La Inquisición en México durante el siglo XVI

La Inquisición en México durante el siglo XVI

La Inquisición en México durante el siglo XVI.

1. Introducción.
2. Instalación del Santo oficio en América.
3. Una Inquisición para América.
4. Conclusión.

Autora: Carolina Campillay

1. Introducción:

El Santo Oficio de México, o más conocida por la Inquisición, fue un tribunal de justicia eclesiástica, encargado de atender los delitos, cometidos contra la fe católica, por la población no india; por lo cual encabezó juicios inquisitoriales, que conllevaron al cumpli­miento de sus sentencias, donde el castigo más extremo era la “rela­jación” o pena de muerte, aunque hay que decir también que era el menos veces impuesto dentro de sus sentencias. Tal procedimiento era aplicado sólo a aquellos reos que habían cometido faltas demostradas asociadas con la herejía, como criptojudíos (convertidos al cristianismo que seguían haciendo sus practicas judaizantes) y protestantismo ( lo que incluía tanto al luteranismo, como al calvinismo y al anglicanismo).

 Auto de Fe presidido por Santo Domingo de Guzmán,óleo de Pedro Berruguete , Museo del Prado

2. Instalación del Santo oficio en América.

La instalación del Santo Oficio en América, durante el reinado de Felipe II, supuso la puesta en marcha de tres tribunales (Lima, México y, posteriormente, Cartagena de Indias) y una decena de comisariatos.

En este marco, operó el traslado de la organización burocrática llevada adelante por la Suprema y los Inquisidores generales en la península.

La persecución de la “herejía” en el espacio americano significó la puesta en vigencia de nuevas formas de control sobre la población: la existencia de nuevas prohibiciones, la obligación de denunciar – bajo pena de excomunión-, la regulación del funcionamiento de los tribunales, el sometimiento al procedimiento secreto, la tortura, y los “autos de fe”.

Control de la paz social por medio de los tribunales.

Pensamos que -el considerar a la Inquisición en términos de instrumento de control social- nos permite realizar nuevos aportes a los estudios realizados por la región de Córdoba del Tucumán.

En este sentido, cobran nuevos relieves explicativos la fuerza y la persistencia temporal de la Inquisición moderna, en razón del carácter religioso de las materias de su competencia.

Porque si en principio, la naturaleza religiosa de su jurisdicción parecía conferir a la Iglesia su condición de agente de control sectorial, se trató sólo de una aparente realidad, ya que, de hecho, la vigilancia de lo religioso en las sociedades tradicionales tenía repercusiones en todas las demás esferas del sistema social.

La religión no es sólo un aspecto, entre los varios constitutivos de la cultura comunitaria, sino el principio estructurante de toda la cultura; toda la organización social de la época estaba “estrechamente vinculada a lo sagrado” y “el poder”, a todos los niveles.

Breve cronología.

En 1521, concretamente el 13 de agosto, se consuma la empresa de descubrimiento y conquista, iniciada en febrero de 1517 por Francisco Hernández de Córdoba, es decir, la caída de Tenochtitlán en manos de las tropas comandadas por Hernán Cortés, con lo cual se daba inicio a tres siglos de dominación española en lo que se denominó la Nueva España, actualmente México, el sur de los Estados Unidos y las Repúblicas centroamericanas.

El primer contingente de frailes misioneros llegaría a tierras novohispanas en 1524, o sea, el grupo de doce franciscanos encabezados por fray Martín de Valencia, denominados los «doce apóstoles», entre los que venía gente que se destacó enormemente en diversos campos de la obra civilizadora que los religiosos llevaron a cabo en aquellas tierras. No obstante ello, desde un principio, es decir, antes de la llegada de Valencia, las tropas españolas venían acompañadas de eclesiásticos, como era natural, los cuales ya, desde 1522, hubieron de ejercer actividades inquisitoriales, puesto que traían poderes para ello, tanto del inquisidor general de España como del obispo de la isla de San Juan y del viceprovincial de los dominicos en las Indias, fray Pedro de Córdoba.

Así sabemos que en 1522 hubo un proceso por amancebamiento, contra un indio de Acolhuacan, y la expedición de dos edictos en 1523, uno contra herejes o criptojudíos y otro contra personas que -de obra o palabra- hicieran cosas que parecieran pecados.

3. Una Inquisición para América.

La introducción de la Inquisición, en el espacio americano, supuso el traslado de la institución a un espacio totalmente diferente al europeo; es por ello que autores como Escandell Bonet, insiste en la existencia de un “modelo americano” de organización y funcionamiento del Santo Oficio. En este sentido, el autor individualiza las siguientes características diferenciales:

  • La cobertura del territorio y organización del propio tribunal, sobre la pauta de la organización eclesial y administrativa del virreinato.
  • La exclusión de los indígenas de la jurisdicción inquisitorial, ya que estaba destinada al control de “cristianos viejos”.
  • El tamaño reducido y el carácter urbano, del contingente de los destinatarios.
  • El control del ingreso de extranjeros portadores de ideas y creencias diferentes a la ortodoxia católica.

En este punto, debemos mencionar que los tribunales locales funcionaron bajo la dependencia – y a la cabeza- del Inquisidor General y el Consejo de la Inquisición,  también conocida como “la Suprema”, con sede en la península.

Autoridades: Inquisidor general y consejeros.

El Inquisidor General, nombrado por el Papa de turno a propuesta del Rey, era la máxima autoridad inquisitorial, en los dominios tanto peninsulares como ultramarinos; mientras que la Suprema estaba integrada por consejeros, que operaban como asesores del Inquisidor general, y le acompañaban en la conducción del Santo Oficio.

Tribunales americanos.

Ahora bien, entre 1569 y 1610, se conformaron los tres tribunales americanos, que estuvieron integrados no sólo por los inquisidores, las máximas autoridades a nivel local, sino también por un plantel de funcionarios, entre los que se hallaban calificadores, fiscales, receptores, escribanos, abogados defensores, tesoreros… entre otros.

Paralelamente, se nombraron gran cantidad de comisarios y familiares, para que ejercieran el control de todo el territorio que se encontraba lejos de la sede cada uno de estos tribunales. La lejanía implicaba decididamente demasiados kilómetros, la vastedad de los territorios comprendidos (ver en el mapa) en la jurisdicción de cada tribunal era inconmensurable.

Tribunal de Lima.

El Tribunal de Lima, por ejemplo, abarcó la extensión del Virreinato, comprendida por las audiencias de Panamá, Santa Fe de Bogotá, Quito, Lima, Charcas y Chile; y catorce obispados: Lima, panamá, Santa Marta, Cartagena, Popayán, Bogotá, Quito, Trujillo, Cuzco, Asunción, La Plata, Santiago, Concepción y Tucumán.

Es decir, el espacio que hoy conforman los estados de Panamá, Colombia, Venezuela, Ecuador, Perú, Bolivia, Chile, Argentina, Paraguay y Uruguay; casi tres millones de kilómetros, cuando los inquisidores en España tenían por cada tribunal espacios que oscilaban entre 5.000 y 6.000 km2 (en la península había 16 tribunales que actuaban sobre un total de 500.000 km2).

Audiencias del Virreinato de México.

Por su parte, el Virreinato de México contaba con tres audiencias: México, Guadalajara y Guatemala; y diez obispados: México, Tlaxcala, Guadalajara, Michoacán, Chiapas, Yucatán, Guatemala, Nicaragua y Antequera.

Además de inmenso, este territorio era discontinuo: se necesitaban meses para llegar a las Islas Filipinas, a las que muchas veces sólo se accedían una vez al año; sin olvidar la existencia de tierras recortadas por cordilleras, ríos caudalosos, lagunas y pantanos que aislaban ciertos espacios.

Tribunal de Cartagena de Indias.

Según fuentes de Alberro Solange, la Inquisición mexicana no tardó en darse cuenta de lo difícil de su tarea, habida cuenta de lo dilatado del distrito, y cuando se creó el Tribunal de Cartagena de Indias, en 1610, que llegó para aliviar al de Lima, solicitaron el establecimiento de un tribunal en Guatemala, que tuviera jurisdicción sobre una parte de América Central. Pero por razones financieras, el pedido fue denegado.

Palacio de la Inquisición, en Cartagena de Indias.

Estas circunstancias, incidieron, no sólo en la característica netamente urbana, que tiñó a estos tribunales a diferencia de los asentados en tierra europea, sino también en la mayor autonomía de la que gozaron, con respecto a los peninsulares; hecho que Escadell Bonet denomina como una suerte de “privatización” de funciones.

Jurisdicciones.

