento de cada día».

A partir de su nombramiento real, la escultora firmaba la mayoría de sus obras añadiendo «Escultora de Cámara», así se puede ver en una de las más conocidas: el Arcángel San Miguel con el diablo a sus pies, obra encargada por el rey con destino a la decoración del monasterio de El Escorial. Según se cuenta, Luisa se autorretrató en la cara de San Miguel y puso el rostro de su marido al demonio, representando el Bien y el Mal respectivamente.

Según una partida de fallecimiento de fecha 10 de enero de 1706, hallada en la iglesia parroquial de San Andrés, en Madrid, fallecía La Roldana. En tal partida se puede leer que unos días antes había hecho «declaración de pobreza». En la actualidad su obra se distribuye tanto por Andalucía, como por Madrid, León, Móstoles, Cuenca, Gran Canaria, e incluso Nueva York, Londres, Ontario y Los Ángeles.
Francisco Gilet.

Fuentes:
• Gilman Proske, Beatrice (1964). Luisa Roldán en Madrid. Nueva York. b45803730.
• Hall van den Elsen, Catherine (2007). Roldana, Andalucía Barroca. Sevilla: Junta de Andalucía. Consejería de Cultura. ISBN 978-84-8266-717-1.
• Hernández Díaz, José (1989). Esperanza Macarena en el XXV Aniversario de su Coronación Canónica: Las imágenes titulares de la Cofradía de la Macarena. Iconografía y Arte. Sevilla: Guadalquivir. ISBN 84-86080-22-3.
• Hernández Díaz, José (1983). Pedro Duque Cornejo: Arte Hispalense nº 33. Sevilla: Diputación Provincial de Sevilla. ISBN 84-500-9122-5.
• Montesinos Montesinos, Carmen (1986). Arte Hispalense nº 42: El escultor sevillano D. Cristóbal Ramos (1725-1799). Sevilla: Diputación Provincial de Sevilla. ISBN 84-505-3307-4.
• Montoto de Sedas, Santiago (1920). El casamiento de La Roldana. Sevilla: Boletín de la Real Academia Sevillana de Buenas Letras:tomo IV. pp. 144-148

#EspañaEnLaHistoria. 11 de junio de 1594. Felipe II crea la Principalía en Filipinas

#EspañaEnLaHistoria. 11 de junio de 1594. Felipe II crea la Principalía en Filipinas

El 11 de junio de 1594, Felipe II firmó una nueva ley, declarando que todos los honores y privilegios prehispánicos de los gobernantes filipinos fueran conservados y protegidos por las nuevas autoridades españolas. Una consecuencia de esta ley fue que las elites locales tuvieran un inmediato acceso al sistema educativo español y contribuyó por un lado a la preservación de las tradiciones prehispánicas y por otro a la consolidación y mejora de las condiciones locales de vida, al incrementarse el nivel educativo de las elites locales.

La organización tuvo un éxito total y se mantuvo durante toda la dominación española. Los descendientes de las antiguas noblezas filipinas, educadas en las universidades locales, en fechas tan tempranas como 1611 fueron los alcaldes y gobernadores que todavía ejercían su poder al final del siglo XIX.

Este tipo de organización no fue una excepción dentro del imperio español. De hecho, el decreto de Felipe II se incluyó posteriormente en la “Recopilación de las Leyes de los Reynos de Indias” formulada en 1680, durante el reinado de Carlos II.

Como hemos dicho anteriormente, todo el sistema se fundamentó en la extensión de la educación. Como prueba basta con decir que la Universidad de Santo Tomás (Orden de los Dominicos), situada en Manila, fue fundada el 28 de abril de 1611 por el arzobispo español Miguel de Benavides. Posee los estatutos de fundación más antiguos de toda las Filipinas. Es la universidad más antigua de Asia.

Tal vez el único imperio que creó una organización similar fue el británico en la península indostánica (India, Pakistan y Bangladés) en el siglo XIX, aunque fue muy posterior. Como de costumbre los españoles, fuimos los primeros.

Manuel de Francisco

Fuentes:

Principalía

Artículo del CSIC

#EspañaEnLaHistoria. 3 de junio de 1976. Inauguración de la estatua de Bernardo de Gálvez en Washington

#EspañaEnLaHistoria. 3 de junio de 1976. Inauguración de la estatua de Bernardo de Gálvez en Washington

gálvez

La historia de España está llena de grandes desconocidos. Y entre tales ignorados personajes se halla Bernardo de Gálvez y Madrid, primer conde de Gálvez y vizconde de Galveston, nacido en Macharaviaya, provincia de Málaga, el 23 de julio de 1746. Emprendió la carrera militar con dieciséis años. ​Ingresó con facilidad como cadete de un regimiento debido a la condición hidalga de la familia y a la influencia de su tío José Gálvez y Gallardo, Ministro de Indias. Lo hizo, sin embargo, en un regimiento francés y no español,  obteniendo de inmediato el nombramiento de teniente​ del Regimiento Royal Cantabre. Habiendo participado como tal en la guerra de los siete años con Portugal, finalizada, partió hacia el que sería su destacado territorio de éxitos militares, la Nueva España.

