Oct 18, 2018 | Actualidad
El San Juan Nepomuceno no fue un barco cualquiera y tampoco lo fue su historia. Fue botado en el astillero de Guarnizo en Cantabria. En principio, su construcción se había ordenado dentro del tercer sistema de construcción empleado durante el siglo XVIII en la armada española y esto nos lleva a plantearnos algunas preguntas: ¿Tercer sistema de construcción? ¿Cómo se diseñaban los navíos en el siglo XVIII en España?
A pesar de lo que mucha gente piensa y las películas de Hollywood proclaman, los navíos españoles que surcaban los mares no eran en lo más mínimo producto de un diseño rutinario y fruto de una administración deficiente. Al final del siglo XVII, la armada del imperio español había, efectivamente, caído en su punto más bajo y sus sistemas de proyecto y construcción dependían del criterio de los maestros de ribera. O sea, que cada navío era hijo de su padre y de su madre.
Con la llegada al trono de Felipe V todo cambió. Dicho monarca encargó a Gaztañeta la implantación de reglas de diseño que normalizaran la construcción de los barcos de la armada. Esto hizo abaratar los costes de construcción y conseguir que la técnica no se perdiera con la muerte de los maestros de ribera. España, como no, fue pionera en la normalización de las artes de construcción en la armada y fue imitada por el resto de potencias mundiales, pero los españoles de aquella época no se durmieron en los laureles y siguieron investigando y mejorando el procedimiento.
Hasta cinco sucesivos sistemas de construcción se vieron en el siglo XVIII, y de ellos cabe destacar el segundo, promovido por Jorge Juan Santacilia, ya que por primera vez se implantaron cálculos científicos y de ingeniería en el diseño. Al tercer sistema, cuyo artífice fue Francisco Gautier, perteneció el San Juan Nepomuceno.
Hay otro aspecto importante de la vida de este navío, y es que fue protagonista de uno de los escasos motines que sucedieron en la armada española. Y decimos escasos porque en comparación con lo sucedido en la marina inglesa y francesa durante este siglo, los episodios de rebeliones y motines fueron realmente escasos, y esto dice algo en favor de los marinos españoles al mando de nuestras naves. El hecho sucedió en 1805 y es de destacar que no hubo ningún derramamiento de sangre, ni fue nadie ajusticiado, por intercesión de su capitán Cosme Damián Churruca.
Apenas unos meses más tarde, Churruca murió al mando del San Juan Nepomuceno, durante la batalla de Trafalgar, donde acabó más que derrotado, sobrepasado, por el ataque de seis navíos ingleses.
El navío fue apresado y enviado a Gibraltar, pero su estado era tan lastimoso que nunca fue operativo y los ingleses lo emplearon como pontón y lugar de recepción de autoridades a partir de 1808. Se colocó una placa con el nombre de Churruca en la cabina que él había ocupado como muestra de respeto a nuestro compatriota. En 1818 fue desguazado.
Manuel de Francisco
Fuente:
Jorge Juan Santacilia: marino y científico
Sistemas constructivos navales
Oct 17, 2018 | Actualidad
Hasta aquí en los dos capítulos anteriores se ha venido destacando la preparación y capacidad de mando de dos de los grandes protagonistas como son su Majestad y el Duque, pero…
¿Qué hay de la tercera persona clave, el Marqués de Santa Cruz, a lo largo de la campaña?
El transporte de las tropas desde Setúbal a Cascáis, el propio desembarco en Cascáis y la cobertura sobre la infantería en el castillo de San Gián de Hueras no habrían sido posibles y probablemente el desenlace de las operaciones hubieran sido muy diferentes.
También es cierto que la oposición encontrada por el Marqués de Santa Cruz fue realmente baja, en parte por el apoyo a la causa de Felipe II por los mandos de la mayoría de las fortalezas en la costa del Algarve por donde la armada navegaba pero también por la ‘capacidad de convicción’ que su propia presencia generaba.
