Acto de presentación del libro “España en la Historia III” con Fernando Paz

Acto de presentación del libro “España en la Historia III” con Fernando Paz

El pasado miércoles tuvo lugar en la librería Tercios Viejos de Madrid, la Presentación de «España en la Historia III». Una saga entretejida por los  artículos de unos autores apasionados en contar al público la historia de España sin distorsiones. Sólo comprometidos con nuestros antepasados y las nuevas generaciones, siendo siempre fieles a la verdad.

En la presentación tuvimos el placer de escuchar a la prologuista del libro, Inés Ceballos Fernández de Córdoba, en una amena entrevista realizada por el presidente de Enraizados, José Castro Velarde, donde se desgranaron los secretos de la obra y los pormenores del equipo de trabajo. El coordinador de la obra, Francisco Gilet, no pudo asistir al acto, pero se dio lectura a las palabras emocionadas que nos hizo llegar excusando su ausencia.

El historiador Fernando Paz compartió la tarde con nosotros e impartió una conferencia para contextualizar el libro, en la España que vivimos, donde no faltaron los ingredientes más necesarios: un orador muy esperado, un lugar idóneo y una platea llena de personas con muchas ganas de aprender y escuchar. Las preguntas posteriores, que en algún momento se convirtieron en debate, no dejaron lugar a dudas.

No te pierdas el vídeo de la presentación de «España en la Historia III». ¡Aquí te lo dejo!

También quiero dejarte un artículo imperdible que escribió Inés Ceballos, prologuista del libro, sobre la presentación de «España en la Historia III»:

¿Qué lugar ocupó España en la Historia? ¿Cuántas hazañas de nuestros héroes conocemos? ¿Qué proyección tiene la Hispanidad en el futuro? Estas son algunas de las preguntas que nos hacemos todos los que conformamos España en la Historia. Divulgar del modo más didáctico y entretenido posible nuestro pasado común, es una verdadera pasión. 

Desde este espacio en la web escribimos sobre los hechos históricos más destacados, los personajes heroicos más relevantes, los diversos escenarios pictóricos en la Historia de nuestro país y las más variadas efemérides. No cabe duda que la explosión de Internet en las últimas décadas ha permitido expandir el conocimiento de las más variadas disciplinas de modo global y lo que es más importante poner ese saber disponible para cualquier ciudadano de habla hispana en cualquier lugar del planeta. 

España en la Historia se ha valido de este valioso canal de información para divulgar los acontecimientos de la Historia de España más relevantes, pero también para ensalzar los pormenores más desconocidos de nuestra historia, una historia colectiva, la hispana, que nos pertenece y que como tal debemos preservar custodiando nuestra fe, cultura y tradición para que no sea tergiversada o utilizada para otros fines menos loables. Fruto de nuestra imparable labor divulgadora llega la presentación del volumen III de España en La Historia.

España en la Historia ha querido desde que nació ambientar al lector y hacer una recreación histórica desde la verdad, la objetividad y la libertad. Uno de sus objetivos es plasmar los episodios de nuestra Historia común para que también las nuevas generaciones sepan enmarcar los hechos, lugares y los personajes históricos más relevantes, dada la riqueza de nuestra nación y su proyección mundial a lo largo de los siglos. En esa amalgama común que hemos creado como miembros de Enraizados con tanto entusiasmo, son muchas las líneas de investigación abiertas e inconclusas. Ello puede dar pie a los más jóvenes y curiosos a generar nuevos contenidos con futuros estudios en profundidad sobre las más variadas materias que podrían enriquecer, contrastar y perfeccionar los trabajos realizados por nosotros hasta la fecha. 

El espacio de libertad que representa España en la Historia nos permite a los colaboradores escribir sin tapujos sobre todo aquello que consideramos relevante, curioso y digno de interés y que nos conforta sobre todo compartir con nuestros lectores. Prueba de la atención que los aficionados a la Historia nos dedican no sólo es el número de suscriptores, que avanza a buena marcha hasta la fecha, sino también el elevado número de visualizaciones de nuestros videos del Canal de Amigos de España en la Historia en Youtube, que posibilita acceder a nuestro contenido histórico con el apoyo didáctico de audios e imágenes.