Obtenido el grado de comandante de Armas de Nueva Vizcaya y Sonora, provincias del norte de Nueva España, actualmente Nuevo Méjico, el 21 de octubre de 1770, cruzó el río Grande, para llegar el 1 de noviembre a Pecos para hacer frente a las correrías de los indios apaches. Enfrentado a ellos en distintas refriegas, resultó herido en un brazo por una flecha en una ocasión y, otra, derribado del caballo, se causó una herida de la cual se resintió el resto de su vida.

El mismo año en que tomó posesión del cargo, comenzó a reforzar las defensas del territorio, tanto en tierra como en el mar y en el Misisipi. ​ En junio de 1779 España declaró la guerra a Inglaterra, recibiendo Bernando de Gálvez la encomienda de recuperar Mobila, Panzacola y la costa de Florida del canal de Bahama. Con apenas seiscientos sesenta y siete hombres, blancos, negros y mulatos, marchó contra el débil puesto avanzado británico en Manchac, al este del Misisipi y al suroeste de Baton Rouge. El objetivo era obtener una victoria fácil para sus bisoñas tropas y avanzar hacia Baton Rouge para desbaratar la concentración de fuerzas británicas contra la Luisiana. ​ Tras una lenta y dura marcha por terreno pantanoso y palúdico, alcanzó Manchac por sorpresa el día 6 de septiembre y tomó la posición enemiga al día siguiente. Marchó seguidamente contra Baton Rouge, con fuerzas bastante equilibradas, que bombardeó hasta que capituló, ​ el 22 de septiembre.​  En conjunto, el ya gobernador se apoderó de esta región, desbarató a las fuerzas británicas que podían haberse dirigido contra Luisiana, mejoró la situación de los estadounidenses en Georgia y Carolina del Sur y abrió la navegación del río a las fuerzas rebeldes.​

Tras recibir refuerzos de Cuba, acabó tomando la población de Panzacola, actualmente Pensacola, el 8 de mayo.​ Como consecuencia de la nueva victoria, los notables solicitaron que se nombrase conde a Gálvez. ​ Rendida Panzacola,  Gálvez se apoderó de la isla Nueva Providencia en las Bahamas, con lo cual frustró el desesperado plan británico de resistencia, manteniendo con ello el dominio español sobre el Caribe al tiempo que activaba el triunfo de las armas norteamericanas.

Por la recuperación de la Florida Occidental fue recompensado con los grados de mariscal de campo y teniente general, así como gobernador del territorio conquistado. El rey Carlos III le concedió el título de conde de Gálvez, y le permitió incluir en sus armas el lema: Yo solo, en reconocimiento por la toma de Pensacola. Su intervención se consideró tan decisiva para el triunfo de las tropas estadounidenses que durante la parada militar del primer 4 de julio, desfiló a la derecha del mismísimo George Washington en reconocimiento a su labor y apoyo a la causa americana.

La envergadura y la incidencia de las acciones del Conde de Gálvez hicieron que en su  honor se erigiese su estatua junto a las Estatuas de los Libertadores en Washington D. C., inaugurada por el rey Juan Carlos I, precisamente,  el 3 de junio de 1976.

Constituida la Asociación Cultural Bernardo de Gálvez en Málaga,​  en su localidad natal Macharaviaya, se fortalecieron las relaciones con las ciudades estadounidenses de Galveston y Pensacola. Unos documentos, localizados por dicha Asociación  fechados el 8 de mayo de 1783, aniversario de la batalla de Pensacola, acreditaban el agradecimiento del Congreso de los Estados Unidos a la ayuda que el Reino de España había prestado al pueblo norteamericano. Reconocimiento plasmado en Bernardo de Gálvez mediante la colocación de su retrato en el Capitolio. Los congresistas estadounidenses refrendaron dicho reconocimiento mediante la colacacion de una copia exacta del cuadro de Bernardo de Gálvez, atribuido a Mariano Maella, fue colocado el 10 de diciembre de 2014 en las paredes del Capitolio. Unos días más tarde el presidente Barack Obama estampó su firma en la resolución conjunta del Congreso de los EE.UU., por la cual se concedía a Bernardo de Gálvez y Madrid la ciudadanía honoraria de los Estados Unidos,  trascurridos 229 años después del primer cuatro de julio, día de la Independencia norteamericana.

Fuentes:
• BERNARDO DE GÁLVEZ. DE LA APACHERÍA A LA INDEPENDENCIA DE ESTADOS UNIDOS de Miguel Del Rey y Carlos Canales

• Conoce a Bernardo de Galvez/Get to Know Bernardo de Galvez (Spanish Edition) (Personajes Del Mundo Hispánico/Historical Figures of the Hispanic World) de Guillermo Fesser y Alejandro Villen

• El Que Tenga Valor Que Me Siga (Novela histórica) de Eduardo Garrigues López Chicheri

• Bernardo de Gálvez: La campaña de Pensacola, 1781: O la independencia de los Estados Unidos de Norteamérica (Historia Militar) de Julio Sánchez Bañón

• Yo solo : Bernardo de Gálvez y la toma de Pensacola de 1781, de Carmen de Reparaz.

(Francisco Gilet Girart)

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