“…Partió el Marqués de Santa Cruz con el armada desde Cáliz para Setúbar, adonde el Duque le estava aguardando para embarcarse, a ocho de julio del dicho año. Y llegó a la barra de Ayamonte a los treze del dicho, y la villa de Castromarin, primer lugar del Algarbe que allí estava, se rindió luego al Marqués, (…) y a los diez y nueve llegó a Faro, y aquel día no se quiso rindir, mas el día siguiente lo hizo. Y dexando allí dada la orden que convenía, se partió y fue a Villanueva de Pórtima, y dos leguas antes que llegasse el armada, la salió a recebir una caravela con banderas de paz, (…) y el Marqués fue de passo dos leguas más adelante y llegó a la ciudad de Lagos, y a segundo día se rindió, (…) Y luego partieron hasta llegar dos leguas del cabo de Sant Vicente, adonde estava una muy gran fortaleza, que llaman Sacres, fuerte y bien artillada; tenía dentro dozientos soldados, los quales se mostraron muy leales a su Magestad, porque en el punto que el armada llegó se entregó al Marqués, (…) Y de allí partió, el Algarbe abaxo, noventa millas, sin dar fondo hasta que llegó a Setúbar…”
[DE ESCOBAR, Antonio – CAPÍTULO XIII]
Debo reconocer que a lo largo de estos tres capítulos me he ido haciendo ‘auto-spoiler’ al ir adelantando que iba a centrarlo en la magistral combinación de fuerzas y armas empleada a lo largo de la campaña, incluso por el anuncio de los próximos episodios que se tratarían.
A estas alturas ya lo mejor es descubrir el contenido de los capítulos restantes que se desarrollarán tras el presente:
Cobertura de la artillería naval a la infantería en el desembarco en Cascáis.
Cobertura de la artillería naval a la infantería en el cerco al castillo de San Gián.
Cobertura de la infantería a la artillería en el cerco al castillo de San Gián.
Bueno… y una licencia que me permitiré como punto final de los relatos, espero que me disculpen.
¡Empecemos!
Nos encontramos con el ejército y la armada atascada en Setúbal, con este escenario hay dos opciones posibles como es subir con todo el ejército a Santarém, el camino más esperable, o dar un giro radical a la táctica más previsible sorprendiendo al enemigo.
El Duque eligió lo segundo, por un lado simula un ataque terrestre hacia Santarém ocultando que el movimiento principal sería embarcar a gran parte de la fuerza en una increíble maniobra superando el estuario del Tajo por mar hasta Cascáis, cerca de Estoril, el principal problema del plan sería elegir un punto de desembarco seguro y lo más cercano posible a Lisboa para no perder la sorpresa y la iniciativa que se había llevado en toda la campaña, este aspecto fue resuelto por uno de los aliados portugueses fieles a Felipe II como era el propio señor de Cascáis, Don Antonio de Castro, que conocedor de aquellas tierras pudo indicar el mejor punto de la costa donde crear, primero, la ‘cabeza de playa por el Capitán Rodrigo de Baldés del Tercio de Nápoles’ y, posteriormente, ejecutar el desembarco con la celeridad imprescindible para el éxito de una operación en la que la sorpresa resultaba esencial. En toda la operación la capacidad de la artillería naval de las galeras españolas resultaría clave en el éxito del desembarco.