Ahora bien, el carácter urbano del dispositivo inquisitorial americano, puede explicarse, así mismo, en que los destinatarios de su accionar fueron en principio “cristianos viejos”. De esta manera, comisarios y familiares trabajaron en “pueblos de españoles”, sedes episcopales, ciudades o puertos mercantiles; a diferencia de los comisarios y familiares que operaban en la península, que se radicaban en la campaña, puesto que en las ciudades había tribunales.

Población de destino.

Sin embargo, es imprescindible aclarar que si bien los indígenas no fueron susceptibles de ser perseguidos desde el establecimiento formal de la Inquisición, desde los primeros días de la conquista los obispos – y hasta visitadores- actuaron munidos del título de “inquisidores apostólicos”, en distintos puntos de América y los juzgaron por “herejía”.

Juan de Zumárraga.

Sólo a manera de ejemplo, citamos el caso del franciscano Juan de Zumárraga, obispo de México e Inquisidor apostólico, quien a mediados del siglo XVII, en México, enjuició a 19 indígenas bajo la imputación de brujería.

Pero la Inquisición americana no sólo actuó sobre los “católicos bautizados” y “cristianos viejos”- según comprendía a su jurisdicción- sino que también incluyó entre los esclavos africanos, que habitaban el espacio americano, y sobre quienes ostensiblemente no practicaban la religión católica, como por ejemplo, los protestantes, considerados como extranjeros y generalmente asociados a los piratas.

Suele mencionarse, asimismo, que debido a la magnitud del territorio y el escaso control que efectivamente la Inquisición pudo llevar adelante debido a que gran parte de la población quedó fuera de su jurisdicción, lo que puede ser considerado como una reducida presión inquisitorial, frente a lo actuado por los tribunales peninsulares.

Volumen de autos.

Scandell Bonett lo mide a través del número de juicios incoados por los tribunales locales, comparados con la producción de expedientes judiciales de la época en la península. Sin embargo, pensamos que la cantidad de los autos o expedientes procesados no puede ser la única medida para considerar la existencia de mayor o menor presión inquisitorial. O en todo caso, mirarla desde las particularidades del contexto: en jurisdicciones que estaban fuera del control real de las máximas autoridades inquisitoriales y del Rey, el número de expedientes procesales puede ser significativo.

Volumen de Juicios sumarios.

Más aún, cuando comienzan a trabajarse los archivos de los comisariatos que funcionaban en espacios muy alejados, como el de Córdoba que trabaja bajo la dependencia de Lima: la incoación real de más de 180 sumarias durante el siglo XVIII y principios del XIX, en una ciudad pequeña y de frontera, resulta altamente significativa, sobre todo porque el tribunal se encuentra a miles de kilómetros.

Jurisdicción de los tribunales.

El hecho de que se trataba de tribunales que funcionaban lejos de la metrópoli y bajo las circunstancias ya enunciadas, no era ignorado por los Inquisidores. Todo lo contrario, puesto que elaboraron instrucciones destinadas a regular las actuaciones de los tribunales de México y Perú, con motivo de su creación, ya que se les concedió amplias facultades procesales y sólo debían consultar a la Suprema, las sentencias de muerte, cuya ratificación se reservaba el poderoso órgano colegiado.

Jerarquía entre los tribunales.

En este punto, las Instrucciones de Espinosa, independizaron al tribunal mexicano de la Suprema, aunque lo sujetó a las instancias locales: por ejemplo, cuando surgía una duda sobre la aplicación de tormento o el aceptar una “reconciliación”, el tribunal local podía decidirlo; sin necesidad de acudir a la Suprema.

Recordemos que la instancia local estaba compuesta no sólo por los inquisidores, sino por el ordinario y los consultores, que desempeñaban como jueces de la Audiencia.

Recursos de actuación.

Por su parte, los comisarios, designados desde el tribunal limeño, en su misión de identificar y combatir la “herejía” actuaron munidos, es decir provistos o fortalecidos, del arsenal jurídico mencionado, concentrado en:

  1. Manuales.
  2. Instrucciones para Comisarios.
  3. Edictos de Fe y Anatemas.
  4. Disposiciones específicas que dictaba para un caso en particular, el tribunal.

Va como ejemplo, lo reflejado por la documentación encontrada en la “Sección Inquisición” del Archivo del Arzobispado de Córdoba.

Instrucciones de la Inquisición.

Las Instrucciones para Comisarios fueron dictadas por las autoridades inquisitoriales con el objetivo de asignarles la jurisdicción, competencia y los pasos a seguir en el trámite de las causas que debían llevar lejos del tribunal superior. Podían ser generales y/o especiales.

Entre las primeras podemos citar la Instrucción dictada por la Suprema, en 1569, para todos los comisarios americanos y las competencias eran entregadas a cada uno de ellos cuando las asumían, atendiendo a las características de la jurisdicción, en la que debían ejercer su oficio según los pasos indicados anteriormente.

Edictos publicados.

En cuanto a los edictos de Fe y los Anatemas. Eran verdaderos catálogos en los que se describía con detalle todas las acciones u omisiones perseguidas, y las formas de “cometerlas”; entre ellas se incluían la práctica del judaísmo, del protestantismo, la brujería, etc.

Ejemplar de un edicto en la Nueva España.

Debían ser leídos, cada tercer año, en todas las poblaciones que contaban con un mínimo de trescientos vecinos, durante la Cuaresma. Los inquisidores debían cumplir con este trámite, en la capital y sus alrededores, mientras que los comisarios -debían hacer lo propio- en las  jurisdicciones que se encontraban a su cargo.

Generalmente, tenía lugar en las catedrales – así se hizo en Córdoba-, donde debían asistir de manera obligatoria todas las personas que habitaban el lugar, previo pregón realizado con uno días de anticipación.

Objetivos de los edictos.

La finalidad de esta lectura residía en dar herramientas a los asistentes para identificar la comisión de algunas de estas “herejías” entre conocidos y parientes, para luego denunciarlos ante el comisario.

Ahora bien, aun cuando, en apariencia, estamos frente a un saber letrado, elaborado por y para letrados, puesto que sólo se podía ser funcionario del tribunal quienes lo pudieran acreditar, debemos destacar que entre ellos existieron algunas diferencias originadas por la finalidad que debían cumplir.

Categorías de los escritos.
  • Los manuales, fueron escritos por letrados de alto vuelo intelectual y estaban destinados a otros letrados, que debían cumplir la misión de juzgar o iniciar los procesos, como en el caso de los comisarios. En ellos hallamos un hermetismo técnico típico del discurso legal tradicional, un sin fin de citas, que justifican la autoridad de procedencia de cada norma, pero que también ayudan a ampliar el conocimiento del lector y la típica casuística en la enunciación de las normas.
  • Los edictos, escritos en castellano, eran más descriptivos, el lenguaje perdía tecnicismo, para ilustrar con ejemplos claros, lo que entendían por la existencia de indicios en la comisión de alguna “herejía”, como el “judaizar”.
Destinatarios de los escritos.

Estos contenidos, estaban dirigidos al público que mayoritariamente era analfabeto, o que aun cuando fuese letrado, no poseía el conocimiento de las sutilezas teológicas para juzgar los hechos de los que fuesen acusados.

Lectura pública de edictos.

Su lectura pública, aún como fin instrumental puesto que la mayoría de la población de la época no sabía leer, supuso una oportunidad para la gente tanto de “utilizar los textos como también de familiarizarse directa o indirectamente con los modelos narrativos fijados por la tradición escrita de la élite dominante”.

Asimismo, observamos que en los Manuales se refleja la descripción de los “delitos” al “estilo europeo”, mientras que en Edictos que se dictaban para leer en América, existieron adaptaciones a las “condiciones americanas”. Por ejemplo, en relación a la persecución de las prácticas mágicas locales, que pasaron a ser “heréticas” para los inquisidores.

Denuncias archivadas y catalogadas.

Ahora bien, para saber si realmente cumplían con el efecto perseguido por los inquisidores, si propiciaban las denuncias, debemos acudir a los archivos. Según Francisco de Alberro, tomado como referencia de fuentes de la época, no está en condiciones de responder esa pregunta, o así lo menciona en su obra.

Perfil de los denunciantes.

Sin embargo, para el caso de Córdoba de México, durante el siglo XVIII, estamos en condiciones de afirmar que la mayoría de las denuncias incoadas aparecen en el período de cuaresma, después de la lectura de los mencionados edictos.

Tribunal del Santo Oficio en México.

Y dentro de este grupo, son las mujeres quienes sacuden con mayor asiduidad ante los estrados del comisario, para dar cuenta de tal o cual hecho, individualizando a sus vecinos, amigos y parientes.

Incoación de los procedimientos.

