Oct 4, 2018 | Actualidad
Gracias a la generosidad de sus socios y donantes, la Asociación Enraizados, una voz católica en la vida pública, ha conseguido recaudar 5.000 euros en quince días para ayudar en las necesidades de una parroquia en Venezuela (por motivos de seguridad, no se ha dicho en ningún momento el nombre y el lugar donde se encuentra la iglesia).
El dinero ha llegado directamente, sin intermediarios, a tres sacerdotes venezolanos que pasaron el verano en España, y servirá para cubrir una parte de las siguientes carestías que tienen los feligreses:
- Compra de productos de higiene personal (jabón, champú, etc.) para personas acogidas en dicha parroquia para los que se han construido duchas.
- Comida para un promedio de 700 personas a las que se alimenta diariamente. Compran los productos que ya no se pueden conseguir en Venezuela (arroz, pasta, harina, productos higiénicos, enlatados y cereales) en la frontera colombiana.
- Medicamentos para un banco de medicinas, ya que ya apenas quedan en el hospital vecino.
- Ayuda material para 200 familias en situación de pobreza.
- Material para reparar los artículos del ropero parroquial, donde se recoge ropa usada.
Además, en esta iglesia realizan actividades para los niños, como clases de música, y para la feligresía en general, como obras de teatro, música y actividades recreativas “para que se llenen de esperanza y no caigan en la amargura”, explica el Padre Pablo (nombre ficticio por problemas de seguridad), que asiste en esta parroquia y al que se ha enviado el dinero recaudado. “También hacemos que los actos litúrgicos, de manera especial la Eucaristía, resulte lo más familiar y motivadora posible para que se haga vida en nosotros el sermón de la montaña: Bienaventurados los pobres”, agrega el sacerdote.
Solidaridad hispánica
“Enraizados trabaja por el bien común mundial, no solo el nacional, conforme a la herencia solidaria que caracteriza a todo lo hispánico y sobre todo a los católicos que nos sabemos hijos de un mismo Padre. Por eso queremos ayudar a nuestros hermanos venezolanos”, explica José Castro Velarde, presidente de Enraizados.
El año pasado, la solidaridad de los socios y benefactores de Enraizados ya consiguió que un sacerdote venezolano pudiera estudiar en España.
El Padre Pablo ha agradecido la ayuda recibida en esta ocasión con un vídeo y un mensaje de agradecimiento y ha prometido que rezará por todas aquellas personas que les han ayudado.
Oct 3, 2018 | Peticiones

Aquí puedes ver las fotos.
La semana que viene ya es el Día de la Hispanidad (el 12 de octubre). Muchos tenemos puente, algunos se van unos días fuera, o los que vivimos en Madrid acudimos al desfile militar…
Pero hay mucho más que celebrar. Por eso te pido que lo celebres conmigo.
¿Cómo? Pues quiero pedirte que pongas dos banderas en tu balcón, ventana, terraza, jardín…
Sí, dos. La bandera de España y la bandera de Venezuela
(y no olvides compartirla con los demás Enraizados en facebook, twitter, instagram o por correo en info@enraizados.org).
¿Por qué estas dos banderas, puedes preguntarte?
Pues la bandera de España porque fue mi patria la que llevó la fe a toda América.
Por eso pido que la bandera española no se ponga solo en España, sino en todos los países donde Enraizados llega, que sabemos que son muchos, para recordar este Día de la Hispanidad.
Y te pido que, si puedes, la mantengas una semana, por ejemplo, desde el día 5 al día 12 de octubre.
Sea en América, en Asia, en África, en Oceanía o en cualquier país de Europa. Me encantaría ver banderas españolas en todo el mundo.
Sea en casa de españoles o de personas de otras muchas nacionalidades que nos siguen.
Y añade a la bandera española la bandera de Venezuela.
Porque sabes que es un país que lo está pasando muy mal. Recientemente hemos enviado 4.000 euros directamente a unos sacerdotes amigos venezolanos para que cubran necesidades básicas de sus fieles.
Sé que hay otros países que lo están pasando mal, pero quiero recordar especialmente a Venezuela.