“…Visto que don Diego de Meneses pretendía que nuestro exército no saliesse a tierra, se dieron nuestras galeras tan gran priessa a disparar que la cavallería e infantería portuguesa començó a yrse retirando de la marina, porque los balazos les davan en medio de sus esquadrónes, y como llegasse una gran bala y diesse al medio de su cavallería, se entendió desde las galeras que les havía hecho notable daño, porque al punto se juntaron con gran corrida de cavallos a la parte donde havía herido el balazo. Y como ellos vieron que ya yva muy de veras, desde aquel punto començaron a recoger su cavallería e infantería, que havía andado hasta allí atravessando la campaña de una parte a otra, y hizieron alto, embeviendo sus esquadrónes y atalayando lo que en la tierra y mar de nuestra parte passava. El artillería de las galeras no cessava de disparar para que los portugueses no pudiessen llegar a la marina a estorvar que los castellanos dexassen de desembarcar, y luego las galeras començaron a echar esquifes a la mar y a entrar en ellos nuestra infantería, y los del primer esquife que tomaron tierra fueron el Capitán Rodrigo de Baldes, del tercio de Nápoles, con cinquenta mosqueteros, los quales envistieron luego a ganar una serreta alta y redonda, que cerca de la marina estava, y al subir como yvan disparando, mataron dos portugueses de a cavallo y tres de a pie, que yvan huyendo a juntarse en sus esquadrónes, y estos que cayeron avían llegado a reconocer. Y como yvan desembarcando los nuestros, se yvan juntando y subiendo la serreta, en la qual como llegassen a lo alto, començaron a mosquetear y hazerse fuertes en ella porque los portugueses no se la ganassen, que según pareció havía hecho punta la cavallería portuguesa para subirla. Y como vieron que ya los nuestros estavan en lo alto y los que más yvan desembarcando subían con mucha ligereza, dexaron de acometer a ganarla, y en poco espacio la serreta estava llena de nuestra infantería, la qual desde allí descubría toda la campaña, y se devisavan bien claro todas las banderas de los portugueses, ansí las de la cavallería como infantería. Y como los nuestros se diessen gran priessa a desembarcar, yvan formando sus esquadrónes y marchando hazia los contrarios, unos por la marina y otros por la campaña, dándoles caça y mosqueteando, los quales mataron quatro de a cavallo y prendieron dos y los traxeron al Duque. Y como los portugueses vieron que los acometían con gran ímpetu, temieron de manera que dieron en huyda sin querer travar escaramuça con los nuestros, antes corrían con gran furia la buelta de Cascaes, que dos leguas de allí estaba…”.
[DE ESCOBAR, Antonio – CAPÍTULO XIX]
“…A los treynta de julio acabaron de desembarcar antes de mediodía, tan libremente que no uvo quien se lo contradixesse, y se fueron luego hazia donde estava el Duque en la hermita…”
[DE ESCOBAR, Antonio – CAPÍTULO XX]
Con esta magistral operación combinando la capacidad naval y artillera de la Armada española junto con la acometida legendaria de los Tercios se superaba un enorme obstáculo geográfico como representa el cruce del estuario del Tajo a la vez que se sorprende por completo a las fuerzas defensoras de la capital portuguesa.
Con este ‘sin igual golpe de mano’ terminamos la tercera de las entregas, nos quedan dos más.
¡Hasta la próxima semana!
Vicente Medina
BIBLIOGRAFÍA
Relación de la felicíssima jornada… que hizo… don Felippe… en la conquista de Portugal, ed. de Amparo Alpañés Anexos de la Revista Lemir (2004) ISSN 1579-735X
- HistoCast 150 – Álvaro de Bazán y las Islas Terceiras
- GÓMEZ BELTRÁN, Antonio Luis
Islas Terceiras. Batalla Naval de San Miguel, ediciones Salamina
Vida ejemplar y heroica de Miguel de Cervantes Saavedra, Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes
Oct 12, 2018 | Peticiones
[emailpetition id=»126″] Para otras cosas no consiguen llegar a acuerdos. Pero, para esto, mira:
Sánchez e Iglesias incluyen en el acuerdo para aprobar los presupuestos del Estado eliminar el delito de ofensa contra los sentimientos religiosos.
Y lo decidieron ayer, un día antes de la Virgen del Pilar, que ayudó a Santiago a seguir propagando la fe en España cuando estaba a punto de tirar la toalla.
Pide a los portavoces parlamentarios que no eliminen el delito de ofensa contra los sentimientos religiosos.