En este sentido, las denuncias jugaron un rol fundamental en el inicio de las causas; y si bien, también los inquisidores o los comisarios podían actuar de oficio- aún a partir de un simple rumor- , la institución trabajó denodadamente para conseguirlas; puesto que obligó a denunciar a todos los bautizados, mayores de 14 años, si eran varones o de 12 años, para las mujeres, independientemente de su estado o posición social, bajo pena de “pecado mortal” y excomunión.

Secreto de sumario.

Utilizando, tanto métodos coercitivos como persuasivos, la Iglesia las convocaba de manera constante desde los púlpitos, y las estimulaba en los confesionarios, llegando a favorecerlas con el secreto procesal, que las liberaba de toda responsabilidad jurídica o moral, (que a su vez los protegía de las posibles represalias de los acusados).

Funciones de los Comisarios.

En este punto, es imprescindible mencionar que los Comisarios – como en el caso del de Córdoba- tenían entre sus labores ineludibles, la recepción de las denuncias, para dar curso a las sumarias y proceder a la detención del o la “hereje”. Quienes en definitiva, debían ser enviados al Tribunal de Lima, para que definiera la situación.

No es casual, por tanto, que en el Archivo del Arzobispado hayamos encontrado gran cantidad de estos documentos.

Denuncias recibidas.

La recepción de la denuncia, constituía un acto solemne, que debía reflejarse en un acta especial, labrada por el escribano que colaboraba con el Comisario, siguiendo las normas del procedimiento inquisitivo, a través del cual se juzgaba a las personas.

Comparecencias.

Ahora bien, una vez que el delator (o delatora) decidía comparecer ante el Comisario, el escribano de turno elaboraba el acta correspondiente, que daba inicio a la sumaria, colocando en primer lugar la data, el momento del día en el que él, o la compareciente, se había presentado, el nombre del Comisario de instrucción, la constancia de que el denunciante lo hacía: “sin ser llamado”, si era hombre o mujer, y al grupo social de pertenencia.

Juramento.

A continuación, se le tomaba juramento y se le obligaba aguardar secreto de cuanto sucediese en esa instancia. Recordemos que el secreto era un componente crucial en el procedimiento inquisitivo, puesto que se entendía que garantizaba las actuaciones del tribunal, lo que en todo procedimiento judicial hoy en día es  llamado secreto de sumario durante la fase de investigación de un procedimiento.

Toma de declaración.

A continuación, el compareciente daba sus datos personales: nombre y apellido, “calidad” (don, doña, grado universitario, esclavo/a perteneciente a… , etc.), estado, lugar de nacimiento, si era vecino de la ciudad, ocupación y edad. Inmediatamente, y previa aclaración de que formulaba los cargos “por descargo de su conciencia”, describía los hechos, mencionaba al presunto culpable- algunas veces añadiendo una somera descripción física-, facilitaba el nombre de quienes habían presenciado los hechos; y en algunos casos hasta formularon apreciaciones personales, sobre el acusado o el suceso en cuestión.

Ratificación los hechos declarados.

Finalmente, ratificaban que los hechos aludidos eran veraces, y previa lectura de la declaración- que realizaba el escribano-, firmaban la declaración, junto al escribano y el comisario de turno. Previamente, habiendo pasado nuevamente por la instancia de reiterar que todo lo actuado se hacía por “descargo de conciencia” y que quedaría en secreto.

En este punto, cabe aclarar que, como se trata de documentos oficiales, entendemos que sus dichos pudieron quedar atrapados dentro de las fórmulas procesales de los escribanos,  quienes les hicieron decir a todos los y las comparecientes, que informaban.

Testigos llamados a declarar.

A partir de entonces, el comisario continuaba la sumaria, llamando a testigos y en algunos casos, procediendo a la detención del o la implicada, que en Córdoba operó en la cárcel capitular.

Interrogación de los testigos.

Los testigos eran interrogados, de manera similar a lo ya referido para quienes comparecieron voluntariamente.

Finalizada la sumaria, se solicitaba la ratificación de todo lo dicho, bajo la atenta mirada de testigos que trabajaban para la Inquisición, para luego disponer su envío a Lima o tribunal de orden superior (junto con el o la detenida, si lo tenían).

Exhortos.

Finalmente, debemos mencionar las múltiples cartas y exhortos recibidos del tribunal de Lima y las que los comisarios enviaron, mediante los cuales se hacían apelaciones de la época a tribunales superiores, con lo que la garantía del procesado estaba presente durante todo el proceso.

4. Conclusión.

A manera de conclusión, diremos que en este trabajo nos hemos concentrado en trabajar un aspecto habitualmente no abordado, a pesar de que siempre se los utiliza como fuentes imprescindibles para realizar las investigaciones.

Pensamos que trabajar desde esta perspectiva, nos acerca, sin lugar a dudas, al pensamiento de quien legisló, de quien codificó, de quienes detentaron el lenguaje para “ordenar” con un fin determinado: “la salvaguarda de la pureza de la verdad”.

A través de su individualización y su rescate, hoy conocemos los instrumentos conceptuales con los que operaban los inquisidores, para poder abordar con mayor riqueza y profundidad lo que aconteció con la Inquisición en América. Como también, que forman parte de un tejido jurídico singular y complejo, en el que aparecen normas y práctica acumuladas y de distintos orígenes.

Los documentos, devenidos en instrumentos necesarios para la prosecución de los fines de este peculiar tribunal, nos devela una Inquisición, discreta, burocrática y hasta silenciosa, a la par de la ostentosa y ceremonialista, que aterrorizaba con el humo de las hogueras, que supo trazar -a través de los papeles- una extensa red. que cubría el territorio de sus dominios, buscando eficacia y eficiencia en la persecución de “herejes” y “herejías”.

Autora :  Carolina Campillay

Bibliografía.
Historia de la Inquisición en España y en América, II: Las estructuras del Santo Oficio.
El Palacio de la Inquisición y las hogueras para herejes
Epílogo
     por Sandra Fernández

Conviene también conocer el porqué y para qué se crearon los Tribunales de la Inquisición e interrelacionar las rutas comerciales en las que intervenían los perseguidos como herejes y piratas, su relación con las rutas de esclavos y la interrelación con financiación del protestantismo, puede verse en la entrada:

Contexto en el que fueron creados los tribunales de la Inquisición en América.

En el anterior artículo, se exponen cuando, donde y cómo se realizaron los tribunales de la inquisición en América, y en qué consistían: conviene además conocer el porqué fueron creados y su origen, para así poder situar los tribunales de la Inquisición tanto en Europa como en América en su contexto histórico.

Por Sandra Fernández González

 

EL ESCORIAL, FELIPE II Y ESPÍRITU DE LA CONTRARREFORMA

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La Iglesia ante los retos de la historia

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Como todas las obras de arte que merecen nuestra admiración, expresa necesidades, temores, inquietudes, emociones y nos ayudan a entender el momento histórico en que se creó. Se trata de mucho más que un monasterio y un Real Sitio. Declarado por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad en 1984, este grandioso monumento refleja el espíritu de su época.

Construido entre 1563 y 1584 por Felipe II, rey de formación humanista y que, lejos de la imagen fría y tétrica que nos ha dejado la Leyenda Negra, fue un gran mecenas, sensible y amante de las artes. Y, sobre todo, un hombre de fe profunda. Cada cuadro, cada obra, responde a unos intereses muy concretos: reflejar el espíritu de la Contrarreforma Católica. En efecto, la fundación del Monasterio de El Escorial supuso una decisiva respuesta, a escala grandiosa, a las ideas heréticas surgidas en el Norte de Europa con el protestantismo. Todos los presupuestos emanados del Concilio de Trento, quedan aquí integrados, como veremos.

FELIPE ll

Repasemos brevemente el momento histórico y la persona de Felipe II. Los complejos y múltiples problemas que tuvo que afrontar Felipe II durante su reinado, irán cambiando su personalidad, sus sentimientos y su imagen. Desde aquel principesco retrato de Tiziano para sus esponsales con María Tudor en 1551, el de Antonio Moro en 1560 con motivo de la Batalla de San Quintín, hasta el que le hiciera Sofosba Anguissola en 1573 – de luto riguroso – han pasado muchos años, duros y difíciles, de traiciones y muertes, que dejan huella en el monarca. El tono grave y sobrio de esta segunda etapa de su reinado se manifiesta igualmente en la literatura -cumbre de la ascética y la mística-, la música, la pintura, la arquitectura de Herrera y en la austera vida social y cortesana.