Pon ambas banderas (Venezuela y España) en tu balcón y compártelo con todos los Enraizados del mundo:
- Por correo en info@enraizados.org (y nosotros la difundiremos en nuestras redes sociales y en la web)
- En redes sociales. Recuerda etiquetarnos:
- En facebook: @asociacionenraizados
- En twitter: @asocenraizados
- En Instagram: @enraizados1
NOMBRE, yo me siento muy orgulloso de que mi patria llevara lo más preciado que tengo, la fe, a Hispanoamérica…
Que la lengua española se haya expandido por medio mundo (incluso es la segunda más hablada en Estados Unidos, también descubierto por españoles, no lo olvidemos)…
Que intrépidos hombres y mujeres dejaran toda su seguridad para marchar a un futuro incierto…
Y que la Reina Isabel la Católica, la más grande gobernante que hemos tenido, fuera la primera en otorgar derechos a los indios (y a partir de ahí América y España se unieran para siempre; como prueba de ello, la gran cantidad de personas mestizas que aún a día de hoy hay).
Quiero desterrar leyendas negras. Quiero que se recuerde a España por su gran historia (sabes que en Enraizados lo hacemos a menudo con la sección “España en la Historia”).
Y quiero que España siga apoyando a los países hispanoamericanos (y este 12 de octubre especialmente a Venezuela).
Una sola fe. Una sola lengua. Una sola familia: España e Hispanoamérica.
Si tú también quieres celebrar la Hispanidad, NOMBRE, pon tus banderas de España y Venezuela en tu balcón y compártelo con todos los Enraizados del mundo enviándonos una foto por correo a info@enraizados.org o por redes sociales (facebook, twitter o instagram).
Seguro que puedes conseguir fácilmente ambas banderas.
Muchísimas gracias por tu apoyo. Recibe un fuerte abrazo,
José Castro Velarde, Enraizados
P.D.: No quiero despedirme de ti sin contarte que ya nos han llegado el segundo libro de la colección que “Gestas de España” está haciendo sobre personajes de la historia de España para niños. Esta vez trata sobre Agustina de Aragón. Puedes conseguirlo desde España por 8 euros (y por un euro más, te enviamos también un marcapáginas y una chapa) haciendo una transferencia en la cuenta de ING ES11 1465 0100 9119 0000 1688 o por paypal y mandándonos tu dirección postal a info@enraizados.org (también se puede enviar a otros países pagando los gastos de envío correspondientes).
Una buena forma de celebrar la Hispanidad es también recordando a nuestros héroes y, sobre todo, enseñándoselos a las nuevas generaciones.
Sep 27, 2018 | Actualidad
Un calor sofocante. Los hombres agotados. La angustia les sobrecogía el ánimo. Días de caminar bajo cataratas de lluvia y noches mal durmiendo, llenas de ecos quejumbrosos. De repente los indígenas que servían como guías, se detuvieron y señalaron una cumbre que dominaba el valle, intercambiando frases entre ellos. “¿Que dicen?”, preguntó Vasco. “Afirman que desde la cima de esta montaña se ve el gran mar», contestó el interprete. Los soldados se miraron entre ellos. “No. Ahí no nos hará subir con este calor”, pensaron. Pero Vasco no había llegado hasta este punto para quedarse descansando a la sombra y no envió a un explorador, sino que él solo emprendió la áspera subida. Era mediodía del 25 de septiembre de 1513 cuando sus ojos vieron una gran extensión de agua que se perdía en el horizonte. Con su sombrero emplumado, hizo señales a sus compañeros, que esta vez olvidaron todas las fatigas y se apresuraron a subir.
Era la primera vez que unos europeos veían las aguas del Océano Pacifico, cuya presencia se conocía por referencias de los indígenas de Panamá, pero que todavía no había sido demostrada. Los cosmógrafos de la época sabían perfectamente las dimensiones del globo terráqueo y por lo tanto conocían que entre las costas del Golfo de Méjico en el Atlántico y la China había alrededor de 15.000 kilómetros. Lo que nadie sabía era si esta distancia estaba cubierta por tierras o por mares. El descubrimiento del joven Vasco, solo tenía 28 años, permitió fijar los límites del continente americano y, posteriormente, organizar nuevas expediciones de exploración y conquista.
Solo para dar algunos ejemplos, Pizarro partió de un puerto en el Océano Pacifico en su conquista del Perú en 1524 y Magallanes salió de La Coruña en 1519 hacia el sur del continente para encontrar un paso que le permitiera llegar a Asia sin pasar por territorios dominados por los portugueses.
El Océano descubierto por Vasco Núñez fue durante más de 200 años de dominio casi absoluto del Imperio Español. Los ingleses lo llegaron a denominar “El lago español”, no porque domináramos todas las tierras que lo circundan, sino porque éramos los únicos que tenían los conocimientos técnicos para realizar el viaje de América hacia Asia, que es relativamente fácil debido a la dirección del viento dominante y después el de vuelta, que es sumamente difícil.