Tu firma llegará a los portavoces en el Congreso de todos los partidos políticos.
Lo que quieren es tener vía libre para ofender a los cristianos, que parece que tenemos menos derechos.
Según el último Informe de ataques a la libertad religiosa, presentado en mayo por el Observatorio para la Libertad Religiosa (OLRC), Podemos y PSOE son los partidos más laicistas, los que más ofensas de este tipo han cometido.
Si juntamos Podemos e Izquierda Unida (que están unidos en la Cámara Baja), duplican al PSOE. Y detrás de ellos están los partidos nacionalistas catalanes.
Los socios de Sánchez en esta presidencia sin pasar por las urnas.
Pero pienso firmemente que podemos pararlo. Porque si todas las personas que creemos en Dios en España firmamos, podemos hacer fuerza:
Firma ahora para que no eliminen el delito de ofensa contra los sentimientos religiosos.
Este acuerdo no tiene nada que ver con los presupuestos.
Pero Podemos tiene muchas ganas de hacerlo.
Claro, su portavoz en el Ayuntamiento de Madrid entró desnuda en una capilla. Así lo podrán hacer cuando quieran todos los demás (¿harían lo mismo en otros templos? Creo que no).
Y así apoyan a su amigo Willy Toledo, que para algunos parece ya un héroe nacional.
O que Drag Sethlas pueda disfrazarse de Cristo y de Virgen y mofarse de los cristianos y que todos estemos calladitos aplaudiéndole.
O “defender la libertad artística” de supuestos “artistas” que roban formas consagradas, escriben un Padrenuestro blasfemo (en el Ayuntamiento podemita de Barcelona) o piden en el Reina Sofía quemar iglesias. Como si esa libertad artística no tuviera límite.
Firma ahora para que respeten nuestra religión.
Es decir, que quieren meter en la cárcel o penalizar al que defienda que un hombre es un hombre y una mujer una mujer, pero permitir cualquier insulto a lo religioso.
Te pido dos minutos para firmar y apoyar que este nuevo ataque laicista de Podemos-PSOE no siga adelante. Firma aquí.
Oct 12, 2018 | Actualidad
¡Feliz Día de la Virgen del Pilar y de la Hispanidad!
Me encanta este día. Porque recordamos la unión de dos continentes: Europa y América, con España como enlace.
Porque España e Hispanoamérica compartimos la fe, la lengua y la cultura.
Y todo gracias a Isabel la Católica, una gran Reina, política, esposa y madre a quien le debemos mucho (y por ello Enraizados estará la semana que viene en un simposio internacional en Valladolid sobre su figura).
Para celebrar este día, te pido que, si tienes un momento, reces las letanías de los santos españoles que hemos preparado:
LETANÍAS 1
LETANÍAS 2
(Descarga el modelo que más cómodo te parezca para llevarlas en el móvil, o imprimirlas y llevarlas en la cartera, y rezarlas donde más te parezca).
Gracias a ellos España conserva su fe, y gracias a algunos de ellos España pudo transmitirla a Hispanoamérica.
Así que te pido que si tienes cinco minutos reces estas letanías y pidas a los santos españoles que intercedas por la unidad de España, por todas sus necesidades, y por Hispanoamérica (en especial por Venezuela).
Muchas gracias por tus oraciones.
Y para celebrar también el Día de la Hispanidad puedes poner en tu balcón o ventana las banderas de España y Venezuela, y enviarnos una foto, como te explicamos aquí.
Oct 11, 2018 | Actualidad
La campaña por los derechos dinásticos de Felipe II por Portugal se inició el 13 de junio, pero el desenlace principal se produjo el 25 de agosto en las márgenes del río Alcántara por el control del puente que sobre dicho río da acceso a las puertas de la muralla de Lisboa. Fue el principal enfrentamiento pero ni el único ni el último, ya que las últimas fichas las haría caer Sancho Dávila meses después con la persecución hasta Coímbra y posteriormente con la batalla por Oporto contra el pretendiente al trono portugués Don Antonio, Prior de Crato.
