Nov 15, 2021 | Actualidad, Isabel

Foto de familia de peregrinos en Madrigal de las Altas Torres, peregrinación organizada por la Asociación Enraizados.
Este sábado 13 de noviembre cerca de 100 personas, provenientes de toda la geografía española, han acudido con la Asociación Enraizados de peregrinación al lugar de nacimiento de la Reina Isabel la Católica en Madrigal de las Altas Torres ( Ávila ).

Interior Iglesia San Nicolás de Bari. ©Javier Milans del Bosch
Han recorrido los lugares más emblemáticos como son: la capilla del Palacio de Juan II, y casa natal de Isabel la Católica, la bodega histórica del siglo XV, de los frailes agustinos, la iglesia de San Nicolás, y el Real Hospital de la Purísima Concepción.

Patio interior Hospital Real. ©Javier Milans del Bosch
Palabras del presidente de Enraizados sobre la peregrinación isabelina:
Oraciones por su pronta beatificación y reivindicar su legado histórico.
«Iniciamos con mucha ilusión esta I peregrinación isabelina para rememorar la figura de la reina Isabel la Católica y pedir que pronto sea beatificada. Necesitamos más que nunca, reivindicar su legado histórico, especialmente para España e Hispanoamérica. Y pedir a la sierva de Dios, que ilumine a la Iglesia, y a la humanidad entera, y la guíe en su vuelta a los valores del humanismo cristiano”, ha manifestado el presidente de la Asociación Enraizados, José Castro Velarde.

Salve a la Virgen tras la misa de gloria. ©Javier Milans del Bosch
La peregrinación, la hemos organizado la Asociación Enraizados con el apoyo de la Comisión de Isabel la Católica. Y ha contado con la presencia del padre don José Luis Rubio Willen, responsable de la Comisión de Isabel la Católica, que ha concelebrado la misa, ofrecida por su pronta beatificación, en la villa que la vio nacer.

Los peregrinos recorriendo Madrigal de las Altas Torres. ©Javier Milans del Bosch
Hemos querido resaltar, que la peregrinación tiene por objeto recordar y rememorar los aspectos más importantes de la vida de Isabel e imbuirse en sus raíces profundamente cristianas.
Además, como no podía ser de otra manera, hemos pedido su favor a la sierva de Dios para la España de nuestro tiempo.

Plaza del Cristo con el Palacio de Juan II al fondo a la izquierda. ©Javier Milans del Bosch

Entrada principal al Palacio de Juan II. ©Javier Milans del Bosch

Claustro del Palacio de Juan II, convento de las Madres Agustinas.
©Javier Milans del Bosch