Hay quien quiere desde dentro y fuera de España obviar, olvidar  o enterrar nuestro pasado histórico para construir un presente acomodaticio que permita trazar un futuro a la medida o conveniencia de unos cuantos a los que la Historia parece estorbar. Escribir sobre nuestro pasado nos enseña a mostrar respeto por las creaciones de otros autores, nos otorga credibilidad tras contrastar nuestras fuentes y da pie a interactuar con comentarios de nuestros seguidores. Escribir nos da una perspectiva de objetividad ante la lejanía de muchos sucesos narrados. Escribir es una tarea sencilla, pero que nos ayuda también a descubrir los errores del pasado y los desaciertos de otras épocas para intentar no volver a cometerlos en el futuro. 

Desde España en la Historia reconstruimos unas épocas, unas gestas, unas odas, unos héroes hispanos, unos colectivos, unos escenarios y escribiendo, reconquistamos entre todos con orgullo nuestro pasado y recuperamos el sentido de nuestra amada nación. 

¿Qué les movía a personajes como Javier Balmis? ¿Qué propósitos tenía Juan Sebastián Elcano al zarpar de los puertos? ¿Cuáles eran los miedos o las ilusiones de la reina Isabel II? Nuestro saber no pretende ser enciclopédico sino un saber anecdótico, ameno y didáctico. Como dice Manuel Villegas, uno de nuestros colaboradores sobre: “Un pasado glorioso porque España proporcionó días de gloria y esplendor a las naciones europeas de la época moderna, que se encontraron, gracias a los navegantes y descubridores españoles con un enorme continente y el conocimiento de que el planeta no acababa al final del Atlántico, que era lo que se creía entonces” . 

España en la Historia no alberga objetivos que vayan más allá de aportar información, opinión y entretenimiento en la recreación histórica, es siempre nuestro deseo agradar al lector, es él quien decide lo que está bien o lo que está mal, lo que es digno de atesorar, reseñar o tal vez, olvidar. 

Por todo ello, nuestro querido lector es quien tiene la última palabra, el que leyendo acerca de las huellas de España en la Historia, camina por los mismos lugares de nuestros héroes y seres anónimos con la pátina irreductible del paso del tiempo y la pasión común por nuestra Historia colectiva

Inés Ceballos Fernández de Córdoba es Prologuista de “España en la Historia III” y colaboradora de Enraizados.

Si te interesa adquirir el libro puedes conseguirlo, tanto en papel como en versión digital, por 17 o 10 € respectivamente. Si te perdiste el segundo volumen de “España en la Historia”, puedes comprar ambos por tan solo 25 €. Y si quieres adquirir los tres libros, puedes hacerlo por 40 €. 

Misas en conmemoración del 520 aniversario de fallecimiento de Isabel

Misas en conmemoración del 520 aniversario de fallecimiento de Isabel

Por nuestra vocación de servicio y devoción a Isabel La Católica, cada año recopilamos en un documento todas las Misas (de las que hemos tenido conocimiento) para que cualquier persona pueda acudir a una Misa por Isabel en el aniversario de su fallecimiento. En este 520 aniversario de la muerte de la reina de España, se han celebrado 185 Misas en Acción de gracias “In Memoriam” y por su beatificación. Es posible que en los próximos días, aún nos sigan llegando algunas comunicaciones más de Eucaristías ofrecidas por esta intención. 

Este año se ha superado la cifra del año pasado, llegando hasta 185 misas ofrecidas por Isabel. 145 en España y 40 en el resto del mundo. Todas están reflejadas en este documento vivo, que aún seguirá actualizándose. Hay que destacar que el año pasado se celebraron 40 Misas menos en todo el mundo, lo que indica que la devoción por Isabel La Católica, crece cada año. Una buenísima noticia.