Felipe II se había convertido en el mayor rey del planeta. Cuando murió en 1598, el Imperio Español era el más extenso del mundo, con dominios europeos, posesiones americanes, africanas y asiáticas ¡Un Imperio donde nunca se ponía el sol! Asimismo, en 1580 con la anexión de Portugal, los dos grandes imperios ultramarinos de la Península se unieron bajo un mismo soberano, convirtiéndose Felipe II en «señor de Oriente y Occidente». Precisamente por esto, en Europa era visto con recelo. Francia, Inglaterra, Holanda -así como el Imperio Otomano- pensaban la forma de poner límite al poder del Rey de España.

A la defensa de la hegemonía hispánica, se unía la de la religión católica. Los problemas se multiplicaban. Contra los turcos en Lepanto en 1571, la revuelta de Flandes, la contienda con los protestantes (apoyada abiertamente por la Reina Isabel I de Inglaterra) llevó al enfrentamiento abierto con Inglaterra en 1588 con el desastre de la Gran Armada. Aunque las fuerzas de la monarquía hispánica comenzaban a agotarse poco a poco, todavía quedaba lo mejor: ¡el Siglo de Oro Español!

CONCILIO DE TRENTO. Que serias corrupciones se extendían por la iglesia, era evidente desde hacía tiempo. Ciertamente, en España hubo ya reforma de la vida eclesiástica, la emprendida por el Cardenal Cisneros con el apoyo explícito de la Reina Católica, buscando un modelo moral más acorde con el mensaje evangélico.

En un contexto profundo descontento económico, desprestigio de la jerarquía eclesiástica, enfrentamientos bélicos y desorientación espiritual generalizada, merecen ser destacados tres acontecimientos y protagonistas principales:

En Alemania, el 31 de octubre de 1517, Martín Lutero, un agustino profesor de la universidad de Wittenberg, fijó sus 95 tesis enfrentándose al papado, negando los dogmas católicos y los sacramentos, el culto a la Virgen María y a los santos. Ante su actitud intransigente, fue excomulgado en 1521 en la Dieta de Worms. Sus escritos se difundieron rápidamente, gracias a la imprenta de Gutenberg, y los príncipes alemanes ven una oportunidad política en esta ruptura con Roma para conseguir más poder oponiéndose al Papa y a Carlos V emperador de Alemania, Rey de España y Nápoles.

En Francia, Calvino, más intransigente y radical si cabe encabezó otro movimiento reformista y rupturista, extendiéndose rápidamente a otros países.

Y en Inglaterra aparece el Anglicanismo, al negar el Papa el divorcio del rey Enrique VIII con su legítima esposa Catalina de Aragón que permitiera el matrimonio con Ana Bolena. El monarca rompe con Roma y se autoafirma cabeza de la iglesia.

El tremendo desgarro que habían provocado las acciones de Lutero, Calvino y los anglicanos motivaron la reacción de la Iglesia Católica: reformarse a sí misma: La Contra-Reforma. Convocado el Concilio de Trento (1545-63), se reafirman sus dogmas. Surgen nuevas órdenes religiosas que contribuyen a la educación y la enseñanza. La Compañía de Jesús, entre otras, ayudó a difundir la doctrina católica por Europa y América mediante una amplia labor educativa, fundando escuelas y universidades.

En este complejo contexto, hay que situar el monasterio de El Escorial. El mejor exponente de la cultura de la época y de la Contrarreforma católica: “Obra tan santa, tan pía, tan llena de cristiandad y de tantos provechos para todo… Donde se conserva tanta hermosura de pinturas e imágenes” (Fray José de Sigüenza). No es casual que las obras comenzaran en 1563, año de clausura del Concilio de Trento.

Edificio ideado por el monarca, el propio rey Felipe II supervisaba planos y acudía con frecuencia a comprobar el desarrollo de las obras. En este entorno encontraría el monarca el tan deseado descanso para el cuerpo y reposo para el alma. Sosiego que le negaban los graves acontecimientos que le tocó vivir. Acorde con las disposiciones del Concilio de Trento, el rey cada vez pasaba más tiempo aislado en El Escorial. Allí moriría en septiembre de 1598 después de una larga y extenuante agonía.

En el conjunto formado por convento, colegio, biblioteca, iglesia y palacio se funden lo sagrado y lo profano. La orden elegida para custodiarlo es la jerónima. No olvidemos que San Jerónimo, representa la fidelidad a la verdadera fe siendo además el traductor de la Vulgata, único texto autorizado de la Biblia en Trento. Monasterio jerónimo con centro de estudios, que, además, debía ser panteón dinástico.

RODEADO DE NATURALEZA

Lo primero que llama la atención son sus enormes dimensiones, que resaltan la percepción de la pequeñez del hombre ante Dios. Siendo Felipe II gran amante de la naturaleza, como obra maestra del Creador, quiso rodearse de jardines donde se investigaban especies traídas del Nuevo Mundo y se cultivaban plantas medicinales para centros benéficos y hospitalarios. Un auténtico jardín botánico- científico.

El arquitecto Juan Bautista de Toledo realizó un primer proyecto: monumental, austero y sobrio. Fallecido en 1567, se hace cargo Francisco de Herrera, quien continua con las indicaciones recibidas del monarca: «nobleza, sencillez y severidad sin ostentación». Elegancia, orden, jerarquía, proporciones. Al “estilo herreriano”, inspirado en Palladio, lo define la pureza de líneas – predominando horizontales- desnudez decorativa, formas geométricas (cubos, pirámides, esferas). El cubo simboliza orden, estabilidad, perfección duradera, solidez, lo invariable, todo lo firme: es decir, la Iglesia Católica. El cubo desplegado representa la cruz de Cristo: verdad y perfección. La esfera simboliza infinita. El cubo junto a la esfera, manifiesta la totalidad terrestre y celeste, finita e infinita.

Planta del Monasterio

La planta del Monasterio es compleja por sus diversas funciones. Básicamente existe un eje principal: iglesia, panteón y estancias reales. A la derecha quedaría el monasterio y a la izquierda el colegio. Toma la traza simbólica de una parrilla en recuerdo del martirio de San Lorenzo, cuyo día (10 de agosto de 258) coincidió con la primera victoria del rey, en la Batalla de San Quintín el 10 de agosto de 1557. En aquel momento convulso para la Iglesia, la sangre de los mártires recuerda la fortaleza de espíritu a pesar de las adversidades. Recordemos brevemente su historia. San Lorenzo, diácono, apremiado por el prefecto de Roma (durante la persecución a los cristianos ordenada por emperador Valeriano) para que le trajera los tesoros de la Iglesia, le llevó a los pobres y enfermos de la ciudad. ¡Semejante ofensa fue castigada con la muerte! Dios le infundió valor y valentía, siendo ejemplo de vida entregada y generosa- hasta el extremo- al servicio del necesitado, tanto material como espiritual.

PATIO DE LOS REYES

Superado el ingreso, atravesamos el Patio de los Reyes, grandioso atrio de la basílica. Los reyes de Judá, custodios del Templo de Jerusalén, nos miran en nuestro caminar hacia el Templo de Dios, la Domus Dei, presente realmente en la Eucaristía. Fue el padre Sigüenza quien primero estableció la comparación del monasterio con el Tabernáculo de Moisés y el Templo de Salomón.

La Basílica, verdadero núcleo del conjunto, culmina en el presbiterio donde, tras subir 12 escalones (número simbólico: 12 tribus de Israel, 12 apóstoles) se dispone el Altar Mayor. El retablo expone la Historia de la Redención y el camino de la Salvación, con un lenguaje claro y decoroso, adecuado a las disposiciones tridentinas, obra de Federico Zúcaro y Pelegrino Tibaldi. Resaltan los perfiles de las esculturas en bronce dorado a fuego realizadas por Pompeo Leoni.

CRUZ DEL RETABLO

Representan los 4 Padres de la Iglesia -San Jerónimo y San Agustín, San Ambrosio y San Gregorio- y los 4 evangelistas. Nos transmiten respeto a la tradición, la Sagrada Escritura, los dogmas…En la parte superior, San Andrés -patrón de la casa Borgoña- y Santiago Apóstol, primer evangelizador y patrón de España. En la cúspide, San Pedro y San Pablo, columnas de la Iglesia Católica. Dato interesante: la cruz del retablo mayor se hizo con madera del barco con el que Elcano completó en 1522 la 1ª vuelta al mundo iniciada en 1519. La Iglesia es Una, Santa, Católica y Apostólica.

El Sagrario

Y, centrado, en el lugar más destacado y señalado, el Sagrario guarda el mayor tesoro de la Iglesia, su verdadera riqueza: el Cuerpo Místico de Cristo: dogma de la Transubstanciación. Flanqueado por los lienzos de la Adoración de Magos y de pastores. Ante Dios, toda rodilla se doble, también el poder temporal. Es aquí donde se acentúa de forma más acusada la carga expresiva y simbólica de todo el monumento. Realizado en mármoles polícromos por Jacome Trezzo, según trazas de Herrera, y figuras en bronce de Leoni Leone.