Y es aquí donde queremos hacer hincapié. El Imperio Español dominaba estos mares, no por la utilización de la fuerza, sino por la posesión y utilización de medios científicos y tecnológicos que les permitieron construir naves capaces de oceánicas singladuras, adaptar instrumentos a ambientes muy distintos a los originales y formar a individuos en grado de utilizar todos estos recursos para el bien de la comunidad a la que pertenecían.
Manuel de Francisco
Fuentes:
Núñez de Balboa, el extremeño que descubrió la inmensidad del Pacífico
Compendio de historia de Panamá
Sep 24, 2018 | Actualidad
El 12 de diciembre de 1474, solamente tres meses después de la muerte del marqués de Villena, fallecía en Madrid el hermanastro de la Reina Isabel, Enrique IV. Desmadejado por su mala vida y su dejadez física y moral, ni tan siquiera fue amortajado por sus nobles más allegados sino que, con su ropaje cuasi mugriento, fue tan secretamente enterrado hasta que en 1946 un obrero descubrió su ataúd y el doctor Marañón pudo certificar que Enrique IV no era sino un hombre aquejado de una timidez enfermiza, en especial con las mujeres.
Según parece el rey falleció sin haber otorgado testamento y, por tal causa, no reconocido como su hija Juana, la sucesora legítima no podía ser otra que su hermanastra Isabel. Esta, aconsejada por sus nobles próximos, al día siguiente se proclamó Reina de Castilla en Segovia, firmándose a los pocos días el documento que guió todo el reinado de Isabel y Fernando, ejemplo de dignidad real y de visión de Estado, denominado «La concordia de Segovia».
Sin embargo, una vez más los nobles castellanos, con su ambición, se revolvieron contra tal nombramiento y, de nuevo, el marqués de Villena, hijo, con la asistencia en este caso del obispo Carrillo, lograron la compañía de Alfonso de Portugal al objeto de entronizar a Juana, la «hija de la Reina» en el trono de Castilla. Alfonso, tío de Juana, no fue, ciertamente, un hombre valeroso sino más bien un ambicioso que deseaba engrandecer su reino con la ayuda de los nobles castellanos y el apoyo de las tropas del Rey Luis XI de Francia. Sin embargo, el francés tenía otros problemas, aparte de ser derrotado en Fuenterrabía por Fernando que se aseguró la pacificación y posesión de Navarra.
La expedición portuguesa hizo algunos progresos alcanzando Plasencia, en donde se desposaron tío y sobrina, proclamándose Alfonso y Juana Reyes de Castilla. Internándose el Rey Alfonso en tierras castellanas no encontró el apoyo que suponía, si bien se apoderó de Toro, Zamora y algunas poblaciones cercanas al Duero. La falta de combatividad de Alfonso resultaba patente, aguardando la asistencia de los franceses que nunca llegó. En su espera en Arévalo, enterado de la proximidad del conde de Benavente, el rey portugués le atacó e hizo prisionero, sin embargo no progresó en su avance hacia Burgos, sino que se refugió en Zamora. Las tropas de Isabel conquistaron Trujillo y con ello gran parte de las posesiones del marqués de Villena. Alfonso retiró su ejército en Toro, ante la rebelión sufrida en Zamora, conquistada a continuación por el Rey Fernando. En un constante toma y daca, Alfonso intentó asediar a Fernando encerrándole en Zamora, sin embargo, el frío y las condiciones de intendencia de las tropas portuguesas le obligaron a regresar al abrigo de Toro. Perseguido por Fernando, a escasos kilómetros de la población, se produjo la batalla que, sin un claro vencedor, sí produjo el desaliento de Alfonso y el resquebrajamiento de la moral de la soldadesca portuguesa, que regresó a su tierra.
En el trascurso de 1476 los principales nobles que aun apoyaban a Juana, en particular los del linaje Pacheco-Girón, Juan Téllez Girón y su hermano Rodrigo, Luis de Portocarrero y el marqués de Villena, se fueron sometiendo a la Reina Isabel, la cual junto con su esposo Fernando consiguieron el reconocimiento de Francia como Reyes de Castilla y Aragón.