No te pierdas la entrevista realizada al presidente de Enraizados, José Castro Velarde donde precisamente expone este tema: «Cada vez hay más devotos de la Reina y que además pasan a la acción, organizando en su localidad una Misa y otros actos en honor a la Sierva de Dios. Dios ha querido necesitar causas segundas y eso es lo que somos, instrumentos en sus manos

Aquí te dejo la entrevista completa

Desde Enraizados, todos los años ponemos nuestro granito de arena promoviendo la celebración de misas por esta intención, pero esto es una labor de muchísimas personas anónimas e  instituciones que trabajan por mantener viva la memoria de Isabel y promover su elevación a los altares.

La primera de ellas es la Comisión de Isabel La Católica dependiente del Arzobispado de Valladolid, pero además, también trabajan por esta intención muchas otras asociaciones: Croce Reale, Las damas y caballeros de Isabel, las  Hermanas Concepcionistas y las Hermanas Carmelitas, el Círculo Cultural Hispanista de Madrid, Asociación 31 de enero de los Tercios, Asociación Pro Hispania, Protocolo Santa Pola, Unidad Hispanista, Frama, Manacor, Mundo Libro, Camino de Flores, Amigos de la Hispanidad, Junta Carlista de Castilla y muchas más.

El padre José Luis Rubio Willen, director de la Comisión Isabel, nos comenta que “el proceso de la Sierva de Dios Isabel La Católica, llevado a cabo en el lugar donde falleció -la diócesis de Valladolid- está totalmente terminado desde hace unos años y queda un milagro pendiente de estudio. En el momento que den el visto bueno en Roma y comience el estudio del milagro, Isabel ya pasaría a ser Beata

Una vez estudiada la fase histórica, nos comenta el P. Rubio Willen,  “nos encontramos en la etapa de acrecentar la devoción popular, verla santa y sobre todo ir con la verdad. Isabel es una santa de las verdades. Aunque la veneración es todavía privada, esperamos con la devoción popular, con este Sursum Corda elevemos el corazón a Dios a través de la Sierva de Dios Isabel y poder acelerar aún más los pasos que vamos dando, eficientes y seguros donde la última palabra no la tiene un Obispo ni la tiene el Papa, la tiene Dios. Por eso Dios entrega a sus santos cuando más los necesitamos. Creo que hoy está la sociedad, no sólo la civil, sino la política, necesitada de estas personas ejemplares”.

El próximo 26 de noviembre se conmemoran 520 años del fallecimiento de Isabel la Católica, una de las figuras más emblemáticas de la historia de España. Su vida y obra han sido objeto de admiración y estudio, tanto por su liderazgo como por las virtudes que la llevaron a ser considerada para la beatificación. Isabel fue una reina que no solo consolidó el poder de su reino, sino que también dejó un legado espiritual y político que aún resuena.

Entre sus virtudes más destacadas, resalta su profunda fe cristiana, que guió cada una de sus decisiones como soberana. Isabel defendió con fervor la unidad religiosa en su reino, convencida de que era un pilar fundamental para la estabilidad y prosperidad. 

Su labor como monarca también estuvo marcada por un fuerte sentido de justicia y compromiso con el bienestar de sus súbditos. Isabel reformó las leyes, fortaleció las instituciones del reino y promovió la educación, especialmente entre las mujeres, un hecho extraordinario para su época. Asimismo, fue una reina cercana al pueblo, conocida por escuchar sus necesidades y actuar en favor del bien común. 

El apoyo de Isabel a Cristóbal Colón en 1492, que resultó en el descubrimiento de América, es uno de los momentos más destacados de su reinado. Este evento no solo amplió los horizontes del mundo conocido, sino que marcó el inicio de una nueva era de evangelización y expansión cultural. Para Isabel, la misión evangelizadora de España era una responsabilidad sagrada, y sus esfuerzos por difundir la fe católica a lo largo del mundo reflejan su profundo compromiso espiritual.

A lo largo de los siglos, Isabel la Católica ha sido reconocida como un modelo de liderazgo, virtud y devoción. Su proceso de beatificación, iniciado en 1958, subraya su reputación como una mujer piadosa y justa. A 520 años de su muerte, es justo recordar no solo sus logros como gobernante, sino también su enorme legado moral y espiritual, que sigue siendo una fuente de inspiración en la historia de España y del mundo.