La Coronación de la Virgen como reina y Señora de todo lo creado se representa en la bóveda, obra del italiano Lucas Cambiasso. De nuevo, confirmación de los dogmas emanados del Concilio de Trento. España, tierra de María, extenderá el culto a la Virgen por todos los territorios de Hispanoamérica.

Recordemos que otro de los propósitos de la construcción del Monasterio era servir de lugar de enterramiento de los reyes. A los lados de Altar Mayor, lo más cerca posible de Dios en la tierra, se situaron los cenotafios de Carlos V y Felipe II acompañados de sus familiares. Fueron encargados a Pompeyo Leoni en bronce dorado y policromado, dando una imagen áulica y majestuosa de los soberanos. Las figuras orantes en actitud de perpetua adoración al Santísimo Sacramento, nuevamente expresan una idea clara del compromiso de defensa del catolicismo por la Monarquía española. Reconocemos a Felipe II, a su cuarta mujer Ana de Austria, madre de Felipe III. Detrás, su primera esposa, María Manuela de Portugal. Al lado de ella, el problemático hijo de ambos Don Carlos, y la tercera esposa, la bellísima Isabel de Valois. En el lado opuesto Carlos V y la 5 Emperatriz Isabel de Portugal; detrás, su hija la emperatriz María y sus hermanas María de Hungría y Leonor de Francia.

Parece oportuno recordar aquí el Salmo 83 que expresa el verdadero anhelo del creyente: vivir en Dios y para Dios.

 

¡Qué deseables son tus moradas,

Señor de los ejércitos!

Mi alma se consume y anhela

los atrios del Señor,

mi corazón y mi carne

retozan por el Dios vivo (…)

Dichosos los que viven en tu casa,

alabándote siempre.

Dichosos los que encuentran en ti su fuerza

al preparar su peregrinación (…)

Fíjate, oh Dios, en nuestro Escudo,

mira el rostro de tu Ungido.

Vale más un día en tus atrios

que mil en mi casa,

y prefiero el umbral de la casa de Dios

a vivir con los malvados.

Porque el Señor es sol y escudo,

él da la gracia y la gloria; (…)

A los pies de la basílica, el coro decorado con grandioso fresco de Lucas Cambiasso representa La Gloria celestial presidida por la Santísima Trinidad rodeada de ángeles y santos dando gloria a Dios, destacando San Jerónimo y San Lorenzo, titulares del monasterio, y virtudes teologales.

Los relicarios de El Escorial: uno de los secretos mejor guardados de la basílica

Relicario de las Mujeres

Relicario de los Varones

Merece la pena detenernos brevemente en los relicarios.

Son como dos armarios cerrados, que solo se abren el día 1 de Noviembre, en la festividad de todos los santos, el único momento del año en que se pueden ver las reliquias.

Siguiendo uno de los preceptos del Concilio de Trento referente a la veneración de los santos, modelo de vida para el cristiano, vela encendida que ilumina nuestro caminar, Felipe II quiso dotar al Monasterio de una de las mayores colecciones de reliquias del mundo católico (muy mermado por el saqueo de tropas napoleónicas durante la Guerra de Independencia). Guardadas en sendos altares -de San Jerónimo y la Anunciación- en magníficos estuches realizados por los mejores orfebres y plateros.

Pateón de Reyes

Bajo el Altar Mayor, simbolizando el poder terreno por debajo del poder divino, quiso Felipe II que se situara el Panteón de Reyes. Cripta octogonal cubierta con jaspes, pórfidos, mármoles y bronces dorados, comenzada en 1617 por Felipe III según planos de Juan Gómez de la Mora y Juan Bautista Crescenzi. Aquí reposan todos los reyes de España desde Carlos I.

La Sacristia

La Sacristía es otra de las estancias sorprendente por su belleza y simbología. Bajo su bóveda alberga lienzos de Tiziano, Ribera, Lucas Jordán… pero centra nuestra mirada el enorme cuadro que la preside, encargado por Carlos II a Claudio Coello en 1690.

Representa la ceremonia habida el 19 de octubre de 1684 con ocasión del traslado de la reliquia de la Sagrada Forma al grandioso relicario donde se encuentra hoy, cubierto completamente por el citado cuadro de Claudio Coello. Sólo el último domingo de septiembre la Custodia se puede contemplar. Esta reliquia procede de Holanda, cuando pertenecía a la Corona Española, y tiene una interesante historia. Habiendo sido profanadas y pisoteadas las Formas Consagradas por un grupo armado de protestantes, una de ellas comenzó a sangrar tras ser aplastada con la suela claveteada de una bota militar. La noticia de este milagroso suceso se extendió por toda Alemania. Hoy todavía pueden verse en esta reliquia las tres roturas y marcas de los clavos de la bota del soldado profanador – quien, por cierto, después se convirtió e hizo religioso franciscano- y las manchas de color rojizo. La Eucaristía: Vida de la Iglesia.

Puedes ampliar la información: La leyenda de la Sagrada Forma

La Biblioteca

Es LA BIBLIOTECA, una de las mejores del mundo, pieza fundamental en el plan del rey humanista Felipe II. Se encuentra justamente sobre la entrada principal, en el centro del edificio como nexo de unión entre la cultura sagrada (convento) y la profana (colegio), significando que fe y razón se apoyan mutuamente.

Su bóveda, pintada al fresco por Tibaldi y Pellegrino, se centra en temas teológicos y filosóficos. Eminentes intelectuales de la época seleccionaron sus ricos fondos documentales. Enriquecida por Felipe III y Felipe IV, custodia piezas bibliográficas de incalculable valor, que por falta de espacio es imposible detallar.

Por último, los claustros del monasterio también siguen fielmente los dogmas tridentinos. El de los Evangelistas, centrado por un templete octogonal de Juan de Herrera con los 4 Evangelistas que nos muestran el libro abierto: la Palabra de Cristo sustenta el Templo de Dios.

Patio de Mascarones

En cuanto al PALACIO DEL MONARCA, se articula en torno al patio de los Mascarones. La ausencia de espacios de ostentación lo convierten en auténtico lugar de retiro espiritual. Destacar, embutidos en el pavimento, dos grandes relojes solares que recuerdan la idea – tan cercana a las ideas contra-reformistas – del tiempo que pasa, “Tempus Fugit”, y la necesidad de aprovecharlo bien para ganar la Vida Eterna: las obras sí importan para la salvación del alma, al contrario de la teoría de la predestinación defendida por protestantes.

Son estancias amplias y llenas de luz cuya decoración reproduce la solemne austeridad habitual en los interiores del siglo XVI español. Muros lisos encalados, suelos de barro, zócalo de azulejos, muebles sobrios pero sólidos. Descartado el lujo de otras cortes europeas, confiesan las prioridades que deben guiar la vida terrena, rechazando las riquezas mundanas. Sólo somos peregrinos en este mundo, donde el exceso de “equipaje” dificulta nuestro camino hacia el Cielo.

Cuarto del Rey Felipe II

Una de las salas más interesantes es el Cuarto del Rey, siguiendo el modelo de Yuste para Carlos V, permitía al monarca seguir los actos litúrgicos. En esta cama murió el monarca el 3 de septiembre de 1598.

Sala de las Batallas

Llamativa es la Sala de las Batallas, donde a lo largo de sus 50 metros los pintores Nicolás Granello y Fabricio Castello representaron escenas de batallas ganadas por los españoles contra los herejes. Además de documento descriptivo de estrategias militares y armas, completan la imagen del compromiso de España como defensora de la religión católica.

Sólo un apunte más: la espléndida pinacoteca reunida a lo largo de los siglos, con lienzos de El Greco, Tiziano, Tintoretto, El Bosco, Van Dyck, Van der Wayden, merecería un capítulo aparte.

ARTÍCULO ESCRITO POR CONSTANZA CARMONA SORIANO

HISTORIADORA DEL ARTE

Isabel este mes te trae dos noticias excelentes

Isabel este mes te trae dos noticias excelentes

Enraizados publica cada mes, elaboradas por el historiador Joan Romance, esta es la sexta entrega, unas líneas dedicadas a la beatificación de la Reina Isabel I. Consisten en una breve semblanza, hechos históricos, documentos, anécdotas, transcripciones de sus escritos,… en fin que sirvan para que conozcamos a esta, deseamos, futura beata.

Al final hay un apartado donde se relatan los favores, inspiraciones, ideas y hechos relacionados con la intercesión de la sierva de Dios.

Siempre se concluirá con la estampa y oración para que interceda por cualquier intención y su pronta beatificación.