A principios de dicho año, tropas portuguesas comandadas por el obispo de Évora penetraron en Extremadura, promoviendo el alzamiento de algunos nobles extremeños, entre ellos la condesa de Medellín partidaria de Alfonso. Sin embargo, aquella aventura tuvo su final cerca de Mérida, en donde las tropas portuguesas sufrieron un gran revés, que les obligó a retirarse de nuevo a Portugal. Aquella lucha en favor de Juana también se aproximaba a su final. En la villa portuguesa de Alcáçovas se reunieron los representantes de ambos reinos y fijaron un Tratado que tomó el nombre de dicha población. Sin perjuicio de fijar la paz entre ambos bandos y de renuncias reciprocas a tronos portugués y castellano, puede considerarse un anticipo del de Tordesillas, si bien, en las llamadas «Tercerías de Moura», también afectó a Juana, la Beltraneja, la cual eligió el convento en lugar de esperar a casarse con el príncipe de Asturias, Juan de Castilla, si este lo decidía al alcanzar los catorce años. El convento, sin embargo, no fue su destino final sino el Castillo de San Jorge en la capital lisboeta. Allí falleció en 1530, no sin antes dejar en testamento sus derechos sucesorios a favor del rey Juan III de Portugal. Sus restos se hallan desaparecidos como consecuencia del terremoto que asoló Lisboa de 1755.
Con dichos documentos, ratificados en Lisboa y en Toledo, finalizó una guerra civil entre castellanos, convertida en una guerra internacional entre los Reyes de Castilla y Aragón y el Rey de Portugal, Alfonso V, y su hijo Juan, con la presencia activa e intermitente del Rey de Francia Luis XI.
Francisco Gilet
Fuentes:
“Isabel La Católica”, Tarsicio de Azcona.
“Isabel, la Católica”, Manuel Fernández Alvarez.
Sep 21, 2018 | Actualidad
El pesimismo nacional niega toda capacidad española en materia de investigación y empresarial. Se confunde generalmente el hecho demográfico con los logros a nivel internacional. Le es difícil a un país de 46 millones de habitantes competir con gigantes de cientos o miles. Sin embargo, los ejemplos de tesón y buen hacer han dado sus frutos en nuestra querida península ibérica. Un caso de estos fue el del inventor y empresario Juan de la Cierva, que en 1923 consiguió el primer salto de su prototipo de autogiro, después de varios fracasos.
Juan de la Cierva nació el 21 de septiembre de 1895 en Murcia. Su familia era acomodada y disfrutaba de una confortable economía. Su padre era abogado, notario y concejal de Murcia cuando él nació. Su abuelo era ingeniero de montes y llegó al cargo de ingeniero jefe de la 3ª División Hidrológico-Forestal. Tuvo una niñez y juventud sin grandes contratiempos. Pudo haberse dedicado a dilapidar su futura herencia o vivir holgadamente de algún cargo público, pero desde pequeño decidió que superar retos era lo que realmente le interesaba.
Cuando llegó el momento de decidir qué estudios superiores debía iniciar, la familia presionó para que siguiera la carrera de su padre y estudiara abogacía, pero él tenazmente porfió para lograr que le dejaran estudiar ingeniero de caminos y durante los meses que empleó para ingresar en el Instituto, ya que el acceso estaba férreamente regulado, le sobró tiempo para construir un prototipo de un aeroplano que realizó un vuelo con éxito. Algo bastante notable para una persona de menos de veinte años.
Terminada la carrera y obtenido el título, su padre le obligó a dedicarse a la política, pero a él lo que realmente le gustaban era la aviación y dedicó parte de su tiempo a la construcción de aeroplanos. Uno de sus prototipos sufrió un accidente debido a falta de sustentación y ello le llevo a diseñar una nave que tuviera un aterrizaje suave a pesar de sufrir le perdida del motor: el autogiro. ¿Qué es un autogiro? Pues una aeronave cuyo motor mueve una hélice delantera y que lleva adicionalmente un rotor que se mueve por la inducción del propio movimiento del aire. Ventaja: si se para el motor, la nave puede aterrizar sin problemas. No confundir con un helicóptero, en el cual, los rotores son movidos por el motor principal y que si se para el motor, cae como una piedra si el piloto no lo evita.
No nos podemos extender más, pero que quede claro que las ideas de Juan de la Cierva no quedaron en meros proyectos más o menos descabellados. Registró diversas patentes en toda Europa y creó varias sociedades que le permitieron construir diversos modelos que se vendieron fundamentalmente a varias fuerzas armadas europeas, aunque también fabricó y vendió en Estados Unidos. De hecho, los únicos modelos que se conservan están en museos fuera de España (Inglaterra, EE.UU.).
No sabemos a dónde hubiera llegado, pues en un desgraciado accidente durante el despegue de un vuelo comercial de KLM que cubría el trayecto entre el aeropuerto de Croydon en Inglaterra y Ámsterdam, el Douglas DC-2 donde viajaba se estrelló y truncó su trayectoria vital. Tal vez la historia de la aviación comercial hubiese sido distinta si Juan no hubiera muerto prematuramente a los 41 años de edad.
Manuel de Francisco
Fuentes:
Juan de la Cierva