Debemos seguir rezando para que la reina de España, Isabel La Católica, sea beatificada.

Presentación del libro «España en la Historia III» con Fernando Paz

Presentación del libro «España en la Historia III» con Fernando Paz

El próximo miércoles 30 de octubre tendrá lugar en Madrid la presentación oficial a prensa y público del tercer volumen de España en la Historia.

El volumen III de esta obra, está tejido por los artículos de los voluntarios y colaboradores de la web de Enraizados: España en la HistoriaNace después de meses de esfuerzo compartido con una misión clara: ofrecer artículos veraces y precisos sobre diferentes episodios que han dado forma a nuestra nación.

A pesar de los intentos por silenciarla, nuestra historia sigue viva, muy presente y merece ser contada tal y como es: sin distorsiones. Leyendo sus páginas, entenderás que nuestro compromiso es sólo con la verdad y la memoria de nuestros antepasados.

Te recuerdo que si aún no has adquirido el libro puedes conseguirlo, tanto en papel como en versión digital, por 17 o 10 € respectivamente. Si te perdiste el segundo volumen de “España en la Historia”, puedes comprar ambos por tan solo 25 €. Y si quieres adquirir los tres libros, puedes hacerlo por 40 €. 

No dejes pasar la oportunidad de explorar el legado de nuestra nación. Compártelo​​​ con aquellos que, como tú, sienten un profundo respeto y amor por nuestra historia.

Espiritualidad: «La Acedía de nuestra vida»

Espiritualidad: «La Acedía de nuestra vida»

               La acedía es un peligro que suele pasar desapercibido en la vida doméstica. El demonio del mediodía ataca también en la realidad familiar, nos sumerge en el hastío de las tareas cotidianas y nos conduce al desánimo en la vida espiritual. Y es que cada día es un volver a empezar. No importa que el cesto de la ropa sucia por fin se vaciara tras poner varias lavadoras o que una buena limpieza dejará los baños relucientes; hoy el cesto está ya a medio llenar y los chorretones de la pasta de dientes infantil están otra vez pegados al lavabo y al espejo. El trabajo de mantener una vida en el hogar nunca se acaba, nadie lo ve y no reporta beneficios tangibles. Es fácil dejar de ver el sentido de tanto esfuerzo y sacrificio.

Podría sonar a conformismo. A mí no me lo parece. Empezar a vivir esta vida, la que nos “ha tocado”, es el principio para hacer de la nuestra una existencia luminosa. En el fondo, supone acoger el plan que Dios mismo ha provisto para cada uno de nosotros, viendo en nuestras circunstancias, cuáles sean, un regalo para nuestra salvación.

Todas esas cosas que hacemos en lo oculto de nuestra vida y que pasan desapercibidas –carentes de valor– para el resto del mundo, no quedan invisibles a los ojos de Dios. En todas ellas, por insignificantes que sean, se encuentra nuestra vocación particular. Así que con cada acto de entrega que queda en lo escondido estamos sirviendo al Señor, y no hay nada que sea entregado a Dios que sea desperdiciado. «Tu Padre, que ve en lo secreto, te lo recompensará».

Es una tentación peligrosa, con la que no se debe jugar. Quien cae en ella es como si estuviera aplastado por un deseo de muerte; siente disgusto por todo; la relación con Dios le resulta aburrida.