SEMBLANZA

 Al ser proclamada heredera de Castilla, Isabel era una de las princesas más deseadas de la cristiandad. Si antes ya tenía pretendientes con su proclamación se multiplicaron. Muchos de gran alcurnia.

Pacheco, uno de los nobles más ricos y poderosos de Castilla quiso casarla con su hermano, Pedro Girón, padre ya de tres hijos bastardos. Don Alonso de Portugal, que por edad podía ser su padre, fue otro de los pretendientes. El rey de Francia Luis XI envía una embajada, proponiendo matrimonio a Isabel, no con él sino con su hermano el duque de Berri, después duque de Guyena.

De todos ellos a Isabel no se le podía olvidar especialmente que su hermanastro la había entregado en matrimonio a Don Pedro Girón, que podía ser su abuelo, como si Isabel fuera un campo, una cosa o un pacto de poder.

Durante aquel tiempo de incertidumbres casamenteras, Isabel no dejaba de poner su futuro en manos de Dios, y la Providencia le favoreció. No solo Don Pedro falleció, sino que portugueses y franceses volvieron a sus feudos.

Contemos el caso de D. Pedro, donde no es difícil ver la mano de la providencia.

La señora Infanta, como de esto fue turbada (de su entrega como esposa a Pedro Girón) e triste, estuvo un día y una noche las rodillas por el suelo muy devotamente rogando a nuestro Señor que le pluguiese matar a él o a ella, porque este matrimonio no oviese efecto.

A su lado oraba también su confidente Beatriz de Bobadilla quien, al escuchar las últimas palabras de la Infanta, le aseguró con entereza:

«No permitirá Dios, Señora, tan grande fealdad; en mi vida lo sufriré. Con este puñal luego que llegaré, os juro y aseguro de quitarle la vida cuando esté más descuidado».

…llegando (d. Pedro) a un lugar que se llama Villa Rubia, cerca de Villa Real, de súpito de la mano de Dios fue herido de esquinencia, de tal manera que dentro de tres días fue muerto… quedando los suyos sanos, e no menos los vecinos de aquel lugar”

Tiempo después, con astucia y valentía y confianza en Dios, Isabel se las arregló para salir, mediante una artimaña de la Corte de Segovia hacia Arévalo, y de allí a Valladolid donde fue recibida como una reina.

Allí el sacerdote Coca, que Isabel, había enviado a Aragón, le habló del príncipe Fernando, que debía suceder a su padre el rey Juan, joven, guapo, bien plantado, bravo y amado por sus súbditos. Entonces Isabel vio la mano de Dios, ya que ambos eran herederos del trono y si se unían en santo matrimonio, vendrían a unificar casi toda España. Y podrían hacer frente con más fuerza si cabe a los moros, que durante muchos años habían esclavizado a miles de españoles cristianos.

Con la ayuda de Dios, vio claro el camino que debía emprender, largo y difícil pero también fecundo y bendecido.

Oración y oración, y confianza plena en Dios para que se realizara su voluntad, este fue el camino de santidad que llevó a la práctica Isabel en su vida.

REGALO PARA LOS AMIGOS DE ISABEL

Este mes de septiembre queremos empezar regalando, a todos los amigos de la Reina que quieran, una estampa en formato marca páginas de libro.


I PEREGRINACIÓN ISABELINA DE LOS AMIGOS DE ENRAIZADOS

Tenemos el gusto de anunciarte la que será I Peregrinación Isabelina de Enraizados Tendrá lugar el próximo sábado 13 de noviembre (plazas limitadas) y visitaremos la villa natal de Isabel la Católica.

En un ambiente de Peregrinación tendremos la ocasión de oír Misa donde lo hacía Isabel, y de visitar los lugares en los que pasó su infancia al lado de su madre y su hermano Alfonso. 

Visitaremos con guía el Palacio de Juan II (hoy Convento); el Hospital Real y las Bodegas. Y por nuestra cuenta visitaremos también la Iglesia de San Nicolás de Bari.

Esta visita tiene un coste por persona de 25 euros. Para facilitar el desplazamiento, ponemos a disposición un autobús Madrid-Madrigal ida y vuelta. Altamente recomendable (12 euros/persona adicionales) y la posibilidad de reservar comida en Madrigal con menús de 12 ó 15 euros (adicionales también). Los socios de Enraizados tiene un descuento de 5 euros.

 Las plazas son limitadas. ¡¡¡Reserva la tuya cuanto antes!!!.

La salida del autobús será sobre las 9.00 am del sábado 13 y el comienzo de la visita se estima a las 11 am en Madrigal. La vuelta será aproximadamente a las 18 horas para llegar a Madrid sobre las 20h  

Puedes apuntarte AQUÍ:

https://forms.gle/5RTVejZd6RavW8Fa8

Si no puedes asistir presencialmente, puedes unirte espiritualmente en la distancia para implorar al Buen Dios la pronta beatificación de Su Sierva.

Rellena el formulario para conocer todos los peregrinos a distancia (hay un campo para indicarlo).


ARTÍCULOS

¡NOVEDAD! Compartimos un nuevo artículo dedicado a Isabel y publicado en Enraizados. Asimismo, enlazamos a los ya enviados anteriormente y publicados en España en la Historia, por si no los has leído:

En Enraizados la Doctora Constanza Carmona nos explica cómo La fe de la Reina Isabel… se hizo arte (I) Monasterio de San Juan de los Reyes de Toledo

En España en la Historia:

IV. ISABEL, DOCUMENTOS TESTAMENTARIOS

III. ISABEL SEÑORA DE JUDÍOS. EXPULSIÓN E INQUISICIÓN

II. ISABEL LA CATÓLICA Y LA REFORMA HISPÁNICA DE LA IGLESIA

I. ISABEL LA CATÓLICA: HIJA, HERMANA, INFANTA, PRINCESA Y REINA DE CASTILLA

NOTICIAS

Barcelona elimina la calle de los Reyes Católicos por la feminización del callejero: ¿Y la reina Isabel la Católica?

El Ayuntamiento sigue adelante con la feminización del callejero, pero además de quitarle la calle al rey Fernando, también se la quita a una mujer, a la reina Isabel.

La calle de los Reyes Católicos en Barcelona pasará a llamarse calle de Elisa Moragas i Badia, fundadora de la Escuela Nabí, creadora de un proyecto educativo basado en la pedagogía Freinet en favor de la expresión libre y de la comunicación.

Un homenaje en forma de calle, pero para ello ¿es imprescindible retirar a los Reyes Católicos del callejero?

«Cambiemos Reyes Católicos» ha sido precisamente la plataforma que ha impulsado la iniciativa.

Enraizados y otros portales, recogieron miles y miles de firmas que pedían la conservación de este nombre, en el callejero de Barcelona, incluso blogs sobre el matrimonio se hicieron eco, como el que se adjunta:

https://www.dimematrimonio.com/2021/03/isabel-la-catolica-en-proceso-de.html

Lo que vale es lo que yo pienso, aunque sea enviando al traste la historia a la que se arraigan los territorios y las coronas de esta España tan antigua.


Dos entradas en redes sociales sobre Isabel I con opiniones ajenas

No todo son noticias negativas. Inédita mostraba su alegría por el bonito traje que eligió Desiré Cordero y por las redes circulaba una imagen que nos recordaba la historia de Juan Latino, a quien Granada debe que los Reyes Católicos aún descansen en la ciudad. Por si acaso indicar que la palabra «negro» usada en las redes, no conlleva ninguna intención denigratoria.

  

Juan Latino era esclavo, otro día hablaremos de la esclavitud muy corriente y mundial hasta hace poco, de la Familia Gonzalo de Córdoba y acompañaba a Gonzalo a la Universidad, sentándose en el pasillo.

Uno de los días en los que asistía a las clases desde el pasillo, se acercó a él don Pedro de la Mota, profesor, catedrático en aquella Universidad. Hacía ya un tiempo que lo venía observando y quiso conocer a aquel muchacho que demostraba tener más ganas de aprender que muchos de los que estaban sentados en el aula.

Hablaron durante varios días y don Pedro decidió encargarse personalmente de formar al muchacho, con el apoyo del catedrático de más prestigio de la Universidad y, por mediación de éste, con el regidor de la institución docente, el arzobispo de Granada, Pedro Guerrero.

De esta forma, Juan Latino se convirtió en profesor y años más tarde cuando su mentor falleció, catedrático de Gramática y Lengua Latina de la Universidad de Granada. Eso sí, antes del nombramiento Gonzalo le concedió la libertad.

El rey Felipe II había ordenado trasladar los cuerpos de sus antepasados enterrados en Granada al EscorialLógicamente, para la ciudad era una gran pérdida e intentaron, en la medida de sus posibilidades ya que se trataba del rey, que por lo menos los cuerpos de los Reyes Católicos quedasen en la Capilla RealEncargaron a Juan Latino este cometido, tal era su fama y prestigio.