Como ya se ha apuntado las principales acciones de la campaña dirigida por el Duque de Alba supuso la combinación de diferentes armas de forma perfectamente coordinadas, haciendo jugar con máxima eficacia los apoyos entre artillería, caballería e infantería y en momentos decisivos la armada del Marqués de Santa Cruz.
El caso de la batalla de Alcántara es un ejemplo de combinación de las fuerzas navales y terrestres, ejerciéndose la presión en tierra de la infantería en coordinación con el decisivo cierre sobre la infantería portuguesa de la caballería española, pero resultando esencial el bloqueo de la armada portuguesa por parte de la armada española, embotellándola en el estuario del Tajo.
“…a las dos horas antes que amaneciesse, començó a tocar por todos los quarteles de la cavallería una trompetilla sorda para que se armassen y pusiessen a cavallo, siguiendo cada qual su estandarte, y en estando juntos començassen a marchar sobre el real de don Antonio, rey que se dezía ser de Portugal. Yvan en nuestro esquadrón mil y ochocientos cavallos, y faltaron las compañías del Conde de Buendía y Adelantado de Castilla, porque quando el exército havía marchado dos jornadas delante de Hielves, se bolvieron allí con orden de su Magestad para que estuviessen junto a Hielves. Y a la misma hora que havemos dicho començó a marchar la infantería, cada tercio por su parte y todos sin tocar caxas, bien proveýdos de armas y munición en cantidad de diez y ocho mil infantes pocos más, porque los demás que el exército tenía el Duque los havía dexado de presidio en los pueblos y castillos que hasta allí havían sido ganados, y muchos d’ellos que havían muerto de enfermedad, y otros que havían quedado malatos. Y dos tercios de bisoños a la propia hora se embarcaron en las galeras, porque allí eran necessarios. Y la traça de la batalla era que se havía de dar por tres partes: la cavallería sobre la mano derecha del enemigo, y la infantería y artillería a la frente, y por el lado siniestro el Marqués de Sancta Cruz con su armada contra la del enemigo…”
[DE ESCOBAR, Antonio – CAPÍTULO XXXIX]
Llegado a este punto con la estrategia desplegada por Felipe II y la táctica puesta en marcha por el Duque de Alba a este segundo solo le faltaba dar el último ‘Santiago’ a las tropas desplegadas a lo largo del margen del Alcántara y a la flota, presionando por el Tajo sobre la armada portuguesa.
“…nuestra infantería, visto que los contarios havían representado, se fue descubriendo en lo alto del río Alcántara y començaron a darles carga, (…) Y nuestra cavallería estava queda en su puesto, conforme a la orden que tenía, (…) y también porque estava dada orden que quando se diesse el «Sanctiago» para dar assalto la infantería al repecho y trincheras, havía de yr nuestra cavallería dando cerco al enemigo por el costado y envestir con él por allí. Y a este tiempo las dos armadas siempre havían disparado la una contra la otra, haziéndose el daño que podían, aunque no llegaron por entonces a cerrar. (…) Y como durasse la batalla en esta forma hasta las diez del día, se dio orden por mandado del Duque para envestir con la puente de Alcántara, donde estava el tercio de Ytalia, el qual envistió con ella dos vezes, y ambas le dieron tanta priessa los portugueses que le hizieron retirar. Lo qual, visto por el Prior, arrimó al tercio con orden de su padre dos mangas de bisoños, y mándoles envestir tercera vez, y luego ganaron la puente, (…) Y como el Duque vio ganada la puente mandó que los tercios diessen assalto a las trincheras de don Antonio, y luego el tercio de Nápoles començó a subir, y los demás tercios le siguieron. Y el Duque diziendo «Santiago», y «la Magdalena», y «Arremeta la cavallería», la qual con gran furia lo hizo luego, invocando al apóstol Sanctiago y a la Magdalena sobre mano derecha para coger a don Antonio en medio de los nuestros, y allí cerrar. (…) viéronse perdidos y no tuvieron esfuerço para aguardar a que nuestra cavallería llegasse a darles el encuentro. Y desampararon su artillería, la qual hasta allí nunca havía cessado de disparar, y la nuestra lo mismo. Bolvieron la riendas y dieron en huyda, y don Antonio con ellos, malherido, siguiéndolos toda su infantería; y los castellanos diziendo «Victoria, cierra España»…”