El Catecismo la define así: «La acedía o pereza espiritual llega a rechazar el gozo que viene de Dios y a sentir horror por el bien divino» (CIC 2094). Nuevamente, en otro lugar, tratando de la oración, la enumera entre las tentaciones del orante: «otra tentación a la que abre la puerta la presunción, es la acedía. Los Padres espirituales entienden por ella una forma de aspereza o desabrimiento debidos a la pereza, al relajamiento de la ascesis, al descuido de la vigilancia, a la negligencia del corazón. «El espíritu está pronto, pero la carne es débil» (Mateo 26,41)» (CIC 2733)

El Catecismo relaciona la acedía con la pereza. No se detiene a señalar su relación con la envidia y la tristeza. Sin embargo, la acedía es propiamente una especie o una forma particular de la envidia. En efecto, Santo Tomás de Aquino, que considera a la acedía como pecado capital, la define como: tristeza por el bien divino del que goza la caridad. Y en otro lugar señala sus causas y efectos: es una forma de la tristeza que hace al hombre tardo para los actos espirituales que ocasionan fatiga física.

La acedía se presenta, en la práctica, como una pereza para las cosas relativas a Dios y a la salvación, a la fe y demás virtudes teologales. Por lo cual, acertadamente, el catecismo la propone, a los fines prácticos, como pereza.

Al atacar la vitalidad de las relaciones con Dios, la acedía conlleva consecuencias desastrosas para toda la vida moral y espiritual. La acedía se opone directamente a la caridad, pero también a la esperanza, a la fortaleza, a la sabiduría y sobre todo a la religión, a la devoción, al fervor, al amor de Dios y a su gozo. Sus consecuencias se ilustran claramente por sus efectos: la disipación, o sea un vagabundeo ilícito del espíritu, la pusilanimidad, el rencor, la malicia, o sea, el odio a los bienes espirituales y la desesperación. 

Esta corrupción de la piedad teologal, da lugar a la corrupción de todas las formas de la piedad moral. También origina males en la vida social y la convivencia, como la murmuración, la descalificación por medio de burlas, críticas y hasta de calumnias.

Juan Andrés Segura / Colaborador de Enraizados

EL DERECHO Y EL DEBER DEL CATÓLICO A PARTICIPAR EN EL DEBATE POLÍTICO: LA DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA

EL DERECHO Y EL DEBER DEL CATÓLICO A PARTICIPAR EN EL DEBATE POLÍTICO: LA DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA

       Las palabras que el papa ha pronunciado en su reciente visita a Bélgica sobre el aborto han causado un verdadero vendaval político y un conflicto diplomático entre la Santa Sede y el Gobierno belga.

El Papa Francisco defendió la vida y calificó el aborto como un crimen, también tuvo un recuerdo para el Rey Balduino, que abdicó temporalmente para no refrendar con su firma una ley que despenalizaba el aborto. Diputados de varios partidos políticos —no sólo de izquierdas— rechazaron las palabras del Santo Padre, calificándolas de obsoletas y provocadoras.

También en su visita a la Universidad Católica de Lovaina las palabras del papa, refiriéndose a la mujer —“la mujer es mujer”, dijo — y al aborto, causaron malestar, paradójicamente en una universidad católica, entre los estudiantes y los profesores, hasta el punto de que la universidad publicó un comunicado expresando su malestar por las palabras del papa, lamentando sus posiciones conservadoras.

Lo ocurrido en el corazón de Europa pone de manifiesto hasta qué punto han calado en la sociedad las políticas que desde hace décadas, se vienen practicando por los gobernantes, no sólo por los llamados “de izquierdas”, también por aquellos que hasta hace no mucho, parecía que defendían valores como la vida y la libertad. 

Es tan potente y eficaz la “ingeniería social” que vienen desarrollando estas élites que nos gobiernan, que han conseguido que verdades tan evidentes como que “la mujer es mujer” o “el aborto es un crimen” porque se acaba con la vida de un ser humano, no sólo sean cuestionadas, sino que sean consideradas como falsas, retrógradas y contrarias a la lógica

Hasta tal punto ha sido eficaz esta “ingeniería social”, que esta controversia también ha dado lugar, en el seno de la Iglesia, a fuertes enfrentamientos —recuérdese la posición de la mayoría de los obispos alemanes— con las consiguientes consecuencias para los católicos, que las observamos atónitos y desconcertados.

Ante esta situación, son varias las preguntas que cabe hacerse y que muchos católicos nos hacemos: ¿puede la Iglesia pronunciarse en estos asuntos?, ¿debe la Iglesia adaptarse a los nuevos tiempos y flexibilizar sus propuestas?, y finalmente, ¿tenemos derecho los católicos a expresar y defender nuestras ideas?