Y lo consiguió, gracias a sus composiciones poéticas. Le dedicó unos poemas a Felipe II en los que alababa a su persona, a su estirpe, a sus familiares allí enterrados, y a continuación describía a Granada como la madre que siempre acoge y protege a los suyos, la cual respira aliviada y contenta cuando tiene a los suyos en su regazo. Y antes de terminar prometiendo eterna lealtad a la corona, le suplicó que reconsiderase su decisión respecto a sus bisabuelos, ya que ellos mismos habían dejado escrito que deseaban descansar en la capital del antiguo Reino nazarí.

Dicho y hecho. Felipe II ordenó trasladar los restos de su madre, su primera mujer y sus dos hermanos Fernando y Juan, pero permitió que los Reyes Católicos se quedasen en Granada. Así que se puede decir que Juan es el responsable de que hoy en día los restos de los Reyes Católicos estén en la Capilla Real de Granada.

 Ejerció de catedrático durante varios años y también hizo sus pinitos en el mundo literario. Publicó varias obras, todas en latín, en las que demostró ser un buen literato y un erudito latinista, por ello Cervantes lo alabó, en el prólogo de Don Quijote, por el manejo del latín.ç


Acto académico en Valladolid el próximo 19 de octubre.

¡Apunta en tu Agenda! Próximo acto académico sobre ‘Isabel la Católica y la evangelización de América’el martes 19 de octubre.


IMÁGENES Y VIDEOS

Cartel del acto promovido este verano por el Ayuntamiento del Madrigal de las Altas Torres el 21 de agosto. Haciendo click sobre la imagen puedes visitar una noticia resumen sobre dicho acto.

Un resumen del evento puedes verlo aquí. Haz CLICK en el icono de YouTube:

Programa de radio ‘Hispanos sin complejos’ sobre la Historia de España y de Hispanoamérica, emitido el 21 de agosto.

Haz CLICK en la imagen para ir al enlace y escucharlo (necesita loguearse en instagram o Facebook):

Enraizados ha publicado, una excelente conferencia de José Javier Esparza sobre Isabel la Católica. Perfil de una Gobernante.


Haz CLICK en la imagen para verlo en nuestro canal de YouTube:


FAVORES RECIBIDOS

Por favor, si cree que por la intercesión de Isabel ha obtenido algún favor: encontrar un pendiente perdido, recuperar unos documentos, encontrar un trabajo, recuperar a un amigo, etc., etc., escríbanos describiendo el favor recibido por mediación de la reina Isabel.

No solo se precisan milagros o actos extraordinarios para su inscripción en el libro de Beatos, también una aureola de santidad, con pequeños y a veces insignificantes favores obtenidos por su intercesión.

¡Video-Testimonio impresionante!

Enfermo en silla de ruedas, con mielitis aguda y diagnosticada, con pocas horas de vida, ahora empieza a caminar.


Anexo, estampa de la Reina Isabel para pedir su intercesión

Esperamos que disfrutes al máximo de toda la actualidad de Isabel, para que entre todos sigamos agrandando su figura y llevarla a los altares de la santidad, como demostró con su coherencia de vida. Pide tu estampa para rezar a la Reina y pedirle todos los favores que quieras. Para pedirla por favor rellena este formulario AQUÍ:

https://enraizados.org/estampa-isabel-catolica/

 

#EspañaEnLaHistoria. Portugal por el rey de Castilla. Cruce del río Duero

#EspañaEnLaHistoria. Portugal por el rey de Castilla. Cruce del río Duero

Hasta el capítulo anterior tenía pensado desarrollar el artículo pero…

¡No he podido evitarlo!

Releyendo el documento no puedo dejar de recordar una película, el ‘ataque cinematográfico’ ya me ha dado otras veces. En este caso me viene a la mente un clásico del cine bélico ambientado en los episodios de la Segunda Guerra Mundial como es la película de ‘Un puente lejano’ (‘A bridge too far’), basada en la operación Market Garden por la cual las fuerzas aliadas trataron de tomar en una sola operación los puentes hasta el Rin asignándose los objetivos entre americanos, británicos y polacos.

La 101ª División Aerotransportada americana tomaría Son en Breugel y Veghel.

La 82ª División Aerotransportada americana tomaría Grave y Nimega.

La 1ª División Aerotransportada británica junto con la 1ª Brigada de Paracaidistas polacos tomarían Arnhem y Oosterbeek.

Más en concreto recuerdo la escena del paso del río Waal en Nimega por parte de Robert Redford en el papel del Major Julian Cook. En nuestra empresa de Portugal también tuvimos nuestro particular Robert Redford por el paso en barcas del río Waal.

En el caso español me refiero al Capitán Serrano por el paso en barcas del río Duero, operación clave que ponía punto final a la campaña de Portugal por la cual Sancho Dávila tiraba la última ficha sobre el tablero con la conquista de Oporto.

 “…Haviendo el Capitán Serrano ganado la barca (de que en el Capítulo antes d’este se hizo mención) fue con ella del otro cabo de Duero con el mayor silencio que pudo a buscar por la ribera si havía algunas barcas para procurar ganarlas y traellas d’esta otra parte, y fue tal su ventura que topó atrechos en la ribera algunas casas que tenían barcas para su servicio, y fuelas recogiendo y llevando con sus arcabuzeros el río abaxo. Y a la entrada de algunos riachuelos en Duero, halló también algunas, que serían por todas veynte barcas, y como no pareciessen más en toda la ribera se recogió con ellas junto a una casa, donde se atrincheró con los diez y ocho arcabuzeros que tenía. E imbió a dar aviso a Sancho de Ávila, y a pedirle gente para guardarlas, el qual visto lo que passava se holgó mucho y le embió dos compañías de arcabuzeros del tercio de Lombardía, la una era del Capitán don Claudio de Biamonte, y la otra del Capitán Miguel Benítez, y cincuenta mosqueteros del mismo tercio, los quales llegaron a buen tiempo adonde el Capitán Serrano estava con las barcas, y allí estuvieron hasta que llegó Sancho de Ávila. Y a los diez y ocho partió el campo, y llegó a legua y media de la ciudad de Oporto (…). Y a los veynte del mes mandó poner a punto las veynte barcas, para que otro día siguiente por la mañana començassen a passar a Duero. Y luego a los veynte y uno de octubre, después de haver puesto las barcas en buena orden, amaneció a la orilla de Duero y començó a embarcar su gente con orden de que como fuessen desembarcando hiziessen alto de la otra parte del río, tomando los puestos mejores que hallassen y affirmándose en ellos hasta que fuessen desembarcando más cantidad y se pudiesse formar esquadrón…”.

[DE ESCOBAR, Antonio – CAPÍTULO XLIX]

¡Con esta licencia cinematográfica ya termino!

Pero me sirve para volver a destacar que muchas de las tácticas que se nos muestran como novedosas en la actualidad nuestros gloriosos antepasados, con los medios disponibles y la tecnología existente en aquellos tiempos, ya las empleaban.

El éxito, evidentemente, depende de la tecnología y medios pero depende en mayor medida de la iniciativa y compromiso de los generales, almirantes, subordinados y del conjunto de ‘los señores soldados’.

Y siguiendo con las conclusiones, no es solo aplicable al ‘arte de la guerra’, también es aplicable a los proyectos personales y profesionales del ‘arte de los negocios’.

Aunque es bien sabido que sin medios económicos, humanos y materiales entre poco y nada se podrá conseguir, tanto antes como ahora.

¡Que se lo digan a Felipe II y en general a la Hacienda española durante siglos!

Por cierto…

A quien le interese saber el motivo del título, Portugal por el rey de Castilla, le recomiendo leer el CAPÍTULO III de la obra de Antonio de Escobar, documento base para el desarrollo del texto.

 

Vicente Medina

 

BIBLIOGRAFÍA

  • DE ESCOBAR, Antonio

Relación de la felicíssima jornada… que hizo… don Felippe… en la conquista de Portugal, ed. de Amparo Alpañés Anexos de la Revista Lemir (2004) ISSN 1579-735X

  • HistoCast 150 – Álvaro de Bazán y las Islas Terceiras
  • GÓMEZ BELTRÁN, Antonio Luis

Islas Terceiras. Batalla Naval de San Miguel, ediciones Salamina

  • ASTRANA MARÍN, Luis

Vida ejemplar y heroica de Miguel de Cervantes Saavedra, Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes

 

#EspañaEnLaHistoria. Portugal por el rey de Castilla. San Gián de Hueras

#EspañaEnLaHistoria. Portugal por el rey de Castilla. San Gián de Hueras

Retomamos la Guerra de Sucesión portuguesa.

A continuación dos acciones en el cerco al castillo de San Gián, que si debemos hacer caso al autor resultaba ser el más poderoso de todo el reino de Portugal tanto por su construcción como por su estratégica posición, al igual que por el armamento que en él se tenía instalado por parte de sus defensores.

La primera de ellas protagonizada por el buen oficio de la artillería naval y los ‘reflejos tácticos’ de Don Álvaro de Bazán, que respondiendo con milimétrica perfección a la acción de la armada portuguesa que operaba desde la desembocadura del Tajo supo hacerles frente y detener los movimientos del poderoso galeón portugués Graxao, que trataba de aliviar la presión ejercida por la infantería del Tercio de Nápoles sobre las defensas del castillo y buscaba aprovechar la falta de apoyo de la artillería terrestre que todavía se estaba trasladando desde la posición del desembarco en Cascáis hacia las posiciones indicadas por el Duque en el sito del castillo.

 “…A los ocho de agosto partió el real desde Cascaes a Sant Gián de Hueras, que a la sazón estava por don Antonio, y junto a este pueblo havía un gran castillo en la marina, el qual es el más fuerte y artillado que hay en todo Portugal, porque de un lado le bate la mar y tiene la muralla muy gruessa y de buen edificio, está terrapleno de una banda a otra que parecía inexpugnable, y por la parte más alta rodeado de cestones junto a las almenas. Tenía este castillo veynte y dos pieças gruessas de batir, que algunas tenían por junto al fogón dos varas de medir de gruesso, y havía más de cien sacres y esmeriles, y mucha cantidad de ingenios de fuego en barriles con pólvora, pez y alcrevite, todo confacionado para arrojar de arriba quando le quisiessen dar asfalto. (…) Y luego por la mañana el galeón portugués llamado Graxao, que era el más gruesso de toda su armada, y traýa sesenta pieças en quatro hileras, dos por cada banda, començó a disparar con todas sus pieças, ansí a nuestra armada como a la infantería que andava cerca de la marina y del castillo, que por entonces nuestra artillería no havía llegado de Cascaes. Estava el tercio de Nápoles en cerco del castillo con buenas trincheras, de donde le mosqueteava para entretener hasta que llegasse de Cascaes nuestra artillería. Y a este tiempo, el Marqués de Santa Cruz imbió por un lado del castillo, arrimados, los tres galeones que havían sido ganados en Setúbar junto al castillo de Otán, los quales llegaron tan junto al castillo de Sant Gián que d’él ninguna pieça les podía hazer daño, por estar tan arrimados, y desde allí pelearon con los galeones de Portugal que estavan un gran trecho primero que los demás vaxeles de su armada, hasta que los hizieron retirar con ellos, y nuestros galeones se bolvieron a su armada. Y el tercio de Nápoles siempre mosqueteava a los del castillo, que a nadie dexavan asomar por las almenas, y a muchos derribaron en ellas de los que salían a hazer su tiro, y las pieças del castillo mataron aquel día en la campaña dos soldados del tercio de Lombardía, y otro quedó malherido…”

[DE ESCOBAR, Antonio – CAPÍTULO XXVII]

En el cruce del puente del Alcántara vimos el apoyo de la artillería de la fuerza naval. pero muy especialmente del arma de caballería sobre la infantería, combinación de armas que definiría la propia personalidad de los Tercios durante siglos con el trabajo conjunto de las armas de piqueros, arcabuceros, mosqueteros y caballería por todos los teatros bélicos europeos con el cada vez más extenso uso del arma de artillería que progresivamente iría tomando más peso en la historia bélica europea.

En los dos últimos hemos visto ejemplos de cobertura de fuego de la artillería naval en apoyo a la infantería en dos escenarios muy diferentes como son un desembarco y un cerco sobre un castillo.

Ahora veremos un caso diferente, dentro del sitio ya mencionado a San Gián de Hueras, como es la cobertura de la infantería a la artillería, eliminando el riesgo que suponen los tiradores ubicados en las elevadas defensas. al igual que dificultar la labor de los artilleros enemigos.

Escenas similares. ¿Cuántas veces no las habremos visto en las numerosísimas películas bélicas de Hollywood?Cuando el protagonista elimina de un certero disparo al francotirador enemigo desde una posición de elevado riesgo para su integridad personal.

Pues en este caso nuestros protagonistas son soldados del Tercio de Nápoles y, como en las películas, tampoco nos faltan las bajas propias provocadas por los certeros defensores.

 “…Día de Sant Lorenço, a los diez de agosto, amaneció nuestra artillería plantada sobre el gran castillo de Sant Gián de Hueras, y en esse punto començó la batería con la puxança possible, y los del castillo hazían lo mismo, tenían en lo alto levantadas dos banderas, y el tercio de Nápoles que cerca d’él estava hazia gran estorvo y daño a los arcabuceros que de lo alto disparavan. Y estando en esto, disparó el castillo una gran pieça con la qual mató cinco mosqueteros del tercio de Nápoles, que a los dos d’ellos les llevó las cabeças, y a otro le dio por una hijada que le despedaçó el medio cuerpo, y la misma bala llevó a otro una pierna por la rodilla, y a otro un braço, de que murieron…”

[DE ESCOBAR, Antonio – CAPÍTULO XXVIII]

“…Haviendo durado la batería día y medio sin haver echo ningún effecto a causa del terrapleno, fue el Duque a reconocer el castillo y llevó consigo los ingenieros, y acordó de mudar la batería. Y a los once de agosto, quando amanecía, estava nuestra artillería duzientos passos más cerca del castillo por un lado a la parte de la marina para tentar por allí si estava también terrapleno, y batiole todo aquel día con veynte pieças. Y a puesta de sol, el Duque salió a ver la batería y a reconocer otra vez por aquella parte el castillo, del qual vino una gran bala que dio junto a donde el Duque estava, y quando anocheció tenía abierto el castillo por la parte alta de un gran lienço, que por aquel costado tenía, un boquerón que llegava ya del medio abaxo, y de ancho bien ocho varas de medir. Y el día siguiente, en siendo el alva, prosiguió la batería por la misma parte y le yva derribando y abriendo más abaxo, de manera que se descubría una plaça de armas, que en medio del castillo havía, encima del terrapleno, y también le havían derribado por una esquina otro gran pedaço. Y entendiose que la noche antes havían sacado del castillo dos barcas cargadas de muertos y heridos y los llevaron a Belén. Tenía el castillo una puerta falsa pequeña del otro cabo de la batería que salía a la marina, por la qual algunas vezes salían arcabuzeros por detrás de unas peñas y disparavan y bolvíanse al castillo. Y estando algunos de los nuestros junto a él, echaron de lo alto ingenios de fuego con que quemaron tres soldados de diez que havían ganado una peña que a una esquina d’él estava dentro en el mar, para ayudar a defender mejor desde allí que no le entrasse socorro ni pudiessen salir los de dentro. (…) Estava otro castillo frontero d’este dentro del mar, a tres millas, en una ysleta, el qual se llama San Miguel de Barra, y también estava rebelde. Éste defendía la entrada de la barra para que nuestras naves no tuviessen passo para llegar a pelear con el armada portuguesa, que estava cinco o seys millas más abaxo junto a la torre de Belén…”.

[DE ESCOBAR, Antonio – CAPÍTULO XXIX]

A lo largo del capítulo hemos estado viendo las operaciones desde una visión ‘técnica’ e histórica, pero resulta esencial resaltar la parte humana de los hechos, documentados por el autor del libro, destacados en los párrafos anteriores como es ‘el arriesgado oficio de soldado’ tanto en aquella época como en la actualidad.

Normalmente se destaca el heroísmo en las acciones bélicas, pero no se deben olvidar las bajas que en la mayoría de los casos no resultan tan heroicas como ya vimos en la huida al final de la Batalla de Alcántara y se ha vuelto a recordar en la toma del castillo de San Gián.

¡Vamos a por la última!

Terminamos en una semana.

Vicente Medina

 

BIBLIOGRAFÍA

  • DE ESCOBAR, Antonio

Relación de la felicíssima jornada… que hizo… don Felippe… en la conquista de Portugal, ed. de Amparo Alpañés Anexos de la Revista Lemir (2004) ISSN 1579-735X

  • HistoCast 150 – Álvaro de Bazán y las Islas Terceiras
  • GÓMEZ BELTRÁN, Antonio Luis

Islas Terceiras. Batalla Naval de San Miguel, ediciones Salamina

  • ASTRANA MARÍN, Luis

Vida ejemplar y heroica de Miguel de Cervantes Saavedra, Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes

 

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