[DE ESCOBAR, Antonio – CAPÍTULO XL]
De la batalla poco mas podemos añadir salvo que el desorden de la retirada provocó más número de bajas que el propio combate para los portugueses, viviéndose tristes escenas en el momento del cruce de las puertas de la muralla de Lisboa cuando abrieron fuego los propios defensores contra los civiles y soldados que trataban de alcanzar la seguridad de la ciudad, como nos describe el autor, Antonio de Escobar, y testigo de todos estos hechos:
“…Y como los que estavan en los muros y almenas vieron que los castellanos yvan en el alcance a los suyos por las calles de los arravalles, y que prestro llegarían a las puertas de la ciudad, temieron que se les entrarían por ellas y que en viéndose dentro harían el daño que pudiessen en los de la ciudad y la saquearían. Y como el tropel a las puertas era tan grande de los que yvan entrando, no sabían qué remedio tener para poder cerrarlas, porque no hubiera fuerças humanas que lo pudieran hazer, y tomaron por remedio que los de los muros y almenas arcabuceassen rostro a rostro a los suyos para que se detuviessen y no entrassen en la ciudad, porque huviesse lugar de poder cerrar las puertas, que con dejar fuera seys o siete mil portugueses al perdido remediavan la ciudad. Y por ello usaron de este ardid, de tal manera que no solamente los arcabuceavan, mas arrojávanles mucho número de cantos que quitavan de las almenas y obras muertas que por lo alto de las puertas y muros havía, y este remedio les aprovechó. De manera que aunque mataron alguna gente de los suyos, fueron parte para que se pudiessen cerrar las puertas, y los que no pudieron entrar, como se vieron sin remedio, acudieron a la marina a los que sabían nadar, y arrojáronse a la mar guiando hazia su armada que cerca de allí estava, en la qual muchos se salvaron, y otros se ahogaron antes que llegassen a ella. Y los que no sabían nadar dieron la buelta alrededor de la ciudad, por el otro lado a la parte de tierra. Y los nuestros los siguieron hasta que passaron gran trecho de la otra parte, donde derribaron muchos, y se bolvieron, porque tenían orden de no passar adelante (…) Tardaron tres días los de la ciudad en enterrar los muertos. Y halláronse muchas mugeres muertas por las calles de los arravales y cerca de las puertas de la ciudad, y algunas con sus niños en los braços muertos, que como yvan huyendo a valerse en la ciudad y era tan grande el tropel de los portugueses, entre ellos caýan y se ahogavan sin poderse valer, y sus criaturas con ellas…”
[DE ESCOBAR, Antonio – CAPÍTULO XL]
Triste, muy triste el desenlace final de la batalla por Lisboa.
Con este final damos por terminada la segunda de las entregas.
¡Vamos a por la tercera!
Vicente Medina
BIBLIOGRAFÍA
Relación de la felicíssima jornada… que hizo… don Felippe… en la conquista de Portugal, ed. de Amparo Alpañés Anexos de la Revista Lemir (2004) ISSN 1579-735X
- HistoCast 150 – Álvaro de Bazán y las Islas Terceiras
- GÓMEZ BELTRÁN, Antonio Luis
Islas Terceiras. Batalla Naval de San Miguel, ediciones Salamina
Vida ejemplar y heroica de Miguel de Cervantes Saavedra, Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes