#EspañaEnLaHistoria. 2 de enero de 1553. Primera cátedra en la Universidad de Lima

#EspañaEnLaHistoria. 2 de enero de 1553. Primera cátedra en la Universidad de Lima

La acción formadora del imperio español, tiene un escaso reconocimiento mundial y como de costumbre, todavía menos dentro de nuestras fronteras. Reflexiono de esta forma cuando advierto el contenido de las efemérides que corresponden al 2 de enero. En esta fecha y en un lejano 1553, se impartió la primera cátedra en la Universidad de Lima, actualmente conocida como Universidad de San Marcos. Esta Universidad, tiene el honor no solo de ser la más antigua en toda América, sino de estar en activo desde su fundación.

Hay quien dice que “todas las comparaciones son odiosas”, pero a mí me gusta relativizar las opiniones que acusan de oscurantismo al sistema de formación implantado en los confines de nuestro antiguo imperio. Utilicemos esta efeméride como ejemplo.

En 1492, Cristóbal Colón puso el pie en una isla de las Antillas. Nada se sabía de la geografía de las tierras descubiertas, ni de la composición de los pueblos encontrados. Ello no impidió que 61 años más tarde se fundara una universidad abierta a todos los habitantes de la comunidad, indígenas o procedentes de Europa.

En 1607, el capitán inglés Christopher Newport desembarcó una expedición de colonización en Virginia y fundó la futura Jamestown, que fue el germen de los Estados Unidos de América. La expedición disponía de mapas de la zona y respaldo económico de la “Virginia Company of London”. Sin embargo no fue hasta 1749 que Benjamin Franklin fundara la Universidad de Pensilvania. O sea, la cultura inglesa tardó 133 años en hacer lo mismo que la española, y eso a pesar de contar con muchos más medios, información y avances tecnológicos. No digamos del acceso a dicha Universidad. Los indígenas no es que fueran mal bienvenidos a dicha universidad, es que habían sido totalmente exterminados en todo el Estado de Virginia.

La fundación de la Universidad de Lima, fue consecuencia de la labor de dos personas eminentes. Por una parte, de Fray Tomás de San Martín, un dominico muy capaz que, nacido en España, invirtió gran parte de su vida en aumentar el nivel cultural de los pueblos indígenas de América. Por otra parte, del capitán Jerónimo de Aliaga, que empezó su carrera como conquistador de las nuevas tierras y acabó trabajando en la administración del imperio y defensa de sus moradores. Tampoco otras civilizaciones producen figuras como esta que pasaron de la espada a la pluma en poco tiempo.

La Universidad de Lima inició sus cursos con las facultades de Teología y Artes, pero rápidamente se implantaron las de Leyes y Medicina. Otra de sus características fue el interés mostrado hacia la cultura indígena. En el año 1577 se inician los estudios en la «cátedra quechua» para profundizar en el conocimiento de una de las lenguas más extendidas en el Imperio Inca. Dichos estudios se han mantenido ininterrumpidamente hasta la actualidad. De las lenguas indígenas habladas en la Virginia de 1607 no se conserva nada, ni la cultura anglosajona ha hecho nada para estudiarlas.

Manuel de Francisco

Fuentes: 

Cátedra de Lengua Quechua

Penn’s Heritage

#EspañaEnLaHistoria. Universidades españolas en América

#EspañaEnLaHistoria. Universidades españolas en América

Dos aspectos resultan llamativos a la hora de adentrarnos en la historia de nuestro nación: su labor evangelizadora y su función cultural. Hablar de genocidio, de masacres, es lo más fácil, dados los acontecimientos que están implícitos en toda conquista, subsiguiente al descubrimiento.