Final del día en Madrigal.
©Javier Milans del Bosch
Oct 22, 2016 | Actualidad
Aquí os dejamos algunos testimonios breves de la Jornada Mundial de la Juventud en Cracovia, con los que estamos celebrando la fiesta de San Juan Pablo II. ¡Gracias a todos los que orasteis y donasteis!:
Andrés
Ser uno de los responsables del viaje de la Jornada Mundial de la Juventud me ha enseñado muchas cosas. Quizás la más importante de todas sea que la felicidad se encuentra dándose a los demás más que recibiendo. Los organizadores queríamos animar a muchos jóvenes cristianos a participar en este viaje para que tuvieran una verdadera experiencia de Dios y pudieran mostrar su fidelidad a la Iglesia y a al Papa. Organizar este viaje no ha sido tarea fácil. En el camino hemos dejado muchas horas de ocio, de pasar rato con nuestras familias y de estar con nuestros amigos. Sin embargo, la satisfacción de ver tres autobuses repletos de gente joven dirigiéndose a Cracovia nos hizo pensar que no todo está perdido en la batalla del bien contra el mal. Todo lo contrario, nos fortalece en la fe y nos hace creer que los jóvenes son el futuro de la Iglesia y que España sigue teniendo un papel muy importante en la construcción de ese futuro.
Elena
A lo largo del pasado curso académico la rutina universitaria hizo que mi fe se enfriara. Exámenes agotadores, horas de estudio en la bibliotecas, clases interminables…Desde luego estaba convencido que el verano del 2016 tenía que ser un descanso en todos los sentidos y un descanso merecido. ¿Podría decirse que dormir en tiendas de campaña durante once días, comer en el campo lloviendo, o viajar en autobús durante ocho o nueve horas diarias es una forma de descansar en verano? El cuerpo te pide que la respuesta a esa pregunta sea un no rotundo. Sin embargo, durante este viaje tan “incómodo” y que me generaba tantas dudas al principio he conocido a gente que perfectamente podrían ser mis amigos de todas la vida. En la encuesta inicial que nos hicieron dije que mi principal objetivo era encontrarme con el Señor y profundizar en mi fe. Bueno, ahora que he vuelto puedo decir que este viaje ha sido uno de los mejores de mi vida y doy gracias al Señor y la Virgen por haberme dado la oportunidad de participar en esta Jornada Mundial de la Juventud.
David
Cuando me planteaba cómo podría ser mi verano del 2016 me preguntaba: ¿Cuál podría ser el mejor plan? ¿Un”Interail” con mis amigos?; ¿Hacer el camino de Santiago? Cuando me propusieron este viaje yo había escuchado muy poco sobre las Jornadas Mundiales de la juventud, apenas había visto algunos videos y había escuchado algo de cuando fue aquí en Madrid. Al principio, la idea de misa diaria y de estar metido en un autobús tantísimas horas me echaba para atrás pero luego, hablando con varios amigos que también se querían apuntar me convencieron. Hemos atravesado prácticamente toda Europa. Lourdes, Ars, todavía me acuerdo de la magnífica casa que consiguieron los organizadores en Lindau, etc… Ver a tantos jóvenes rezar y escuchar tantas charlas que hemos dado en los autobuses me ha hecho pensar qué tipo de cristiano soy yo y cómo de en serio me tomo mi religión. ¡Muchas gracias a todos los organizadores del viaje! ¡Estoy deseando hacer otro viaje con ellos!
Oct 22, 2016 | Actualidad
Aquí os dejamos otro testimonio de una joven que acudió a la JMJ. ¡Gracias a todos los socios y donantes de Enraizados que ayudaron con sus oraciones y sus donativos a que estos jóvenes pudieran estar en la Jornada Mundial de la Juventud compartiendo su fe con personas de muchos países!:
Miriam
Soy una chica más, de 23 años que ha vivido esta JMJ con especial ilusión.
