#EspañaEnLaHistoria. España en Asia

#EspañaEnLaHistoria. España en Asia

thMucho conocemos de la presencia de España en América, algo en África (esta parte sería otra bonita historia a recordar) y casi nada en Asia.

Como mucho, vagamente, se recuerda nuestra presencia en Filipinas, pero entre poco y nada la importancia que tuvo para la economía, la cultura y el desarrollo geográfico.

Si nos centramos en los aspectos geográficos cuando alguien pregunta sobre el Pacífico, China, Japón, Islas Hawái… lo normal es pensar en los exploradores británicos o norteamericanos pero pocos sabríamos relacionar aquellas lejanas tierras con los españoles.

La presencia de España en esas lejanas tierras es otro de esos capítulos de nuestra Historia olvidados en los libros escolares españoles, en donde se recuerdan famosos nombres de extranjeros sin recordar que estos lo que hicieron fue recorrer tierras por donde nuestros héroes españoles antes ya habían caminado y navegado.

Eso si hablamos de geografía, pero y ¿si hablamos de cultura?. Menos todavía. Por desgracia la lengua española prácticamente ha desparecido de aquellas tierras sustituido por el inglés, como mucho se pensará en Filipinas, pero ni mucho menos en los contactos de los españoles con la ‘Conchinchina’, el Imperio Chino o Japón.

A nivel económico y comercial, a lo sumo se recordarán ‘los mantones de Manila’, pero ni mucho menos se pensará que los comerciantes llevaron las monedas españolas hasta la India o que eran continuos los envíos de plata desde América a Filipinas, que servirían de motor en la adquisición de los productos asiáticos que, saltando en primer lugar a América, finalmente terminaban en España atravesando el Virreinato de Nueva España, transportando tanto la porcelana como la seda de China pero también prendas de la India o lacas de Japón.

Y ¿si pensamos en la demografía? No solo se desplazaron españoles hasta dichas tierras trasportando tecnología, cultura y religión. Se habla de jesuitas, dominicos y agustinos destacando el aspecto religioso. Pero no eran solo religiosos, eran personas altamente preparadas que extendieron la tecnología y cultura europea hasta dichas tierras, pero… ¿desde Asia nadie se desplazó hacia América y Europa?

La respuesta es que sí, claro que se produjeron desplazamientos de poblaciones entre unos y otros continentes. Hacia Asia viajaron europeos y también nativos americanos, pero también en sentido contrario desde China se desplazó población a Filipinas ¡Hay que recordar que la colonia china en Filipinas eran los fabricantes de los famosos mantones creados con la seda traída de China! Seda que se pagaba con la plata trasportada con el regreso de ‘El Galeón de Manila’, que cuando se dirigía a Nueva España no solo transportaba productos sino también población.

Cuando se piensa en ‘los chinos en América’ todo el mundo recuerda las películas americanas con población china construyendo los ferrocarriles que serían claves para la vertebración y construcción de Estados Unidos, pero pocos saben que los primeros chinos en América viajaron en el Galeón de Manila hasta Nueva España fundando comercios que se extendieron por un nuevo mundo plagado de oportunidades.

Pero como es lógico tampoco tienen porque ‘darme la razón’ en todo lo que les cuento. Por ello, como en ocasiones anteriores, les pongo en contacto directamente con las fuentes para que ustedes mismos lean, escuchen y valoren.

En este caso les propongo este enlace de la Fundación Museo Naval y una nota escrita por uno de los voluntarios de la misma fundación.

Bueno, para ir terminando, y como dedicación especial para todos aquellos que tengan más interés en  los detalles y quieran conjugarlo con otras ocupaciones, se pueden descargar el siguiente audio de nuestros ya amigos de Memorias de un tambor.

Si les gustan las curiosidades, pueden acceder a la web ‘Un rincón en la historia’ donde podrán leer una aventura de españoles entre japoneses y los planes de Felipe II… ¡por invadir China desde Filipinas!

Me despido pensando en pronto publicar una nueva entrega, aunque por ahora la que estoy pensando será algo más triste pero increíblemente heroica.

¡Hasta la siguiente!

Vicente Medina

Mis Eucaristías en Extremo Oriente (2): Tokio, Japón

Mis Eucaristías en Extremo Oriente (2): Tokio, Japón

bandera japónEnrique Calicó, socio de Enraizados, nos cuenta (en diferentes capítulos) su experiencia en Eucaristías con diferentes comunidades católicas de Extremo Oriente. Aunque lejos en kilómetros, son hermanos nuestros en la fe. Desde Enraizados estamos especialmente preocupados por los cristianos perseguidos en China, Singapur y otros países:

Cada año, una o varias veces, viajaba a Extremo Oriente por razones de trabajo. Y esto durante más de veinte años, hasta que mi edad me recomendó que lo dejara para la gente más joven de la empresa.

Los países más frecuentados eran Japón, Corea del Sur, Taiwán y China. Y esporádicamente, Hong Kong y Filipinas. Aprovechaba los domingos, días no laborables, para coger el avión y saltar de un lugar a otro. Y hacía todo lo posible para no perderme la misa dominical, que en algunos puntos era totalmente imposible, por eso me llevaba conmigo un librito de la “Misa de cada día” que me servía además poder seguirla a pesar de los diferentes idiomas de los que no entendía ni palabra, como es natural. Y voy a dar algún detalle de una misa por país.

TOKIO, JAPÓN.- Mi primera misa en Japón lo fue a las de ocho de la mañana en San Ignacio, jesuitas. Una iglesia amplia, semivacía, gente esparcida, no agrupada. Compartía banco de seis con una señorita, o señora (pues es difícil saber la edad de los orientales, siempre tienen el aspecto joven), ella con sus gafas de cristales redondos. Todo el mundo tenía un libro en las manos. Al ver que yo no llevaba libro (era mi primera experiencia) coge uno, busca la página adecuada y me lo entrega abierto. Estaban leyendo las lecturas. Cojo el libro, me lo miro y horror, todo escrito en japonés. Imposible leer y seguirles, mejor rezar el rosario como el lego que no sabía latín. Al momento de darnos la paz, nadie extendió la mano, sino la tradicional reverencia japonesa a diestra y siniestra. Yo, allí donde fueres, haz lo que vieres, hice lo mismo.

Al salir, nadie me preguntó nada. Yo media vuelta, coger el metro y al hotel, donde mi compañero me esperaba para coger el tren e irnos a Osaka.

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