Sin embargo, dejando de lado, por ahora, la evangelización de los territorios americanos, lo cierto es que los conquistadores españoles, a diferencia de los colonizadores ingleses, franceses u holandeses, no se quedaron en las costas, sino que profundizaron en los distintos territorios que iban descubriendo. Y en ellos, en su interior, se asentaban, dibujaban calles, construían casas e iglesias, configuraban la administración, el comercio, la economía. Y, en medio de todo ello, se ocuparon de la instrucción y formación de los pueblos que iban descubriendo y colonizando. Y para ello, levantaron universidades. Y lo hicieron a los pocos años de haber pisado Colón tierra americana. Así, mientras Estados Unidos no vio lo que se considera su primera universidad, Pennsylvania, hasta 1740, si bien la de Harvard proclama su nacimiento en 1656 como centro de enseñanza superior, en la América española, la Universidad de Santo Tomás de Aquino se creó mediante bula papal el 28 de octubre de 1538, en Santo Domingo de Guzmán, viéndose acompañada por el primer hospital y la primera oficina de aduanas. Paulo III, con su bula, estableció la primera universidad en ese continente recién descubierto. Sin embargo, hasta veinte años después, por Real Cédula de febrero de 1558, de Carlos I, no se significó su pase regio. Y con tal hecho nos adentramos en la controversia de si, realmente, fue esta universidad la primera creada por España, o por el contrario fue la Universidad Nacional Mayor de San Carlos, en Lima, Perú.

La  Universidad  de Lima fue creada por Real Cédula del 12 de mayo de 1551, dictada también por el emperador Carlos I. Obviamente esa Real Provisión viene a contener todos los requisitos y condiciones que se venían contemplando en aquella época. También cabe decir que la Universidad limeña está adornada con un hecho de especial notabilidad: haber permanecido abierta, sin interrupción, desde su fundación hasta la actualidad, superando las épocas de las guerras de independencia. Tuvo sus inicios en los estudios generales que se brindaban en los claustros del convento del Rosario de la orden de Santo Domingo — hoy Basílica y Convento de Santo Domingo —  por allá 1548, participando activamente en su creación Fray Tomás de San Martín.

La Universidad de Lima se mantuvo durante todo el Virreinato, es decir, hasta 1821, siendo un foco del movimiento independentista peruano y, posteriormente, cuando la constitución de la república, exportador desde sus aulas del sentimiento soberanista a otras regiones sud americanas. Fue en 1946 cuando tomó su actual denominación, Universidad Nacional Mayor de San Marcos.

Pasando al Virreinato de Nueva España, en 1551 el emperador Carlos expidió Real Cédula por la cual se creaba la Real Universidad de México, producto de las gestiones del Virrey Antonio de Mendoza y — de nuevo otro fraile — fray Juan de Zumárraga. En 1553 se iniciaron las clases, para años después adquirir la cualidad de Pontificia en virtud de una bula pontificia de Clemente VIII, perdida en el año 1595 y no recuperada con otra del siglo XVII. La universidad fue creada a semejanza de las universidades europeas (Salamanca, Bolonia, París), dividida en facultades mayores y una menor. En las primeras se cursaba teología, medicina, leyes y cánones. Mientras en la menor solamente arte. Asimismo, existían varias cátedras para lenguas indígenas o astrología, entre otras disciplinas. Verdadero centro de cultura durante el virreinato, al alcanzarse la independencia y trascurridos varios años, la universidad fue clausurada, en virtud de una orden de Maximiliano de Habsburgo de 30 de noviembre de 1865. Ya en la actualidad, la Universidad Nacional Autónoma de México y la Universidad Pontificia de México pueden considerarse herederas de la Real Universidad de México de 1551.

De todo lo anterior, aparte de lo anunciado al principio, cabría concluir que el emperador Carlos I de España y V del Sacro Imperio Romano Germánico, con la participación de la firma de su heredero Felipe II, en la Real Cédula dictada para la universidad mejicana, no solamente dedicó su vida a guerrear contra el francés, el holandés, el milanés o el alemán, sino que también tuvo tiempo e interés en difundir la sabiduría de Salamanca en sus territorios de ultramar. Circunstancia que no se da en ningún gobernante de aquellos territorios americanos, fuera del español.

Francisco Gilet

Bibliografía:

Historia.com

Luque Alcaide Elisa, La educación en la Nueva España en el siglo XVIII

 

 

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