Mis padres me educaron como cristiana y me enseñaron la importancia que tiene vivir la Fe en familia. Gracias a Dios el colegio también ayudó en mi formación y tuve la suerte de contar con buenos amigos que compartían mis creencias y que me ayudaron a vivirlas en un ambiente muy bueno.
Sin embargo, conforme te vas haciendo adulto, te das cuenta de que la Fe no se debe tener “por tradición”, sino que llegado un momento en que es uno mismo el que elige qué camino va a tomar y, por tanto, lo más maduro es decidir hacer personal y diaria esa elección. Renovar ese compromiso en Cristo y la Iglesia todos los días.
Por eso tenía muchas ganas de ir a la JMJ para poder ver al Papa, y compartir mi Fe con tantos otros jóvenes de diferentes países. Además, mentiría si dijese que el plan de ir conociendo alguna ciudad de Europa no tenía su atractivo. Conforme se acercaba la fecha fueron creciendo las ganas.
Finalmente fuimos un gran grupo de gente joven (¡Éramos tres autobuses!) y en los días previos y posteriores a Cracovia recorrimos en bus diferentes ciudades. El viaje en bus permitía que pasáramos buena parte de nuestro tiempo conviviendo con jóvenes de otros lugares, y al mismo tiempo creando un ambiente de oración, misa, formación para preparar los días centrales que estaríamos en Cracovia, y para después meditar y profundizar todo lo vivido allí. Hubo momentos más incómodos (cansancio acumulado, muchas horas de autobús, algún roce con alguna persona en algún momento de más presión, sol y calor-lluvia-sol-lluvia en el transcurso de pocas horas…). Pero todos ellos quedan como anécdotas del tipo ¿te acuerdas cuando…? Que logran sacarte alguna carcajada y sonrisa.
¡Qué puedo decir! De cada persona con la que compartí esos días me llevo cosas tan diferentes. ¡Cuánto puedes divertirte y aprender al mismo tiempo de jóvenes mayores o menores que tú, que viven su Fe con pasión en su día a día!
Una vez en Cracovia, impacta muchísimo ver tanta alegría. Se nota de verdad la presencia de Dios en cada uno de nosotros. Conoces lo que es la Comunidad Cristiana, la Iglesia con gente de diferentes países y movimientos con diversos carismas y vocaciones.
Especialmente me tocaron el corazón las palabras del Papa en la Vigilia, pidiéndonos que no fuéramos jóvenes de sofá y que no viviéramos una sociedad paralizados. Además recalcó la importancia de dejar huella en las personas que tenemos a nuestro alrededor, en nuestros ambientes, y que buscásemos en el amor a los demás el camino para ser felices.
Realmente si nos paramos a pensar, vivimos en una sociedad en la que la avalancha de información hace que muchas veces perdamos la sensibilidad ante determinadas situaciones, por la costumbre de verlas en la televisión o en los medios todos los días. Ojalá nos demos cuenta y valoremos y agradezcamos lo que tenemos y cómo vivimos. Muchos países están marcados por la guerra o la persecución, y sin embargo viven su Fe con una valentía y perseverancia envidiables.
Es por ello que me siento bendecida con esta experiencia, y con ganas de compartirla con todo el mundo. Muchísimas gracias a todas las personas que han estado organizando y ayudando para que fuera posible. Os tengo muy presentes en mis oraciones. ¡Ojalá esta experiencia se pueda repetir en unos años en Panamá!
Oct 22, 2016 | Actualidad
Gracias a la generosidad de los socios y donantes de Enraizados, algunos jóvenes pudieron acudir a la Jornada Mundial de la Juventud que se celebró este verano en Cracovia. Uno de sus patronos fue el gran Papa polaco, San Juan Pablo II. Por eso, para celebrar este día, hemos pedido a alguno de los jóvenes que acudieron que nos cuenten sus testimonios. Aquí va uno de ellos:
(Durante el fin de semana vamos a ir publicando otros. ¡Estad atentos a nuestra página web!)
Dora:

