teresa garcía noblejas
  • Facebook
  • Twitter
  • Gmail
  • LinkedIn
Continuamos nuestras entradas dedicadas al viaje de Benedicto XVI a México y Cuba entrevistando a Teresa García Noblejas, Secretaría General y de Comunicación de Profesionales por la Ética y miembro del equipo que colabora en La Literna de la Iglesia de la Cadena Cope

¿Qué esperas de esta visita del papa a México y Cuba? ¿Cuáles pueden ser sus claves?

 En primer lugar, creo que es un gran regalo para la Iglesia universal y muy en particular para todos los americanos de habla hispana de cualquier país. Benedicto XVI, a sus casi 86 años, no regatea esfuerzos y cruza el Atlántico para abrazar a todos los habitantes del continente de la esperanza, una expresión que sigue siendo válida. Las claves del viaje son diferentes pero complementarias. En primer lugar, el papa acude, como vicario de Cristo, a fortalecer en la fe a los católicos y a predicar a Cristo a los no creyentes o a los que han abandonado la Iglesia. En segundo lugar, invitará a la unidad en torno a Pedro a pastores y fieles en una sociedad en la que abundan las sectas, el sincretismo religioso y una cierta desorientación doctrinal, pastoral y moral en el seno de numerosas comunidades católicas. En tercer lugar, sin duda presentará un mensaje de esperanza a la población, que sufre la violencia en México y la falta de libertad en Cuba.

2.- Como católica ¿te interesa el mensaje que B16 transmita en México y Cuba? ¿O es simplemente un mensaje local para los habitantes de estos países?

Me interesa mucho lo que pueda decir B16 en ambos países. El Papa tiene el don de expresar conceptos complejos de manera muy sencilla y el 90 % de sus mensajes sobre la necesidad de Dios, la vida de fe, la Iglesia, el sentido de la existencia humana, la construcción del bien común, la libertad, tienen un alcance universal, es decir católico. Sin contar que todos formamos parte de la misma Iglesia de Cristo, independientemente de donde vivamos. Por último, no olvidemos que hispanoamericanos y españoles somos hermanos, tenemos raíces comunes, hablamos el mismo idioma y compartimos patrones culturales. Ramiro de Maeztu define la hispanidad precisamente como la comunidad de pueblos unidos por una certeza de raíz católica y consecuencias sociales e incluso políticas: todos los seres humanos, independientemente de su raza, idioma o condición, pueden salvarse y, por tanto, hijos de un mismo Dios, son iguales en dignidad y derechos.

3.- ¿Crees que el mensaje del Papa, aparte de confirmar en la fe a sus hermanos, incorporará elementos de juicio para aportar al Bien Común de las sociedades que visita? ¿Será por ello un mensaje también interesante para los no creyentes o no católicos pero sí gente de buena voluntad? ¿Cuáles pueden ser esos elementos?

Sin duda. La Iglesia no es un agente político ni busca directamente la transformación política o social; su misión es anunciar a Cristo y evangelizar. Pero el mensaje de Benedicto XVI tendrá consecuencias sociales e incluso políticas en cuanto a la construcción del bien común. Primero, porque al fortalecer la fe, hará más conscientes a los ciudadanos de su dignidad y responsabilidad. Segundo, porque hablará de Dios y de la fe como factores que, lejos de coartar la libertad de las personas, constituyen un bien para toda la comunidad. Tercero, porque es muy probable que el Papa haga referencia a conceptos básicos de la Doctrina Social de la Iglesia como la dignidad de la persona, a la defensa de los derechos humanos, la justicia social, la opción por los pobres y la condena de la violencia.

4.- ¿Influirá la visita del Papa en la situación concreta de México y Cuba? ¿Cómo?

Sin duda. México es un país de grandes contradicciones: un pueblo sinceramente religioso y un Estado y una legislación formalmente anticatólicos. Precisamente en este país se debate la necesidad de promulgar una ley de libertad religiosa que, por primera vez en ochenta años, reconozca carta de ciudadanía a los católicos y la aportación de la Iglesia católica a la sociedad. Con prudencia pero con firmeza, es muy probable que el Papa haga referencia a la libertad religiosa precisamente a los pies del cerro del Cubilete, el centro geográfico de México. Allí se encuentra una enorme imagen de Cristo Rey, una advocación de especial significado para un pueblo que sufrió una brutal persecución religiosa en los años 20 del siglo pasado y cuyos mártires murieron al grito de ¡Viva Cristo Rey!, no como reivindicación política sino como proclamación de que nada es ajeno al señorío de un Dios que ofrece sus brazos abiertos a todos los que voluntariamente los quieran tomar. En nombre de ese mismo Dios, Benedicto XVI exigirá a los narcotraficantes y bandas violentas que dejen de masacrar al pueblo mexicano y renuncien para siempre a la maldad.

En Cuba está agonizando un régimen político que tiene sometida a la población desde hace medio siglo. Los cubanos de buena voluntad esperan que el Papa les hable de esperanza pero también que influya en un cambio de actitud de los dirigentes políticos para devolver a la sociedad las libertades que el poder les ha ido arrebatando y les deje ser protagonistas de su futuro. La Iglesia cubana, y en especial los laicos, tienen una gran oportunidad y una enorme responsabilidad en la construcción de una Cuba libre en sentido político y social, abierta a la verdad sobre el hombre y la sociedad para evitar otras idolatrías y sometimientos.

 

Share This
Esta web utiliza cookies propias y de terceros para su correcto funcionamiento y para fines analíticos. Contiene enlaces a sitios web de terceros con políticas de privacidad ajenas que podrás aceptar o no cuando accedas a ellos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Más información
Privacidad