Las respuestas a estos interrogantes, los enemigos de la Iglesia y creo que muchos de los que se llaman católicos, las tienen muy claras: la Iglesia no debe inmiscuirse en los asuntos políticos y debe ocuparse exclusivamente en la salvación de las almas de sus fieles, la religión es algo que debe circunscribirse al ámbito privado de las personas.

También los católicos que queremos ser coherentes con nuestra fe, tenemos las respuestas a esos interrogantes claras:

La Iglesia como institución tiene, no sólo el derecho, sino el deber, de manifestarse en todo aquello que concierne al ser humano, sobre todo si menoscaba su dignidad. También tiene la obligación de manifestarse cuando estén en juego principios como la verdad o la justicia. Conviene recordar que cuando las sociedades se estructuran en torno a estos valores, son más democráticas y progresan más, como lo demuestra la historia.

Por otro lado, la Iglesia debe mantenerse fiel a la doctrina de Jesús, no debe caer en la tentación de “adaptarse al mundo”. La verdad es la verdad y es inamovible porque si no fuera así, dejaría de ser la verdad. La crisis profunda en la que está sumisa la sociedad en todo el mundo hunde sus raíces en el desprecio a la verdad.

Finalmente, la respuesta al tercer interrogante también es muy clara: los católicos tenemos los mismos derechos que cualquiera a expresar nuestras ideas y los mismos derechos a participar en política, haciéndolas valer. No sólo tenemos derecho, tenemos el deber y la responsabilidad de hacerlo.

Ahora bien, ese derecho y esa responsabilidad también nos conduce al deber de formarnos, máxime cuando los problemas a los que nos enfrentamos son tan profundos y complejos. No es posible ser coherentes con nuestra fe si no sabemos traducir esa fe y aplicarla, en las circunstancias que nos haya tocado vivir, a nuestro entorno: en nuestra familia, en el trabajo y en nuestras relaciones. Para ello, como digo, es absolutamente imprescindible que nos formemos.

El modo de formarnos para poder participar con solvencia en las distintas actividades de la sociedad es conocer y poner en práctica la Doctrina social de la Iglesia —el conjunto de enseñanzas que durante décadas los papas han venido ofreciendo ante los problemas de cada tiempo—. Ello nos permitirá tener criterios de juicio y pautas —conformes con nuestra fe— para la acción ante cada situación que nos toque confrontar.

La Doctrina social de la Iglesia pone en el centro de sus enseñanzas a la persona humana y su dignidad, esa es su columna vertebral en torno a la cual se articulan los principios y los valores que deben conformar las estructuras sociales para que el hombre se pueda desarrollar en su doble dimensión corporal y espiritual.

Los principios a los que hace referencia la doctrina son: el principio de bien común y la atención especial que merecen los más pobres, el principio de subsidiaridad y la consiguiente obligación de participar en la vida social y finalmente, el principio de la solidaridad, como un compromiso firme y responsable de comprometerse con el bien común.

Los valores que dan consistencia a estos principios son: la verdad, la libertad, la justicia, y de manera especial el amor como el valor esencial que da sentido a todo lo anterior y seña de identidad que debiera ser de todo católico.

A luz de estos principios y de estos valores, la Doctrina de la Iglesia nos ayuda a discernir y a tener capacidad de juicio en prácticamente todos los campos en los que nos movemos, ya sea en la familia, el trabajo, la economía, la política, etc. No nos propone soluciones concretas ni opciones políticas, pero nos orienta para que podamos actuar, de modo coherente, conforme a nuestra fe.

Desgraciadamente, la Doctrina social de la Iglesia es la “gran desconocida” para la gran mayoría de los católicos e, incluso, para muchos sacerdotes: un tesoro que permanece escondido, que debiéramos desenterrar.

Javier Espinosa Martínez  // Director del Curso de Doctrina Social de la Iglesia de la Fundación Enraizados

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