(En la imagen Dora con la familia polaca que la acogió en su casa, a ella y a otra peregrina)
Mi nombre es Dora Guadalupe Díaz, vivo en la ciudad de Hermosillo, Sonora, México. Para mi es un gusto poder compartir con ustedes sobre mi experiencia en la pasada Jornada Mundial de la Juventud. Definitivamente los tiempos de Dios son perfectos y Él solamente sabe el día y la hora…
Para comenzar con este testimonio me remontaré a hablar de la JMJ pasada en Río de Janeiro, donde desconocía sobre esta gran reunión que fortalece la fe de todos los que acuden. En aquel año me encontraba realizando un intercambio estudiantil en la ciudad de Campinas, Sao Paulo, que se ubica a seis horas de la ciudad de Río de Janeiro. Mi sorpresa fue que más de medio avión que se dirigía al mismo país iban con un propósito diferente al mío, el de reunirse en el amor de Cristo como una sola Iglesia… Mi pregunta fue: ¿Qué los motiva a realizar esto, dejar su país por unos días? Con los meses fui conociendo a jóvenes que me contaron de su experiencia y fue en ese momento donde decidí que haría todo lo posible para poder acudir a la siguiente.
La verdad es que no fue nada fácil recaudar fondos para lograr este sueño, principalmente porque Polonia es un país muy lejano. Encontré en este caminar a otros jóvenes igual de locos y enamorados por Cristo que se volvieron una gran familia y con esa familia soñé y viví esta experiencia. Realizamos diferentes actividades para recaudar fondos. En un momento, había perdido la esperanza por no tener gran parte del dinero. Pero una persona me contó que había ganado una beca por medio de un grupo de Estados Unidos. En ese momento entré en internet y busqué becas para ir a la JMJ. Así encontré a la Asociación Enraizados. La verdad es que fue un regalo de Dios y sobre todo de María; yo lo bauticé como un regalo de la Inmaculada. Gracias a este apoyo económico pude completar para que esto se volviera realidad, no me queda más que agradecer y orar por ustedes.
En mi experiencia tuve la oportunidad de vivir la pre-jornada en el norte de Polonia, en la ciudad de Pruszcz, Gdanski, donde me recibió una familia polaca que a pesar de no hablar el mismo idioma, con un simple gesto de darte lo mejor podías ver como Cristo se manifestaba en ellos sirviéndote y compartiendo parte de su historia y cultura, pero sobretodo el amor fraterno pasando a ser parte de su familia por esa semana y, claro, el resto de la vida porque siempre quedarán esos lazos de amistad en la espera de un futuro encuentro. Pero esos lazos no fueron exclusivos de la familia Knopik, sino de todos aquellos que me regalaron una sonrisa, ofrecieron su amistad y compartieron esos días a mi lado.
Sin lugar a dudas Dios y su misericordia se hicieron presentes en cada momento, en cada persona y rincón de Polonia. Una de las experiencias que más me impactaron fue el estar esperando el tren que nos llevaría de Varsovia a Cracovia después de la pre-jornada, donde esa noche no dormimos y decidimos permanecer despiertos para orar, cantar y ensayar un baile que representaría nuestra cultura mexicana en la Jornada. En esa noche un joven de Varsovia en estado de ebriedad se acercó y decidió pasar un momento con nosotros, sin comprender lo que cantábamos y las letras de nuestras alabanzas. Él permanecía emocionado y al final, al despedirse, dijo que había pasado un momento agradable sanamente. Sin embargo no fue el único, más tarde llegó otro joven que simplemente nos dio una imagen con la Virgen patrona de Polonia y dijo: ustedes la van usar mejor que yo…no se olviden de orar por mí. Es ahí donde nos dimos cuenta del impacto que causa la Jornada Mundial, no sólo en los que van a vivirla, sino en los habitantes de la ciudad que recibe a los peregrinos, porque fuimos instrumentos de Dios. Además, por medio de esos dos jóvenes pudimos entender cómo estamos sedientos de esa misericordia de Dios en nuestras vidas y que nuestro propósito en esta vida es provenir del Padre y volver a Él donde se encuentra la felicidad plena y un camino para lograrlo es a través de la Misericordia.
Por otra parte, uno de los eventos centrales en las jornadas fue la presencia del Papa. La verdad es muy emocionante verlo e impactante como sus discursos nos llenan de esperanza. Entre sus mensajes, con las frases que me quedo son: el no tener miedo a soñar a lo grande, que no estoy sola (y ahí me di cuenta que no lo estaba, que había millones de jóvenes con la misma locura que yo) y el despertar de nuestra comodidad, salir de nuestro sofá y llevar a Cristo a nuestros hermanos.
Polonia, para mí y para el resto de mi grupo, representa una gran importancia por ser tierra de San Juan Pablo II, porque gracias a él nos conocimos en un curso de Teología del Cuerpo, que son catequesis escritas por este Santo. La Teología del Cuerpo ha cambiado nuestra vida dándonos un verdadero significado del amor y la sexualidad a través de la mirada de Dios. Así que caminar por las calles que alguna vez este Santo caminó y estar en lugares que fueron parte de su historia nos llenaba de emoción.
La experiencia fue inolvidable, una de las mejores cosas que he vivido, principalmente porque comprendí la verdadera riqueza de nuestra Iglesia: el ser Universal al ver a tantos jóvenes reunidos de diferentes países, culturas, lenguas; pero hablando un mismo lenguaje: el del amor. No existieron barreras para poder vivir esto: ni la lluvia, el sol, el hambre, el cansancio… detenían la alegría de la juventud y el alabar a Cristo… Eso me hace sentirme feliz por ser parte de una Iglesia viva.